Crónica de un momento y de un disco esencial. El primer disco de Suede supuso un digno renacimiento para el rock británico.
…fueron únicos y originales en su manera de re-interpretar el sonido de The Smiths con el toque glam de David Bowie, todos los ingredientes se mezclaban en su justa medida, buenas canciones, imagen, actitud, amor y veneno (como el título de su recomendable dvd «Love & Poison»), romanticismo sórdido y elegancia cosmopolita underground, representaban como nadie la juventud más outsider de aquellos años…
Hablando de los 90
Los 90 fue una década muy productiva para el rock a un nivel de audiencias realmente amplio, podías escuchar buenos guitarrazos en los canales principales independientemente de hacia que lado se peinaban el flequillo o de que ropa guardaban en el armario, en definitiva era rock y sonaba por todas partes. Nadie niega que el verdadero rock alternativo y la verdadera música indie de la década anterior lo mereció mucho más, no lo pongo en duda puesto que méritos no les faltan. Y hay que reconocoer que allanaron el camino para que esta nueva oleada surgiera con fuerza y arrogancia, y con la inestimable ayuda de las últimas grandes campañas que los grandes sellos discográficos dedicaron al rock.
Las denominaciones Brit-Pop y Grunge definieron una escena concreta más que opciones de estilo, pese a que gran parte de prensa, grupos y seguidores las utilizaran a tal efecto. Principalmente significaron un reenganche generacional para los grupos que empezaban entonces y para muchos de los que en aquellos años estábamos empezando a experimentar y descubrir nuevas sensaciones.
De Pearl Jam a los Zepps y Neil Young, de OCS a Small Faces, Stones y Beatles, de Blur a los Kinks, de Nirvana a los Pixies y a REM,de Suede a Bowie… por poner unos ejemplos, lo importante es que fueron buenos hilos de los que tirar.
No es que ahora no se haga buena música, no se trata de eso… pero echadle un oído a la radio y la televisión, y decidme si al menos a pie de calle no es para echarse a llorar. Sin dudas, la última gran época del formato físico, buenos años para el rock y para que el mainstream absorbiera con unos mínimos de calidad algunas propuestas que rompían con lo correctamente comercial, provocadoras y transgresoras, puede que la última época en la que el rock vendió discos de verdad.
Los 90 dieron discos gloriosos y permitidme que me deje llevar por la nostalgia, pero es que fueron lo más. Y concretamente en aquel lejano 1993 bajo el influjo Brit-Pop, Blur sacaba «Modern Life is Rubbish», un año después los Oasis darían el pelotazo con «Definitely Maybe» y y Pulp encontraría por fin el reconocimiento con «His’n’Hers», previo al fenomenal «Different Class», bandera del pop inteligente. Escena que remataba el Modfather que firmó «Wild Wood», una de tantas obras maestras de su legado que confirmaba que él era el único padrino posible de la Cool Britania. Y por supuesto nuestros protagonistas, Suede debutó con un disco hito de su tiempo.
La vuelta de Suede
Hasta hace bien poco parecía que Suede iban a quedar como uno de tantos grupos enmarcados en una época determinada, ya casi olvidados. Ahora han vuelto a la palestra gracias a su nuevo disco «Bloodsports», disco que me permito la licencia de reseñar en un par de líneas afirmando que es un buen disco para los fans de base que adoramos al grupo y un buen intento de reiniciar su carrera situándose estilísticamente entre «Dog Man Star» y «Coming Up», y sirviéndose además de sus elementos identitarios característicos y más celebrados para pisar con cierta seguridad.
A mi entender logran la intención, riffs de guitarra muy disfrutables, canciones resultonas y un Anderson apasionado. Pero cuando comparo la novedad a las obras referenciadas, queda en eso, un «bien alto». De sobra para apuntalar un regreso digno a los escenarios.
Con todo, este último disco se descuelga de mi lista anual a pesar de haberlo escuchado bastante este año, al menos me ha hecho ilusionarme de nuevo y me ha hecho desempolvar sus tres primeros discos, cuatro si contamos «Sci-Fi Lullabies» (maravilla absoluta).
Vamos al disco en cuestión
Tenía unas ganas tremendas de hablar largo y tendido de su debut , también conocido por «Nude», que considero un hito de su generación. Ya han pasado veinte años, casi nada, y aprovecho el aniversario para explayarme con la coartada de estas canciones que no han perdido un ápice de su encanto. En este disco confluyeron dos artistas inspirados en plena ebullición juvenil, Anderson y Butler, y las ganas de la prensa británica por volver a los días de gloria del rock inglés, beneficios incluidos.
En su día Suede me pillaron con la sangre hirviendo, largas noches de farra como pincha-discos en las que pasaron por mis manos discos que a niveles decibélicos realmente altos hacía saltar al menos pintado, entre ellos los maxis de «Stay Together» y «So Young», aunque llegué a ellos al tiempo que Bernard Butler anunciaba su salida de la banda tras el barroco y romántico «Dog Man Star».
Y vale que las influencias vertidas en este disco son obvias, pero no todo el mundo tiene la gracia para canalizarlas de manera diferente. Al final Suede suenan únicos y originales en su manera de re-interpretar el sonido de The Smiths con el toque glam de David Bowie, todos los ingredientes se mezclaban en su justa medida, buenas canciones, imagen, actitud, amor y veneno (como el título de su recomendable dvd «Love & Poison»), romanticismo sórdido y elegancia cosmopolita underground, representaban como nadie la juventud más outsider de aquellos años.
