The Avett Brothers con The Gleam III regalan un artefacto sonoro honesto, sencillo, puro, sincero… En definitiva, maravilloso
Había una vez una nota pura y sencilla que sonaba tan libre como un soplido de aire fresco…. Esa mítica frase del no menos mítico genio Pete Townshend suena en mi cabeza mientras escucho el nuevo disco de los hermanos Avett y lo comparo absurdamente con el nuevo del Boss. Uno, el del veterano artista de New Jersey, es de una falsa verdad que asusta.
Todo impostado, todo calculado, enlatado y preparado para gustar a los de siempre sin esfuerzo alguno. Sin alma. Sin gracia alguna pero con la destreza del artesano que ha sido genio pero le abandonaron las musas. En cambio, el de los hermanos Avett, que seamos sinceros nunca le llegarán a los talones al bueno de Springsteen, es la sencillez personificada.
La simplicidad que aporta esa belleza necesaria nunca fácil de conseguir. Scott y Seth no inventan la pólvora, ni siquiera se reinventan, ni lo intentan. Ponen a disposición de las melodías sus cualidades que no son pocas. Dejan respirar a las canciones, las dotan de melodías y empastan sus voces como siempre. La diferencia con otros discos suyos es que en este caso las ocho canciones que componen su nueva entrega «The Third Gleam» funcionan a las mil maravillas a pesar que en los medios se les haya ninguneado.
En mi opinión es su mejor disco y más bonito desde «The Carpenter» del 2012. Vendría a ser un complemento maravilloso al disco de este mismo año, «Forever Just Beyond«, de su colega Eef Barzelay aka Clem Snide en el que Scott Avett aparece como hombre en la sombra. Ambos discos forman una dupla de escandalosa belleza. De un boniquismo acojonante necesario en estos extraños y pandémicos tiempos en los que nos ha tocado vivir. Pureza y sencillez para el folk de la tercera entrega de «Gleam» (2006, y 2008)
Es escuchar la inicial «Victory» y caer rendidos (y embrujados) a los hermanos Avett. «From victory, I accept defeat.«… Simplemente con eso, y una interpretación de una belleza aplastante nos lo dicen todo y definen de manera inmejorable lo que nos encontrarnos en este nuevo LP o EP, pues no sabemos muy bien como definirlo. En «I should’ve spent the day with my family» se toca un tema delicado con un clase pasmosa. Maravillosa tonada, como todas las del disco.
Y así, todo fluye suavemente, demostrando una clase y una calidad sobresaliente. Las voces empastan y se agrandan a partir de la siempre u eterna receta folk. Sin estridencias ni adornos sin sentido. Todo puro y sencillo. Claro, no inventan nada. Ni falta que hace. No pretenden llenar estadios. No pretenden vendernos que son la banda más grande, ni la mejor de folk, ni nada. Saben que no lo son. Lo asumen, y se limitan a hacer lo que bien saben que no es otra cosa que canciones preciosas. Escuchen sino me creen «Untitled #4″, el silbidito de «I got to my heart» o el cierre con «The Fire»
The Avett Brothers – The Third Gleam (EP-2020)
01.- Victory/ 02.- I Should’ve Spent The Day With My Family/ 03.- Prison To Heaven/ 04.- Back Into The Light/ 05.- Women Like You/ 06.- Untitled #4/ 07.- I Go To My Heart/ 08.- The Fire
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