Messer Chups - Visiting the skeleton in the closet

Discos Críticas

Messer Chups es un trío de San Petersburgo que transportará el escenario del ARF a otra dimensión.

Además del surf, por las rendijas de las interpretaciones de Messer Chups se cuelan chirridos en clave de rock and roll cincuentero, garage de pulso trepidante y reflejos psicodélicos e incluso jazz de silueta underground

Con la vista puesta en la próxima edición del Azkena Rock Festival y revisando las bandas que participarán en la sección Trashville, donde habitualmente pernoctan las especies más viscosas, oscuras y escurridizas del rock and roll, me encuentro con la feliz noticia de la presencia en la jornada del sábado 18 de junio de la banda de San Petersburgo Messer Chups.

Messer Chups
Messer Chups

Este terceto formado por el avieso aristócrata Oleg Gitaracula (Oleg Fomchenkov) a la guitarra, la vampiresa, aprendiza de la mismísima Poison Ivy, Zombierella (Svetlana Nagaeva) al bajo y algunas voces y el sombrío doctor Boris (Boris Israel Fernández) a la batería, practica un conglomerado de surf instrumental con siniestras y claustrofóbicas soflamas sónicas y estilísticas provenientes del cine B de terror y Ciencia Ficción, con proliferación de monstruos radioactivos, zombis, extraterrestres llegados a la tierra con nefastas intenciones y sensualidad de tétrico glamour.

Zombierella
Zombierella

Además del surf, por las rendijas de las interpretaciones de Messer Chups se cuelan chirridos en clave de rock and roll cincuentero, garage de pulso trepidante y reflejos psicodélicos e incluso jazz de silueta underground. Podríamos decir que su estilo confluye en un cruce de caminos transitado por los Cramps, The Shadows o Dick Dale por resumir en pocas palabras la oferta sónica y creativa de Messer Chups.

El grupo mantiene una vertiginosa actividad en lo que a publicaciones discográficas se refiere, y si bien en el presente año ha reeditado algunos discos pretéritos, si no estoy equivocado su último artefacto sonoro «Visiting the skeleton in the closet» data de finales del pasado año, aunque no ha llegado en formato físico hasta este 2022.

Catorce temas en poco más de treinta y cinco minutos, distribuidos en tres piezas compuestas por Fomchenkov y varias versiones, algunas ciertamente disparatadas como «Bumble Boogie» sobre una famosa tonada compuesta por Nikolai Rimsky-Korsakov inquietamente interpretada en clave de boogie-surf.

Oleg Gitaracula
Oleg Gitaracula

Otro momento hilarante es el correspondiente al original compuesto por Juan Tizol, Irving Mills y Duke Ellington y popularizado por este último, titulado «Caravan» y rebautizado por los peterburgeses como «Caravan from Mars». Un sombrío cover del celebérrimo tema de «La Pantera Rosa», obra de Henry Mancini e interpretada bajo el título «Pink Pantheratu» o una visión más fiel al original en la reptante pieza «Boomada» de Les Baxter que mantiene el título y cuenta con el saxo de Igor Kovchegov son otros momentos ciertamente extravagantes.

Aunque la temática es instrumental, Zombierella demuestra su arte como cantante en la sensual al tiempo de claustrofóbica «Nautilus» con alterantes ruidos de burbujas o en la cabaretera «Mad monster party» de nuevo con saxos cálidos y jazzísticos.

Incluso se atreven a revisitar el «Tabú» de Margarita Lecuona, sin voz y titulada «Batman Taboo». No obstante los singles con que presentan el álbum son composiciones propias en las que se condensa su auténtica naturaleza artística y sus neurosis más severas materializadas en videoclips ciertamente sugerentes, no se pierdan el estupendo «UFOnica…».

Tampoco tiene desperdicio el videoclip correspondiente al segundo single y tema que cierra el álbum titulado «Dracula hates killer icicles» y que también les invito a visionar.

Sin duda no será el momento más esperado de este ARF, pero me consta que este terceto es en vivo donde realmente deflagran todo su arte, sus inquietudes y obsesiones en excitantes y febriles conciertos. De momento vamos entrando en su universo sónico con la escucha de su última criatura titulada «Visiting the skeleton in the closet»

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