Brad Marino - Looking for Trouble (2021)

Críticas Discos

Brad Marino, componente de The Connection o The New Trocaderos refresca el verano con su segundo disco en solitario.

…en la gestación de este trabajo compone y escribe todas las canciones, canta, toca guitarras, teclados, batería, produce y se encarga de los arreglos…

Dice Brad Marino en su último disco que está buscando problemas, y dice un servidor en esta reseña: ojalá todos los problemas tuvieran el aspecto y consecuencias de «Looking for Trouble», que es el título de este segundo disco del líder de los indómitos The Connection.

Brad Marino es un músico de raza, no en vano en la gestación de este trabajo compone y escribe todas las canciones, canta, toca guitarras, teclados, batería, produce y se encarga de los arreglos, me pregunto quién limpiaría y pasaría el mocho una vez terminadas las sesiones de grabación.

Tiene además esa mágica facultad de que lo que hace parece naturalmente sencillo, como si para él componer e interpretar una de sus canciones fuese un episodio cotidiano y natural, de esas cosas que haces sin aparente esfuerzo, como una reacción orgánica para seguir funcionando.

Brad Marino
Brad Marino

En este catálogo Marino nos ofrece una nueva colección de temas de power-pop de vigoroso espíritu, con el seductor sonido de las guitarras, ronroneantes unas veces, rugientes otras, siempre con un efecto tónico y energizante.

En realidad no hay novedades destacables en lo que se escucha en «Looking for Trouble», si a alguien le parece poco un ramillete de canciones directas, intrépidas, frescas y seductoras, será mejor que busque emociones en otro sitio, en este álbum encontrará estas sensaciones detalladas y también la resolución por parte del artista firmante de disfrutar de la música, del rock y de las canciones.

Aunque hace muchos meses que el primer sencillo, «What do you know?», que hizo de avanzadilla, nos avisaba de lo que estaba por llegar.

Un segundo adelanto, «Even the score», que llegó en primavera, no hacía sino certificar que la cosa iba en serio.

El resto era coser y cantar, tan sencillo como pulsar al play y dejarse llevar por melodías, estribillos, inquietudes rítmicas, coros, impulsos y ganas de vivir el momento, sin ceñirse a sesudos y controvertidos análisis melómanos.

Despojarse de prejuicios y desatarse ante el rock high school de «Taillights fade»; la intrepidez de «Local show»; el sabor rockero y genuino de «Looking for Trouble»; el espíritu juvenil de «Something for nothing» o «Too Bleed»; el dulce sonido noise de «False alarm»; el ímpetu beat de «Take your time»; las oleadas surf del instrumental «Tripwire» o las esencias rock/veraniegas de «At night».

Vuelvo al principio para cerrar esta reseña: ojalá todos los problemas fueran como los que busca Brad Marino en «Looking for Trouble», sería cuestión de ir metiendo la pezuña en charcos de todo tipo para que la vida no nos diese tregua ante el irremediable latido vital que se escapa de los surcos de este disfrutable y refrescante nuevo disco de Brad Marino.


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