The Dictators vuelven con diez canciones en un disco donde reivindican su sonido.
…en este nuevo álbum escucharemos el clásico rock con tintes punk, protopunk y garage que explica quiénes son the Dictators.
En el año 2001, tras la publicación del etupendo «D.F.F.D.», Andy Shernoff, legendario bajista y compositor de la banda neoyorquina The Dictators, comentó que aquél sería posiblemente el último álbum de la banda con material nuevo.
Han pasado veintitrés años desde entonces y las palabras de Shernoff parecían convertirse en proféticas, o al menos esa era la tendencia hasta el pasado viernes 6 de septiembre del presente año del señor de 2024 que aparecía «The Dictators», quinto disco de estudio de la banda.
Una formación como esta, con una trayectoria un tanto atípica, no puede permitirse dejar de ser lo que son, y menos aún tras medio siglo de andadura musical y con unas características que les definen claramente y que durante estas décadas han defendido con heroísmo desde los escenarios de medio mundo.
Tan claro tenían este extremo los dos fundadores que aún resisten al mando de la banda: El mentado Shernoff y el no menos mítico Ross The Boss, irremplazable guitarrista del grupo, que tras casi cincuenta años han decidido titular al disco genéricamente «The Dictators», para que a nadie le quede el más mínimo amago de duda a proposito de quienes están detrás de estas diez canciones, asegurando al mismo tiempo que ningún fan echará en falta el sonido y actitud de la banda.
Y desde el Exile puedo certificar que así es, en este nuevo álbum escucharemos el clásico rock con tintes punk, protopunk y garage que explica quiénes son the Dictators. Los dos fundadores a los que hemos hecho referencia más arriba se hacen acompañar del ex-baterista de Blue Öyster Cult, Albert Bouchard y del cantante y guitarrista Keith Roth, a quien ya vimos el pasado año en la gira que les trajo por España y que creo que convenció a todos (o casi).
Riffs, punteos, estribillos infecciosos y pegadizos que se concatenan a lo largo de media hora para redondear un disco intrépido y con pegada que, sin entrar en las típicas (y supongo que irremediables) comparaciones, al menos a mi no me hace sentir que lo que escucho no sea otra cosa que un disco de The Dictators. Aunque tal vez no deberíamos sorprendernos del resultado de este disco cuando en 2021 el grupo encendía a la parroquia con un single en el que hablaban de reunir a la banda y que es el tema encargado de abrir este nuevo disco, «Let’s Get The Band Back Together» decían entonces y ahora lo confirman con hechos.
Pero entiende este redactor que todos los momentos de «The Dictators» serán motivo de disfrute y darán la oportunidad a los más acólitos para volver a honrar al rock and roll por enésima vez. Y sinceramente, no creo que nadie encuentre demasiados motivos de queja en este cancionero ya que posee todo lo que hace que un disco de rock sea del agrado de todos.
La trotona y acelerada «My Imaginary Friend»; la contagiosa y adictiva «Sacred Cow»; la más melódica «Really Good»; la fulminante «All About You»; el rugiente medio tiempo con New York como protagonista «God Damn New York» o el single de presentación lanzado este pasado fin de semana «Sweet Joey», son algunos motivos de peso para celebrar por todo lo alto el retorno de The Dictators con nuevas canciones, para seguir alimentando su leyenda y al tiempo hacernos disfrutar de lo que más nos gusta: El Rock and Roll.
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