Myron Elkins - Nostalgia for sale

Críticas Discos

Myron Elkins vuelve, en su segundo disco, a encender la mecha de la música tradicional americana con inspiración y entrega.

Tonalidades negroides: soul, gospel, blues…, sureñas, con la hermandad de los Allman en el fondo de cámara, forman parte del festín…

No presté demasiado atención a «Factories, farms and amphetamines», el álbum debut datado en 2023 con el que el norteamericano Myron Elkins presentó su candidatura a nuevo referente musical, y del que, por supuesto, en su momento hablamos en el Exile (reseña).

Tampoco me hice eco hace ahora un año de su paso por Huercasa Country Festival donde las críticas a su actuación variaron entre la más grata sorpresa a la emoción mas encendida. Por cierto, este año repite.

Finalmente y gracias a la publicación de su nuevo lote de canciones, agrupadas bajo el título «Nostalgia for sale», he soltado ese lastre que muchas veces me amarra mezquinamente a un cierto perfil estilístico y he dejado que fluya la música de este autor que en poco tiempo ha hecho volver las cabezas más exquisitamente amuebladas en dirección a sus ocurrencias musicales.

Myron Elkins
Myron Elkins

Otro factor que impresiona es la edad del susodicho, con poco más de veinte años, su música parece alumbrada por un veterano compositor y experimentado artista cuyo arte canora haya sido moldeada por años de vicisitudes y experiencias, hasta lograr un estilo y carácter maduro y exclusivo.

En «Nostalgia for sale», Elkins maneja un abanico de estilos, ecos, influencias y texturas que han hecho tanto de la música americana de raíz como de la importada allende las fronteras marcadas por el Atlántico, una fuente inagotable de musas e inspiraciones, que nos evoca a otros grandes nombres como Van Morrison o Solomon Burke, por aludir a oriundos de ambas orillas del océano fronterizo comentado.

Tonalidades negroides: soul, gospel, blues…, también sureñas, con la hermandad de los Allman en el fondo de cámara, forman parte del festín. Convite que no esquiva pellizcos a un rock de capital norteña o a una cálida brisa californiana a la hora de crear instantes sonoros de enfática simbiosis vocal/melódica a la que parecía que nos veíamos condenados al olvido en el presente siglo.

Exquisitas estructuras a base de vientos y metales que dan un afligido tono dorado a temas como «God bless the rain» o guitarras que flotan en contubernio con las teclas, para dar emoción y tersura al tema homónimo. La nostalgia que vende el título del álbum, parece más una excusa o profecía que incide en buscar en el futuro la luz que todos esperamos que nos ilumine el camino para que el paseo sea grato, que un suspiro de melancolía reflejada en el espejo retrovisor.

Produce con tino y pulso el otrora especialista en country Dave Cobb, y ejecuta un joven que desprende de su fértil sensibilidad algunas luminarias de talento incipiente aunque robusto, como la broncínea «Testimony»; la resonante pieza country/folk/rock «Living and learning» o el soul arrebolado de «Good news».

La nostalgia como fuente de arte, de belleza y sobre todo de esperanza, es sobre lo que vuelve, en esta ocasión con la música como receptora del fruto de las musas, el joven Myron Elkins con sus canciones sinceras, fecundas y encendidas. Celebremos la música y las canciones con sentido de tradición y rastreo de hermosura, cualidades que dan carta de naturaleza a este «Nostalgia for sale».


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