Críticas Discos Especiales

Eran otros tiempos. No sé si mejores o peores pero sí otros tiempos. Tiempo de tiendas de discos, tiempo de ver como agonizaba el vinilo aunque ahora aparezca cual ave fénix resurgido de sus cenizas. Tiempo en el que más o menos un servidor rondaba los quince años y comenzaba a comprar discos ahorrando de aquí y de allá con lo que caía entre mis manos gracias a la familia. Tiempo de ir a la tienda del barrio, sí, en aquellos tiempos todavía existían pequeñas tiendas donde comprar los vinilos, y gracias a aquellas tiendas un servidor podía ir descubriendo a Beatles, Stones, Dylan… Luego vinieron otros como las bandas de la invasión británica, la Velvet, los Doors…,  pero básicamente tenía que ceñirme a los discos que en aquella tienda se vendían puesto que ir a la impresionante calle disquera Tallers estaba casi prohibido para un servidor. Cuando iba allí, y siempre era a hurtadillas ganándome la consecuente bronca, pasaba horas y horas deambulando y mirando las portadas de los disco míticos. El paquetón de Sticky Fingers, el arbolito del Plastic Ono Band, el mítico viejito de LedZep IV, el blanco beatleliano o el Moondance de Van … y siempre, siempre, me fijaba en el Hotel California. Allí estaba, sobre una estantería, como una virgencita en semana santa. En su altar, rodeado de otros discos parecidos pero sin su atracción natural. Ese mismo disco y no otro, acabó en mis manos años después. Compré ese, el de la estantería, a pesar que en el penúltimo tema tenía un pequeño rallazo, pero cada vez que lo veo me acuerdo de ese día, de volver en autobús a casa y de ponerlo en el plato y dejarme llevar por su magia.
Confieso no ser fan a ultranza de los Eagles. Confieso no ir mucho más allá de «Hotel California». Sí tengo «Desperado» del 73, y sí, tengo el famoso recopilatorio que dicen es uno de los más vendidos de la historia pero no considero a la banda de Glen Frey, Don Henley, Randy Meisner (para quién el disco del Hotel sería el último en el seno de la banda) y Don Felder una de las bandas grandes e imprescindibles de la historia. En el «Hotel California» llegaba como nuevo miembro Joe Walsh para cubrir la vacante de Bearnie Leadon. La presencia de Walsh se nota y mucho durante todo el disco, pero claramente toda la magia gira entorno a Frey, Henley y Felder. Los Eagles grabaron el disco en los estudios Record Plant de Los Angeles, sabiendo que tenían entre manos un disco grande y un tema, especialmente, que marcaría el sonido de los setenta para siempre. Escuchando el disco es fácil notar su influencia en trabajos posteriores que incluso llegan hasta nuestro días. Aquí está el futuro sonido rock americano, el que se etiquetará como AOR, el que muchos repescaron en los noventa pero los Eagles lo hicieron antes, y tal vez por eso su éxito fue atronador y consecuentemente su autodestrucción también. Frey y Henley nunca se llevaron bien del todo, al menos eso cuentan las malas lenguas, y además el alcohol y los polvitos blancos no ayudaban demasiado a limar asperezas, así que todo eso unido a la presión de tener que superar este mítico disco y la fuga de Meisner permitieron que la vida del grupo agonizara un poquito más.



El gran disco de los Eagles, el disco con la portada del mítico Hotel Beverly Hills en Todos los Santos (Baja California, Mexico) comienza con la canción que le da nombre. Con el mítico tema de más de seis minutos de duración cantado por Henley los Eagles tocaron el cielo. Cuenta la leyenda que fue Don Felder el creador de la melodía aunque nunca ha podido disipar la duda de si la copió directamente del «We used to know» de Jethro Tull o simplemente se inspiró en ella. Ian Anderson lo ve claro y lo ha dicho en innumerables ocasiones pero es curioso que nunca les haya denunciado, aunque a estas alturas… para qué?. Los solos de guitarra del tema son míticos, Felder y Walsh están sobresalientes, y el final del tema es puro setenta, pura magia, pura decadencia yonki. Después de ese temazo era difícil remontar pero no imposible para los Eagles que con «New kid in town» lo consiguen sin despeinarse. Ese toque soft-rock tan maravilloso que enlaza con el country pero sin calzarse la botas de espuela y sin abandonar el asfalto es increíble, como es increíble la voz de Frey y las armonías vocales de la banda que siempre me recuerdan a los primerizos hermanos Gibb. «Life in the fast lane» es poderosa y gamberra. Tiene esa guitarra diabólica y esa comidilla de que el modo de vida de la banda es andar por la cuerda floja…. el riff inicial es acojonante y tal vez sea uno de los temas más rocanroleros de la banda…. y Henley está descomunal. El baladón «Wasted time» cierra lo que fue en su día la cara A. Y lo hace con ese sonido a medias del que luego se apoderó Billy Joel y similares en la época y que luego degenerará en el sonido de Brian Adams y reguleros por el estilo.

La segunda cara del disco comenzaba con un reprise innecesario de «Wasted Time», que particularmente siempre me ha sobrado. Por suerte «Victim of love» nos devuelve la energía aunque otra vez sea a costa de unas guitarras plagiadas de Jethro Tull. Tema correcto y notable pero sin la magia de los tres primeros del disco. Joe Walsh canta en «Pretty maids all in a row» y Randy Meisner hace lo propio en «Try and love again», y en ambos casos apreciamos la riqueza de la banda pero no son ni Henley ni Frey, y siendo dos temas notables no son canciones del nivel de las de la cara A, cara A que en mi opinión está entre las mejores de todos los tiempos, lástima que la Cara B baje el nivel general del disco, tal vez por eso nunca coloco a «Hotel california» entre los grandes discos de todos los tiempos. Por suerte se guardan un as en la manga, se guardan el temazo «The Last resort» dejándonos un excelente sabor de boca. Sin duda «Hotel California» es la cima creativa de un grupo que por unas cosas u otras se queda siempre a las puertas de la élite rockera, y su «Hotel California» roza entrar en los discos míticos de siempre pero como dije hay dos o tres temas en la segunda cara que le restan un algo. Aquel vinilo que compre hace  un cuarto de siglo sigue presente en el hogar nikohiano aunque los tiempos pasan y el que suena sea la versión remasterizada en CD. «Hotel California» es un estilo en si mismo, una pequeña joya americana. Redescúbranlo, háganme el favor.

Eagles – Hotel California (1976)

01.- Hotel California/ 02.- New Kid In Town/ 03.- Life In The Fast Lane/ 04.- Wasted Time/ 05.- Wasted Time [Reprise]/ 06.- Victim Of Love/ 07.- Pretty Maids All In A Row/ 08.- Try And Love Again/ 09.- The Last Resort.

*post aparecido originalmente en Nikochan Island por Nikochan


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