
Reseña y crítica de Redd Kross y su álbum homónimo y rojo de 2024.
… todas las cualidades que representan a los californianos de Hawthorne, desde su orfebrería melódica a su descarada insolencia punk-rockera, pasando por esos efluvios beatlemanos y por ese pop kitsch glamuroso setentero a lo Abba y que los convierte en un rara avis del rock alternativo e independiente más selecto…
Entre las numerosas virtudes de los fabulosos e incombustibles Redd Kross se encuentra la de que nunca agobian porque van a su bola y porque se saben dosificar en el tiempo como pocos. Los números están ahí, dos álbumes en la década de los 80, tres en los 90, cero en la década 00, dos en la década 10 y ahora llega el primero de la década 20, homónimo y muy rojo.
Mi sensación con este disco de los «forever» jóvenes hermanos MacDonald es que han querido celebrar su 45 aniversario como banda de una manera muy sincera, con una actitud muy comprometida, escudriñando sus inicios con esa portada rojísima cuando comenzaron llamándose Red Cross, supuestamente por la escena de la masturbación en la peli del Exorcista y antes de cambiarse el nombre por la amenaza de demanda a cargo de la Cruz Roja Internacional.

En él podemos encontrar todas las cualidades que representan a los californianos de Hawthorne, desde su orfebrería melódica a su descarada insolencia punk-rockera, pasando por esos efluvios beatlemanos y por ese pop kitsch glamuroso setentero a lo Abba y que los convierte en un rara avis del rock alternativo e independiente más selecto.
“Candy Coloured Catastrophe”, composición de Jeff, nos puso en alerta máxima. Ese primer adelanto, ahora pistoletazo de salida del álbum que nos ocupa, era un buen presagio con su letra dedicada a una estrella del pop con la mirada perdida, cuya cara sería el espejo del alma y que quiere desaparecer sin dejar rastro.
Poco después llegó el segundo “Born Innocent”, ahora colofón de este artefacto. En él ya se podía ver con nitidez el homenaje autobiográfico, rememorando los inicios cuando Jeff y Steve comenzaron musicalmente con quince y once años respectivamente, en un claro homenaje al primer álbum del 82, compuesta para el documental “Born Innocent”: The Redd Kross Story” de Andrew Reich que se estrenó el pasado año, y con versos tan reveladores como “tenía 15 años y odiaba la escuela, sabía lo que quería, compré una Stratocaster falsa y usada por 40 dólares, escribí una canción para una banda punk salvaje”.
Compuesta por Steven, llegó la tercera “I’ll Take Your Word For It”, indudablemente uno de los himnos rutilantes y más destacables del disco, sobre sembrar y cosechar amistades y enemistades. Coincidiendo con la publicación del álbum se lanzó “The Main Attraction”, digamos que la tarjeta de presentación más cósmica, con videoclip promocional incluido y con el amor como leit motiv en un universo en constante expansión.
Las miradas, la amistad, las mentiras, el neurotismo o la fama ahí están como recurrente habitual, en “Stunt Queen”, “Canción enojada”, “Terrible Band” o “Lay Down And Die”. Como declaración de intenciones la maravillosa “Good Time Propaganda Band” con ese rompedor crescendo final. Ahí quedan sus principios y sus dogmas en versos como “yo toco en eléctrico, debo estar conectado, si te quema los oídos, vete”. Ya en la búsqueda del tono perfecto, de la seducción melódica más exótica también está la magnética “Too Good to Be True”.
Por supuesto el powerpop por bandera, siempre presente y en el mejor sentido de la palabra. Las oportunidades y segundas oportunidades de “What’s In It For You?«, el mundo acelerado con excesiva información en “Stuff”, la espera de que las cosas cambien pero algunas personas nunca cambian en “Back Of The Cave”, la absurda búsqueda de eternidad en “Way Too Happy” o los tres acordes sagrados en “Simple Magic”.

Nos queda la poderosa, fascinante, luminosa y mágica balada “The Witches Stand” con menciones a pelos rubios famosos como los iconos del pop Brian Jones o Jean Harlow que murieron prematuramente, el homenaje a la farsa sexual británica sixtie de “The Shaman’s Disappearing Robe«, y el trallazo de esa reina malvada de chaleco de seda y lentejuelas en “Emmanuelle Insane” que tantísimo recuerda a los inicios.
Pues eso, que el poder del pop permanece. Acompañados los McDonald del habitual Jason Shapiro en la guitarra desde 2013 y en esta ocasión de Josh Klinghoffer de Red Hot Chili Peppers a la producción y a la batería, nadie mejor que ellos, los fabulosísimos y rojísimos Redd Kross, con dieciocho coplas para hacernos gozar.
- Con Dean Wareham + Gazella en 16 Toneladas. Crónica conciertos (21-4-2025) - 23 de abril de 2025
- Éxtasis místico y espiritual con el Dúo Caifás en Loco Club. Crónica concierto 20-4-2024 - 21 de abril de 2025
- Con los fabulosos Guttercats en el Dublín de Gandía. Crónica concierto (4-4-2025) - 7 de abril de 2025