Críticas Discos

Por culpa de tener mi mente y corazón enfocados en el libro de marras, 2017 ha sido un año en el que he escuchado muchas menos novedades discográficas de las habituales y casi tenía la certeza de que el disco del año lo iba a degustar pasada la vorágine de las presentaciones y en este nuevo año. 

Esta maravilla de esta pareja inglesa honky-tonk, su tercer álbum, no sólo me sirve para relajarme un rato de tanta emoción desbocada y encuentro con amigos musiqueros sino que me anima a volver a escribir sobre música tras un tremendo bloqueo inevitable por las circunstancias antes descritas.
Y es que Still Testifying se me ha clavado como un puñal en el corazón y , es por lo que este matrimonio elegante y chic britaca pasa a ese altar del country-soul de pub en el que ya estaban Alan Tyler de los Rockingbirds y la saga de mi amigo Danny Wilson aka Champ y sus campeones.

Además, la más bonita de las coincidencias es que te enganches a un disco y que en unos días sus autores vengan a tu ciudad. Por eso esta reseña va a ser una combinación de repaso de su nuevo trabajo y de su concierto del pasado jueves en la Kutxa Beltza cortesía del Ilustre Colegio de Abogados de Bizkaia que de roquerío y conciertos gemas tiene un cargado c.v.

Still Testifying es un disco donde han echado el resto en cuanto a los arreglos de las canciones, los músicos y adornar su música como es debido dándole un giro del country al soul y ya por eso llama la atención la sublime canción inicial The Embers & The Flames, tan bella, tan bien construida que me ha costado pasar de canción un par de días. Y es que los arreglos de viento y los pa pa pa pás invitan a calzarse los patines y a soñar en un mundo en que las canciones buenas vuelvan a tener relevancia.

La primera impresión de la misma es esas formas en que Nick Lowe y los ingleses blue eyed souleros tienen de tamizar las tonadas cowboys con las melodías escuela When Country Meets Soul.

Todos sabíamos que Michael Weston King tiene una voz de oro, a medio camino entre el outlaw y el countrypolitan, un punto medio glorioso pero con esa particularidad y encanto que da el acento de las islas de origen de los colonos americanos.

La sorpresa es encontrarnos en su esposa Lou Dalgleish a una nueva Dusty Springfield en el clásico tempo del Dusty In Memphis de una rosa como es Eugene.


Y la cosa sigue muy Dan Penn-lo citaron en el concierto- en Yours Are the Cross That I Still Bare que suena a clásico de Bettye Swann o a ese duo de la vida de William Bell con Judy Clay. Atención al pequeño acelere instrumental antes del fade out, momentazo.

Y hasta aquí, ya son tres cortes soulful a reventar.

El country, su rollo hasta este tercer trabajo, vuelve con fuerza en Since I Fell For You donde tanto pueden ser Loretta Lynn y George Jones como Norah Jones haciendo un dueto con Roddy Frame (Aztec Camera) Y cito al escocés porque me costo mis sudores pero al final caí en que el color y registro de Michael se parece muchisimo a Roddy, escuchad atentamente, al Roddy de su genial carrera en solitario que también le ha dado a la canción de corte clásico y acordes vaqueros.

Más honky-tonking es There´s Nothing You Can Tell Me otra hermosura. Geraint Watkins, habitual escudero de Lowe y artista del Rock Pub of Fame, está haciendo diabluras a los pianos y acordeones, razón de peso para ver que esto es único.

La cara A- por cierto la portada es la mejor también de 2017 y la impresionante contraportada- se cierra con Jolene, una delicada pieza de Lou pausada y en ese punto de diana en medio de la canción country de salón llena de amor.

Friday Night, Tulip Hotel es puro The Rockingbirds, donde te imaginas en los outskirts of town de Birmingham UK a un viejo lobo de mar entrando en el Inn de turno a tomar una pinta, recordando a esa secret rose que dejó en Irlanda penando por su fuga. Su aires celtas justos la hacen la perlaca del lote.

Continuando con la arquitectura Muscle Shoals, Just A Woman nos demuestra que vivimos en una era de voces sublimes para el género, y ahora me acuerdo de nuestra querida Tift Merritt. Una balada para achuchar con unos instrumentos de viento que demuestran como pasó con Richard Hawley que en esa jodida isla de Su Majestad saben hacer las cosas con soul, copiando, cultivando y generando turba nueva que dé calor. Es decir que a mi este disco no me sitúa exactamente en Nashville ya que su geolocalización está bien clara y circula por la izquierda.

Tear Stained Smile un shuffle muy Geraint que le iría como una guante a la difunta Amy y mueves los pies si o si. Que sensación tan matrimonial la de sus voces juntas, justo como en el concierto a pesar de que ella estaba con fiebre.

La tónica de este reverso del vinilo es la tranquilidad y reflexión como demuestra  Two Line Texaco y es que les puedes estar escuchando una vida. Y quiero escuchar en ella unos acordes o unos giros de los propios The Band, ese country waltz también muy Neil Young circa Old Ways. En definitiva, country del genial. Muy emocionante.

Como era de esperar Shallow con una simple guitarra acústica como en el concierto en Bilbao, nos deja a los divinos cantantes de nuevo haciendo el amor bajo los cielos grises reflejado en casas alineadas de ladrillos rojos donde en sus cubos de basura pone litter  y no trash. Y es que con discos tan espléndidos, generosos y luminosos como éste, el cielo se abre en un claro lleno de esperanza.
En Inglaterra se hace ahora el mejor blue eyed soul, aunque eso ya es tradición desde que Dusty se fue a Memphis o el pequeño Winwood cantaba de chaval como Ray Charles.

Si tuviera que hacer ahora la lista de los discos de 2017 de nuevo, no tengo dudas de que Still Testifying obtendría el oro y de calle. Y además, son tan encantadores como personas…


2 respuestas

  1. No te doy la bienvenida porque realmente no te has ido nunca, siempre has permanecido entre líneas, susurrando. Y hablando de líneas, qué placer volver a leerlas y encontrarse con esos pa pa pa pás, amén de múltiples referencias musicalesy geográficas, siempre tan bien colocadas. Quizás el mejor homenaje a tu vuelta a los entrenamientos sea el adquirir esta joya ale dorada.
    Abrazos,
    JdG

  2. Al disco le tengo que dar más caña, aunque los anteriores me gustaron, el concierto me lo perdí por un error mio en la hora del mismo, luego me fastidió bastante.
    Siermpre es bienvenido tu retorno a la escritura musiquera.
    Abrazos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar