Conciertos

Crónica del concierto de The House of Love en 16 Toneladas de València el 25 de septiembre de 2024.

… entre la nostalgia y la dignidad de Chadwick y su legado musical hubo calidez con la mayoría de privilegiados asistentes, alrededor de medio centenar que sabían sobradamente a lo que iban, algunos a liquidar el débito pendiente con la casa del amor…

No era un concierto en directo más para un servidor, era saldar una deuda pendiente de muchos años con aquella banda que pudo ser mucho más de lo que fue y de la que sigo pensando que su álbum homónimo debut con Creation Records, que musicalmente se hallaba tan cerca de los Jesus and Mary Chain o Primal Scream como de los Feelies o los Smiths, es de los mejores estrenos musicales de bandas británicas en el S.XX, se dice pronto.

Desafortunadamente, tan solo en la recta final, Guy Chadwick y sus acompañantes nos brindaron la eterna “Christine” que, junto a su cortejo distorsionado guitarrero, pudimos cantar a grito pelao en el templo rocanrolero 16 Toneladas, así como uno de sus primeros singles «Destroy The Heart» y, como broche de oro, una intensa y apasionada “Love in a Car”.

The House of Love en 16 Toneladas

De su fichaje con Fontana, cuando parecía que se iban a comer el mundo con el disco de la mariposa, nos deleitaron con «In a Room», “Hannah”, “Se Dest”, con las más exitosas “Beatles and Stones”,“I Don’t Know Why I Love You” y con la imprescindible “Shine On” que, por cierto, recordó más a la versión del primerizo single del 87.

También estuvieron presentes piezas noventeras de aquellas que vieron la luz tras abandonar el barco Terry Bickers y que, sin alcanzar las cotas de grandeza anteriores, envejecen bastante bien. “Cruel” fue la encargada de abrir el tarro de las esencias de la casa del amor. De “Crush Me” eché de menos los coros femeninos y “Feel”, “The Girl with The Loneliest Eyes”, “Burn Down The World” o “Into The Tunnel” me sorprendieron gratamente, incluso me gustaron más que en las versiones originales de estudio.

Eso sí, de todo el concierto me quedo con el rescate de un par de rarezas y caras b que formaron parte del “espía en la casa del amor”. Un auténtico lujo escuchar «Marble» y “Safe” que, en cierto modo, me sirvieron para paliar las ausencias de “Hope”, “Road”, “Sulphur”, “Fisherman’s Tale”… o sobre todo, de mi favoritísima “Man to Child” que tanto representó en su momento a aquellos carcamales que se hacían viejos antes de tiempo.

No fue un concierto para tirar cohetes, pero entre la nostalgia y la dignidad de Chadwick y su legado musical hubo calidez con la mayoría de privilegiados asistentes, alrededor de medio centenar que sabían sobradamente a lo que iban, algunos a liquidar el débito pendiente con la casa del amor en la casa valenciana de rock ‘n’ roll. Los años no pasan en balde para nadie, pero Christine seguirá hasta el último suspiro en nuestros corazones.


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