Discos Críticas

…voz granulosa y guitarras eléctricas prominentes con mucho estilo, perfecto si eres dado a transitar de costa a costa y con las ventanas bajadas estas carreteras asfaltadas de la mejor tradición americana, vista con respeto desde el retrovisor y con el sol californiano de cara…

Que maravilla! que gran sorpresa el primer disco del grupo Cave Flowers, un disco que luce la mar de bien junto a los recientes trabajos de Hallelujah The Hills, The Hold Steady y GospelbeacH, y que este año representarán junto a Drive By Truckers y Natural Child lo mejor de la cosecha americana de guitarras.
Vamos con la presentación escueta y urgente pero necesaria según dicta la oficialidad. Detrás de los Cave Flowers nos encontramos a Andy McAllister, el cerebro del invento y el líder de la banda Vanish Valley (que por cierto son muy buenos también). Con la intención de llevar sus nuevas tonadas a territorios más cercanos a la americana country se alía a Henry Derek Elis (Thrown Into Exile, Act of Defiance, Scar the Martyr), un artista fundamental del metal extremo que en solitario dió un firme paso dentro de géneros más ortodoxos con su oscuro disco The Devil Is My Friend de hace un par de años. Se unen Ben Coil al bajo y Ryan Wykert a la batería y nace la banda.

A la vista está que no ofrecen nada nuevo, si que desarrollan una visión panorámica de prominente enjundia sobre los estilos de rock americano que tanto nos han hecho disfrutar en la vida. Y es que cuando algún grupo lo consigue a estos niveles de calidad siempre gana. Ejemplos en los últimos años que me fascinan podrían ser Jonny Kaplan y su Seasons, All Across This Land de Blitzen Trapper, From Berkeley to Bakersfield de Cracker, o el Let It Burn de GospelbeacH del año pasado.

Evidentemente también se nutren de grandes como Tom Petty que se filtra a través del sol californiano que los alumbra, incluso de los Rolling Stones cuando dan con el riff perfecto, y hasta se filtra cierto espíritu outlaw de la familia de Waylon Jennings a Willie Nelson cuando recorren los caminos más polvorientos, aunque a mi me lleva particularmente hacia la época dorada de la No Depression de Whiskeytown y Uncle Tupelo, de cuando guitarras eléctricas podían convivir en perfecta armonía con las pedals. La verdad es que podríamos sumar mil y un nombres y todos cuadrarían.

No me sobra ninguna canción en esta colección que por suerte no se estanca en una fórmula y se pasea grácil por diferentes cadencias. No predominan las tonadas más rockeras cuando aparecen triunfan, como la inicial «Best Lonesome Friend» donde ya se denota como el sol californiano alumbra su americana, en la misma onda de guitarras más prominentes se desarrolla «Great Hits», y favorita es el simpático homenaje al género «Country Fan» con su boogie tan creedence, ganan en número los cortes con menos revoluciones, canciones de ventanas bajadas y sol rojizo al atardecer como la deliciosa balada «Renter’s Life» y la más triste «Trick Tears», el amable medio tiempo «Midnight Movie» de cuando Wilco estaba más cerca de los Uncle Tupelo que del estrellato, magnífico trabajo de guitarras y a destacar la parte vocal a lo largo de todo el disco. Y es que no pueden escucharse tonadas melancólicas como «Friendly Reminders» o «The Stranger» y no sentir un cosquilleo por la espalda cuando entra el solo de guitarra, disfrute que termina con «Little Worries» otro retazo a medio gas que deja muy buen sabor de boca.

No puede decirse que vaya a pasar a la posteridad más allá de la experiencia particular de cada cuál, aún así Cave Flowers han entregado uno de los discos destacados del año en curso, canciones de carretera y manta, voz granulosa y guitarras eléctricas prominentes con mucho estilo, perfecto si eres dado a transitar musicalmente de costa a costa y con las ventanas bajadas estas carreteras asfaltadas de la mejor tradición americana, vista con respeto desde el retrovisor y con el sol californiano de cara. Coordenadas más que suficientes para plantar las orejas y dejarse llevar. Un debut que de momento promete numerosas escuchas y el disfrute asegurado.

Por Chals Roig


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