Capsula en el Kafe Antzokia

Conciertos

Crónica del concierto de Capsula en el Kafe Antzokia bilbaíno.

El pasado jueves día 18 de diciembre, la formación argentina afincada en Bilbao Capsula celebró en el Kafe Antzoki su ceremonia anual pre-navideña y de fin de año.

Un nutrido grupo de fieles se congregó para rendir tributo a una banda tan especial como querida en el Botxo. Los termómetros naturales de los asistentes se disparaban según se acercaba el momento del culto, pues muchos ya sabíamos lo que nos esperaba.

Laguna Goons
Laguna Goons

Pero antes saltó al escenario el cuarteto andaluz pero afincado en Euskadi Laguna Goons que llegaron acompañados de un pequeño ejército de jóvenes que lo dieron todo durante su actuación. Siempre es una alegría ver bandas jóvenes que practican rock, en este caso (mi primera vez con ellos) una inflamable y musculada acción distorsionada que apunta al indie y al rock alternativo de finales de los ochenta y la década de los noventa, con influencia de referentes como Sonic Youth, Pixies o Pavement.

Combinaron textos en castellano e inglés y dejaron un buen sabor de boca con algún estribillo ciertamente poderoso y riffs fibrosos y febriles, un muy buen comienzo de noche.

Capsula
Capsula

Llegaba el momento de la verdad y Capsula arrancaba su pase con una muy psicodélica intro que fundió con «Hacia el sur» extraída de su último y sensacional «Primitivo Astral» (pinchar), este disco y el anterior al mismo, «Phantasmaville» (reseña), fueron los que más protagonismo obtuvieron en el pase del jueves.

No obstante, pudimos escuchar en el primer tercio del bolo algún que otro tema anterior en el tiempo como «Seven crimes» del también fantástico «Solar Secrets» (2013). Si bien es cierto que la primera parte fue casi acaparada por canciones de su último catálogo como «Rayo oscuro», «(In the garden of) Narcissus», «La luz azul» o «Go to the desert», la banda sonaba atronadora con incursiones tórridas y sulfúricas plenas de acentos blueseros, garageros, hard-rockeros y psicodélicos, que se expandían como la luz de una estrella al explosionar.

Aunque a priori no pudiera parecer posible, el concierto iba ganando en intensidad y atmósfera, entonces empezaron los nuevos temas, que a un servidor le sonaron a gloria: «Ride the fire» y «Stranger» con un cierto fondo cinematográfico.

«You won’t believe» abrió el apartado dedicado a «Phantasmaville», que se completó con «The Mobius street», «All my friends» y «Esferas» (si no me falla la memoria).

En el capítulo de bises – omitieron la típica escenificación de la huida y vuelta al escenario – se desató la pasión con «Dig it to the bone» y «Mejor no hablar» pare terminar de nuevo con su última criatura discográfica y la coreable «Automatical soul».

Como siempre, Capsula ofreció su particular ceremonia, un bautizo de sonido para todos y todas cuyo efecto es purificador y redentor, además de provocar euforia y admiración a partes iguales, no les importe que no sea fiesta de guardar, si pasan cerca de su casa, no se pierdan esta misa.

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