The Satchel Kid firma su mejor disco hasta la fecha. Diez maravillas sonoras que apaciguan almas y enamoran corazones. Belleza absoluta, positiva melancolía.
Llevo ya varios años en una gran montaña rusa emocional. Conviviendo durante bastante tiempo en una positiva melancolía crónica en la que me resuelvo bastante bien. Decidí simplificar y acotar mi vida social en solo aquello que me proporcionase bienestar y amor, porque el amor lo mueve todo. El amor o la pasión, que como saben no es palabra cualquiera. Pasión por aquello que nos rodea, que nos abraza, que nos hace personas.
Esa melancolía se acentúa en diferentes épocas del año, y Otoño es una de esas temporadas que, aunque últimamente le cueste llegar, suelen proporcionarme grandes momentos vitales y sentimentales. Se juntan los astros. Otoño está a las puertas, ya se empieza a notar en el aire, aunque avanza de manera perezosa, y la música tiende a ayudarnos a percibir esa sensación. «When it stops hurting» se adelantó, pues sin duda los surcos del nuevo disco de Michael Mcgowan rezuman esa positiva melancolía otoñal que adoro.
Mcgowan, originario de Alabama, acabó asentándose en los bosques de Värmland (Suecia). El amor y la pasión le atraparon y él, a cambio, nos dio artesanales maravillas musicales. Primero con el excitante disco homónimo de su banda «Purslane» y después con el sublime, precioso y pasional «It’ll Feel Better«, su disco perfectamente imperfecto ya bajo el nombre de The Satchel Kid, su particular proyecto de cantautor bonico del to que mira de soslayo a su ídolo BOB y a contemporáneos gigantescos como Jeff Tweedy, Conor Oberst y Damien Jurado…. Palabras mayores!!
Las canciones de The Satchel Kid me han ido lamiendo las heridas estos últimos años creando una extraña e inesperada conexión y sembrando una amistad aún a distancia. Conocía que trabajaba en nuevas canciones, incluso que le rondaba la idea de poner un título en castellano (cosa que vemos consiguió en este nuevo disco con sobresaliente resultado). Seguía su pista y escuchaba sus lanzamientos en formato single, claro que la alegría fue inmensa al saber que firmaba por un sello discográfico, Ella Ruth Institutet, y su segundo disco estaba al caer.
Desde esa magnífica, personal y bella portada intuimos que lo que encontraremos en el interior de «When It Stops Hurting» no nos dejará indiferentes. Canciones para el ocaso frente a una fogata recubiertos por las estrellas… precioso de arriba a abajo pero me temo que casi imperceptible para la mayoría de humanidad. Un disco para paladares selectos y alta sensibilidad. Un digno candidato a entrar en el club de los «Malditos Exiliados». Una joya que mejora y embruja a cada escucha.
Cuenta Mcgowan con su equipo habitual a destacar su «darling companion» Sara Mcgowan (percusión y voces) y el siempre seguro y genial Alex Drufva (guitarra eléctrica). La decena de maravillosas y bellas canciones que nos regalan en este sobresaliente «When It Stops Hurting» son, en términos generales, lo mejor que han grabado nunca. La sospecha de estar ante su mejor disco hasta la fecha llegó con el single, «Dogs running in dreams», que es también el encargado de abrir el álbum. Guitarras delicadas a lomos de melodías bellas y melancólicas donde la imperfecta voz de Mcgowan brilla.
Lo que escuchamos nos resulta familiar. Confortables melodías de antigua tradición folk embadurnadas de cierta modernidad. Sin dudas son canciones hijas de Dylan pero está claro que, sobre todo en este disco, Tweedy en menor medida y Conor Oberst en su mayoría están ahí. Con esos mimbres, esos músicos y esas canciones, el resultado no puede ser otro que el excelente. Otra muestra más son la preciosa y altamente clásica folk «Heart Pillow» con unas segundas voces bonicas del to y ese lujo sideral llamado «When is stops hurting» que da nombre al disco.
Una de mis favoritas es sin duda «Noche Alegre», desprende calidez y alta emoción, mucha pasión. «Heirlooms» te desarma a ritmo de armónica y esos coros de Sara. Piel de gallina!!! Las ensoñadoras melodías de «Moons ago» te llevan a otro plano astral, y a cada escucha se agigantan y quedan grabadas en nuestro cerebelo mientras que «Tears turn into stars» muestra la tradición folk en todo su esplendor.
Llegamos a la parte final con una tripleta preciosa. Primero con otra de mis favoritas del disco, «Malibu Jessie» donde de soslayo escucho la influencia de su amigo I’m Kingfisher, después nos atrapa con la countril «Golden again», de fogata y estrellas, y nos remata con la majestuosa y delicada «Apathy’s daughter» que no puede ser mejor final para un disco soberbio, un disco genial y sobresaliente que sin duda será top en su género a final del año. La perfecta banda sonora para el próximo otoño.
The Satchel Kid – When It Stops Hurting (2023)
01.- Dogs Running In Dreams/ 02.- Heart Pillow/ 03.- When It Stops Hurting/ 04.- Noche Alegre/ 05.- Heirlooms/ 06.- Moons Ago/ 07.- Tears Turn Into Stars/ 08.- Malibu Jessie/ 09.- Golden Again/ 10.- Apathy’s Daughter
- The Libertines – All Quiet on the Eastern Esplanade (2024): el retorno de una esencia que nunca se fue - 24 de abril de 2024
- Sam Morrow – On the Ride Here (2024): puro sabor americano - 15 de abril de 2024
- Sierra Ferrell – Trail of Flowers (2024): tradición y brujería - 4 de abril de 2024
20's 2023 LPs Michael Mcgowan Nikochan Novedad The Satchel Kid
