
Reseña y crítica sobre Ferretería Rosario y el álbum ‘Río Bravo’, publicado en 2025.
… la autoedición y la independencia por bandera, con ironía, con letras pegadizas y melodías guitarreras punzantes y llenas de energía que cabalgan entre el rock alternativo noventero y el post-punk más aguerrido…
Tanto la portada como el título del nuevo álbum de Ferretería Rosario pueden descolocar e inducir a error en un primer instante. De hecho, lo primero que pensó el que suscribe fue que el trío alicantino de La Marina Alta, formado por Edu López (guitarra y voz), Bobia (bajo y voces) y Edu Torrens (batería y voces), habían dado un giro musical considerable, digamos western o fronterizo, por ese guiño al río que separa Texas con estados mexicanos como Chihuahua y que dio título al legendario film que, a finales de los 50, protagonizaron John Wayne, Dean Martin, Angie Dickinson y Ricky Nelson.
Incluso la “Intro” de este «Río Bravo», recitada en la madre lengua del pueblo valenciano por esa leyenda de Pedreguer que es Paco el Guitarrer, da más pie a picar en ese anzuelo al tratarse de una especie de alegoría sobre el deseo de alcanzar la cima de las montañas, aunque es en los valles donde discurre el río de la vida y donde se decide el camino a seguir.

Y, efectivamente, por ahí van los tiros, en una dirección que no es otra que seguir la línea marcada por el EP homónimo de 2021 o por los singles “Plan” y “Malasian” de 2023, es decir, la autoedición y la independencia por bandera, con ironía, con letras pegadizas y melodías guitarreras punzantes y llenas de energía que cabalgan entre el rock alternativo noventero y el post-punk más aguerrido.
Entre campos de amapolas, “Renacimiento” suena a despedida, algo similar a lo que sucede en “Nuevos tiempos”, en este caso a modo de solución para miedos internos en el que, claramente, es uno de los temas más contagiosos de todo el repertorio.
Por supuesto, resultan infecciosas también “En la ciudad”, con ese adictivo estribillo de “perdiendo la cabeza cuando estás sin ella, dirías que al final valió la pena, claro que sí”, o “Ella es mi ruina” que posee ciertos ecos de Parálisis Permanente y que resulta hipnótica con ese refugio en la mediocridad para aplastar cualquier acto de insurgencia. Otra que posee aromas de las composiciones de Don Eduardo Benavente me parece “Bienvenido al trance”, con Satanás como protagonista indirecto.
Con un ritmo que podría evocar a Chucho, la banda de Fernando Alfaro que surgió a mediados de los noventa tras la ruptura de Surfin Bichos, transita una melodía combativa y beligerante como “A tu vera”, donde cuentan con la colaboración de Carles Caselles (Smoking Souls).
Después está la línea que más parece aproximarse a las primeras grabaciones de los fabulosos granadinos Lagartija Nick, como “Perfecto ritmo” sobre un mundo destruido por un suspiro que todo hizo añicos, o “Padre y madre”, pura lucha de supervivencia, de cabalgar hasta el fín y que me parece de lo mejorcito de todo el disco sin desmerecer el resto.
Más trazos lagartijeros emergen en la recta final con “Pildoras para dormir” y las amistades que se perdieron entre el espacio y el tiempo, o también “En algún lugar”, a modo de colofón con esos corazones que no laten como antes, que ahora conviven entre la inseguridad y la soledad, completando el, nunca mejor dicho, bravo lienzo de un disco que suena generacionalmente atemporal. Sí, podemos decir que es un admirable rara avis dentro del panorama nacional actual.
- ‘Eternamente en vivo’ (2025). Lagartija Nick, más imperecederos, más incombustibles - 26 de septiembre de 2025
- Margo Price – Hard Headed Woman (2025): raíces y resistencia desde Nashville - 18 de septiembre de 2025
- The Waterboys y el 40 aniversario de ‘This Is The Sea’: Patrimonio de la Humanidad - 16 de septiembre de 2025