Discos Críticas

Reseña y crítica de ‘Wake The Dead’, álbum publicado en 2024 por Chuck Prophet con ¿Qiensave?

… ese estilo musical estuvo ahí, de manera valiosa, trascendental y auxiliar en la fase de recuperación del maldito linfoma, hasta el punto de ser fuente de inspiración en un artefacto discográfico de título «Wake The Dead», en el que ha colaborado muy directamente el grupo de cumbia urbano ¿Qiensave?

Una vez más, y ya van demasiadas, sigo pensando que el californiano es el gran tapado, al menos de los últimos doce años, concretamente desde que publicó la que sigo considerando su obra maestra «Temple Beautiful» en 2012.

Si hubiera justicia musical, su regularidad desde entonces, sin menospreciar los anteriores tiempos desde Green On Red, debería ser digna de resaltar en todos los ámbitos relacionados con el mundillo rocanrolero. Para colmo siempre aparece sin hacer ruido y, sin embargo, cada una de sus publicaciones acaba abriéndose paso y colándose entre lo mejorcito de la correspondiente añada, tal y como creo que sucedió con «Night surfer« (2014), «Bobby Fuller died for your sins« (2017) y «The Land that Time Forgot« (2020).

En esta ocasión ha vuelto a ocurrir, aunque con algunas diferencias y peculiaridades a tener mucho en cuenta que resultan sorprendentes, empezando por el buen estado de forma que exhibe tras sufrir la enfermedad oncológica de un linfoma que siempre afecta al sistema inmunológico, así como, sobre todo, por esa especie de homenaje que le ha realizado a la cumbia, el género tradicional de la costa caribeña colombiana y que es un mestizaje musical de culturas indígenas, africanas y europeas.

chuck prophet wake the dead

Y es que ese estilo musical estuvo ahí, de manera valiosa, trascendental y auxiliar en la fase de recuperación del mencionado maldito linfoma, hasta el punto de ser fuente de inspiración en un artefacto discográfico de título «Wake The Dead», en el que ha colaborado muy directamente el grupo de cumbia urbano ¿Qiensave?

Del álbum que nos ocupa, podemos elucubrar que se tope con puristas que no acaben de aceptar o entender esta fusión de country rock alternativo americano y de cumbia en Chuck Prophet, pero seguramente no serán pocos los que le presten las debidas oportunidades en forma de audiciones y caigan rendidos en un trabajo arrebatadoramente equilibrado, luminoso, vitalista y esperanzador, con mención especial para el protagonismo de instrumentos inhabituales como acordeón, congas, timbales, güiras…

Respecto al citado acompañamiento percusivo del anterior párrafo, resulta todo un aliciente en esa exquisitez que es «Betty’s Song», melodía para comenzar una relación que ilusiona sea hasta el final de los tiempos, así como en la de la pesadilla de ser abandonado y que te puede llevar hasta la eternidad como es «Give The Boy A Kiss», en el tema con trasfondo más duro con esos «niños obligados a cavar las tumbas de sus padres» que aparecen en «Sally Was A Cop», o en el amor y deseo de liberación con ese coro final en castellano de «quisiera ser un ave en el cielo, quisiera ser un pez en el mar» de «Old Crime».

Por otra parte es sumamente destacable la armonía que ofrece el acordeón en el tema que da título al álbum, repleto de ironía, de locura, ideal para despertar a los muertos y para enseñar la gran historia a los niños de que unos roban para pagarle a otros, del mismo modo que sucede en ese sentimiento que desprende el ruego de una segunda oportunidad en «First Came The Thunder», en la dulce canción de amor «Sugar Into Water», donde la suma del teclado farfisa todavía la hace más amena y podría evocar al «Night Surfer», o, por supuesto, en «In The Shadows (for Elon)», para abrir un mundo que nos alejará de las sombras y que comienza con la elocuente exclamación de ¡Cumbia!.

Nos quedan tres piezas con mayores connotaciones diferentes al resto pero que encajan a la perfección. Por una parte la vanmorrisiana «Red Sky Night» que seguro sería bendecida por el León de Belfast si llegara a sus oídos, ideal para sentir el sol y viajar ligeros, quizás hasta Nuevo México, acaso la más asociada a la recuperación de la antes mencionada enfermedad, o las que más se aproximan al fabuloso legado anterior de nuestro Profeta favorito del rock, como «One Lie For Me, One For You», todo un juramento de amor donde participa Charlie Sexton, el guitarrista de Dylan con el que giró en aquella revisión del «Some Girls» stoniano de 2019, o el colofón fabuloso en forma de balada que es «Good Day To Be Alive», donde participa en los coros su mujer Stephanie Finch, genialidad sobre un buen día para tragarse el orgullo, para llamar a tu madre y para sentir que estamos vivos.


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