Victor Wainwright tiene nueva banda de acompañamiento después de abandonar a los «wildroots». Sus nuevos acompañantes suenan como un tren sin frenos, parece que nunca puedan descarrilar. «The Train» se hacen llamar, y sí, son como una locomotora a toda potencia. Billy Dean a la batería, Terrence Grayson al bajo y Pat Harrington a la guitarra son las piezas bien engrasadas que le hacían falta al señor Wainwright para desarrollar un disco de esos que te agarran por los bajos y ya no te sueltan. Su aroma a blues, a New Orleans, a los clásicos americanos es una delicia y lo consigue también gracias a unos acabados sonoros maravillosos aportados por un increíble saxo (Mark Easley) y una trompeta de ensueño (Doug Woolverton). Hay más acompañantes, más músicos excelentes que acaban conformando una banda, no oficial, de casi diez miembros… todo para conseguir un sonido demoledor. Toda una big band al servicio del grandísimo teclista de Savannah, Georgia, Victor Wainwright. Todo al servicio de unas canciones sensacionales que emanan poder y energía, llenas de alma y corazón. Canciones fantásticas que se mueven por los sonidos clásicos americanos y que tiene esencia nuevaorleanera. Hay funki, hay rock, hay boogie-woogie, roots, blues, soul y por encima del todo grandes músicos y grandes canciones.
Abre con un cañonazo: «Healing». Abre con gran energía y bailoteo. Con un piano desbocado y una voz de otra época. La banda perfectamente engrasada hace que salten chispas. Toda una declaración de intenciones, una buena patada en el culo. El inicio de «Wiltshire Grave» me enloquece, puro «seventies», y entonces entran los metales de Nueva Orleans y me teletransporto, «Treme» is the answer. «Train» es un boogie loco que da nombre al disco, que los inspira. Una locomotora sin frenos. La delicada y preciosa «Dull you shine» baja las revoluciones y le pone algo de calma al asunto ya que difícilmente podríamos aguantar el tipo, un tema precioso que se va por soulerías recordando aquellos medio-tiempos del gran Otis, y una guitarra, la de Greg Gumpel que pone pelos de punta y derrite corazones. «Money» es tal vez el single del disco junto a «Boogie Depression». El pelotazo radiable. Favoritísima. Piano descomunal para combinar funki, blues y pura tradición americana. Seguimos con la boca abierta al llegar al ecuador del disco, esta vez con el homenaje a la Lucille de BB King. Temón. El otro gran tema del disco es «Boogie Depression». Impresionante. En directo puede ser el acabose definitivo. No hay bajón en este disco. Se mantiene el nivelazo y a cada escucha hace que estemos más y más enganchados. «everything I need» es muy cachonda, muy Randy Newman. «Righteous» impresiona a nivel vocal y «I’ll Star Tomorrow» vuelve al estilo del gran Randy Newman con el que es imposible no comparar cuando pone el freno a las canciones y nos fijamos más en las letras. Antes del final nos encontramos con un excelente tema instrumental, «Sunshine», poniendo el broche de oro con «That’s love to me», una balada de rompe y rasga,muy soulful ella. Victor Wainwright firma un disco descomunal, sin duda será uno de los favoritos anuales.
Victor Wainwright – Victor Wainwright and the Train (2018)
01.- Healing/ 02.- Wiltshire Grave/ 03.- Train/ 04.- Dull Your Shine/ 05.- Money/ 06.- Thank You Lucille/ 07.- Boogie Depression/ 08.- Everything I Need/ 09.- Righteous/ 10.- I’ll Start Tomorrow/ 11.- Sunshine/ 12.- That’s Love to Me..