Ilegales

Conciertos

Crónica del concierto de Ilegales en Santana 27 (Bilbao) presentando su nuevo álbum «Joven y arrogante».

El nuevo disco de Ilegales se titula «Joven y arrogante» (reseña). Comentaba Jorge Martínez al comienzo de su concierto de anoche en una abarrotada sala Santana 27 en Bilbao, que en el Rock and Roll hay que ser arrogante, al ser la arrogancia un ingrediente necesario para el rock, por algo lo dirá.

Acuña este cronista, que la juventud, si no real, al menos impuesta por la actitud, sí es necesaria para el Rock and Roll, y también para presenciar y disfrutar de un concierto de Ilegales.

Ilegales en la Sala Santana 27
Ilegales en la Sala Santana 27

Y entre arrogancias y juventudes estaba la ecuación del concierto de anoche, pues de presentar «Joven y arrogante» se trataba. Para hacerlo, Jorge se rodea de un equipo formado por el mítico Willy Vijande (bajo), Toni Tamargo (guitarra, teclados) y Jaime Belaustegui (batería) con quienes ha grabado el disco y que suenan potentes y engrasados, si estas son sus prestaciones en las primeras acometidas de la gira, cualquiera les ve con el repertorio más machacado dentro de unos meses.

Más de dos horas y más de treinta temas son los números de un concierto de rock, punk, blues, ská y algunas cosas más, una explosión de júbilo y nostalgia que se amalgama entre punteos y estribillos coreados con frenesí y emoción.

Protagonista de excepción de la noche fue el comentado «Joven y arrogante», del que pudimos escuchar en vivo «El fondo de la noche» con la que dio comienzo la fiesta, «Joven y arrogante», «Orfanato minero», «Moloko», «Es ansiedad» y la extraordinaria «El face».

También el precedente álbum de la banda, «La lucha por la vida» (2022), tuvo espacio en el setlist de anoche con «Juventud, egolatría», la punkarra (sin Evaristo) «Si no luchas te matas», la magnífica «Nunca lo repitas en voz alta» y «Tantas veces me he jugado el corazón que lo he perdido».

Ilegales en Bilbao
Ilegales en Bilbao

Evidentemente los discos míticos de los ochenta volvían a desplegar los motivos por los que son leyendas del rock patrio, estos motivos son canciones como «¡Hola mamoncete!», la siempre inquietante «Yo soy quien espía los juegos de los niños», «Tiempos nuevos, tiempos salvajes», «Problema sexual», «Caramelos podridos» y «Revuelta juvenil en Mongolia», todas ellas extraídas de su histórico y homónimo álbum de debut de 1982.

En cuanto a mi disco preferido del grupo, «Todos están muertos» (1985), escuchamos clásicos como «Todo lo que digáis que somos», «El norte está lleno de frío», «Enamorados de Varsovia», mi siempre favorita «Ella saltó por la ventana», el blues «Eres una puta» y «Bestia, bestia».

En cuanto al magnífico segundo disco de Ilegales, «Agotados de esperar el fin» (1984), erráticamente producido en su día pero repleto de grandes temas que en directo suenan pletóricos, protagonizó la recta final del concierto con la canción de título homónimo más «Quiero ser millonario», «Hombre blanco» y «Destruye».

«Chicos pálidos para la máquina» y «Angel exterminador» de su cuarto disco en estudio «Chicos pálidos para la máquina» (1988) (valga la redundancia); «Dextroanfetamina – No quiero ir a la mili» de «Regreso al sexo químicamente puro» (1992) y otros temas como «Odio los pasodobles», «Suena en los clubs un blues secreto» o la inefable «Soy un macarra» con la que termina el bolo dan cumplida cuenta a un repertorio absolutamente demoledor e irresistible para los que somos fans del grupo.

No soy de los que cada quince días asiste o dice asisitir al mejor concierto del año en curso, pero estoy absolutamente seguro de que lo de ayer noche en la sala Santana 27 con Ilegales de maestros de ceremonias, va a ser uno de los mejores conciertos de rock and roll y otras substancias sonoras que veré en todo el año 2025.


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