Robyn Hitchcock - Shufflemania!

Críticas Discos

Robyn Hitchcock vuelve con ganas de fiesta tras cinco años de silencio.

Shufflemania es un disco de fiesta, con algunos momentos solemnes, como suelen ofrecer las fiestas, toreando con el destino, abrazado al azar (Robyn Hitchcock).

Observando la portada del nuevo disco del británico afincado en Memphis Robyn Hitchcock, entiendo las palabras con las que el propio artista definió este «Shufflemania!» y que admito que me causaron extrañeza en un primer momento.

Decía Hitchcock a propósito de su nueva colección de canciones: «Shufflemania es un disco de fiesta, con algunos momentos solemnes, como suelen ofrecer las fiestas, toreando con el destino, abrazado al azar».

Robyn Hitchcock
Robyn Hitchcock

Achaqué estas palabras al surrealismo propio del autor y a su inefable sentido de la lírica y el excentricismo, pero por algún motivo creo encontrar en esa fotografía de portada muchas razones para entender lo que Hitchcock quiere decir: Tranvías de chillones colores deslizándose por la arena de una playa desierta, el gato que nos guiña el ojo en una invitación mórbida a dejarnos llevar por el entorno psicodélico y festivo, el rostro y actitud del propio Robyn, totalmente desinhibido o ese aparentemente feliz niño al pie de la fotografía, sonriendo en blanco y negro al objetivo… ¿destino?, ¿azar?, ¿fiesta?, ¿solemne quietud en la expresión del gato de la derecha¿, ¿un arcano surrealista y (una vez más) jeroglífico en la figura milenaria del fondo a la izquierda?… Yo al menos, le veo a todo el conjunto una cierta coherencia, un poco loca, un poco disparatada, pero una cierta lógica.

Pero estas palabras adquieren aún más sentido según se suceden las canciones de «Shufflemania!», empezando por esa especie de skiffle con un rutilante y plenamente optimista estribillo ‘oh yes, oh yes, oh yes’ titulado «The Shuffle Man», y atención al videoclip…

Pero el disco contiene muchos de los conocidos requiebros musicales de Hitchcock, con delicadas piezas de orfebrería melódica y magnetismo místico como «The Inner Light of Scorpio».

Cromatismo pop con aires velvetianos en la voz de un crooner en «Noirer Than Noire», donde se reflexiona sobre el cine negro; el ingenio aborda los límites del absurdo y lo tétrico en «The Man Who Loves the Rain» e incluso se difumina el pop en secuencias fronterizas (armónica incluida) en «Midnight traim to Nowhere».

Colaboraciones aparte, como las de Johnny Marr, Sean Lennon Ono, Kelly Stoltz, Brendan Benson y las de dos ex Soft Boys como Kimberly Rew y Morris Windsor, en el extravagante universo de «Shufflemania» se extienden coplas de sesentero acento psicodélico como «The Feathery Serpent God»; momentos de incisivo power-pop como «The Sir Tommy Shovell» o «The Raging Muse» o incluso rincones para reflexionar sobre sentimientos más elevados como «Socrates in Thin Air» o el canto a la soledad «One Day (It’s Being Schedudled)» que cierra de manera sublime el disco.

No era empresa fácil mantener el tipo tras el magnífico trabajo de título homónimo de 2017, pero en opinión de un servidor este extraordinario, festivo, lírico, místico, lisérgico e incluso estrambótico «Shufflemania!» se queda muy cerca de los altos vuelos de aquél y desde el Exile lo recomiendo sin ningún tipo de reserva.


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