Tal como describió en aquellos días Brett Anderson «si la música mainstream fuera una cama cubierta de rosas, Suede sería el condón gastado tirado en el suelo«, incluso en la suciedad urbana estos chicos podían hacer crecer el glamour. Obvios sí, pero también únicos.
Llegaron en el momento justo, los 80 acababan y el rock británico comenzaba la década con importantes bajas, The Smiths separados y The Stone Roses, la gran esperanza, en punto muerto, sólo en las américas el nuevo rock alternativo subía como la espuma, mientras tanto en U.K. se comían las uñas a la espera de un nuevo grupo capaz de sintetizar el rock británico de los últimos años.
Hasta que en abril de 1992 Suede, ya con cierto nombre en el circuito londinense y sólo con «The Drowners» en la calle, su primer sencillo, aparecieron en la portada del Melody Maker proclamados como «The Best New Band In Britain», ni siquiera habían grabado un solo disco, circunstancia que no impidió que todo el mundo acudiera a la llamada ciegamente, Suede por su parte, aprovecharon al máximo su oportunidad. Firmaron un contrato con el sello recién formado Nude para 7 singles, hay quien dice que Nude Records se fundó para ellos y que detrás había una major que no quería pisarse los dedos.
El debut de Suede llegó en Marzo del 93 y fue una gran explosión, proclamado por la prensa como el álbum de debut más esperado desde el «Nevermind The Bollocks» de los Sex Pistols, algo que no debe extrañar a nadie si tenemos en cuenta que la estrategia promocional llevada a cabo fue similar. Por si fuera poco, Brett Anderson compartiría reportaje con David Bowie en la publicación NME. El Hype estaba servido y el álbum alcanzó el número 1 en el Reino Unido, ganaron el Mercury Prize al mejor álbum británico.
Más tarde fue con el single «Metal Mickey» que la prensa ya estaba a sus pies alimentada por las declaraciones de Anderson: «Soy un hombre bisexual que nunca he tenido una experiencia homosexual«. Brett sacó todo el partido que pudo al morbo y la polémica con su imagen andrógina, tenía en Morrisey un buen maestro. La prueba de la creciente popularidad del grupo fue el tercer sencillo, «Animal Nitrate», que en febrero de 1993 alcanzó el 7º lugar en los charts ingleses superando incluso la censura que sufrió el video-clip.
A pesar del éxito y el interés que generaban, la misma canción y el vídeo causaron una gran controversia en aquellos días por la similitud con «amyl nitrite», una composición química utilizada como antídoto en los casos de ingesta de cianuro, compuesto químico que fue introducido como droga en la cultura de clubs de los años 70 con el nombre de popper, también por el beso entre hombres que aparece en el vídeo.
A la diseñada estrategia de los medios británicos de aquellos años se apuntó todo aquel que tenía ganas de comerse un rosco, y hay que admitir que en sus inicios Suede aprovecharon la coyuntura todo lo que pudieron y más.
Suede buscaban la fama con descaro desde la misma portada y buscaban provocar, algo muy lícito en el rock, todo sea dicho, desde que Elvis movió sus caderas al ritmo de aquel riff. Portada emblemática, que por cierto fue extraida de un libro de fotografías de lesbianas. En su momento no quedaba claro si se trataban de dos hombres morreándose o dos mujeres… simplemente era un beso al que podría seguir un ardiente revolcón, una despedida amarga, o un reencuentro apasionado, en definitiva amor sin ningún tipo de condicionante ético ni moral, estima carnal a secas, querer tocar y disfrutar del sexo.
El tracklist no tiene fisuras. «So Young» tiene todo lo que le pido a una canción de Suede, hoy por hoy continúo teniéndola en el pedestal, una intro que atrapa la atención, línea simple y en primer plano de batería, un rasgado de guitarra para cortar la partitura, una piano increíble, fijaros sino en las florituras en segundo plano, y una letra casi mística que conecta las drogas con la juventud y la manera de vivir el momento a veces demasiado «so gone».
Me fascina la forma como hace referencia a ellas, «let’s chase the dragon», «skyline stained the snow» «a servant who kept me on the boil», expresiones utilizadas para referirse a la coca y la heroína, pero que al mismo tiempo hablaban de perder el presente y la juventud, siempre con la visión de una escapada real hacia adelante.
«Animal Nitrate» es una canción perfecta, riff antológico con el que denunciaba el maltrato, si no te dan ganas de mover las caderas eres de piedra. Hay más joyas en el disco, la glammer «The Drowners», y «Metal Mickey» que suena fresca como el primer día, es el sonido de las guitarras, sucio y medido, androginia al poder.
El disco también tiene una dedicatoria sentinda a un tal Damon Albarn en «Animal Lover», el nuevo novio de Justine Frischmann, la ex de Anderson y también miembro fundador de Suede, coros que casi rozan lo ridículo pero que alcanzan un misticismo casi épico, y como en todo el disco, la guitarra afilada de Butler que tenía interiorizadas todas las armonías y arpegiados infinitos de Johnny Marr, tan inspirados y con más distorsión.
Suede también dominaban el arte de la balada arrastrada de carácter deprimente que se filtraba como la lluvia en el papel pintado de su apartamento de Londres. «The Next Life» es una obra de arte de su tiempo y a la vez fuera de su tiempo, al igual que «Sleeping Pills» y «Pantomine Horse», el dramatismo vestido de terciopelo, faceta que explotarían igual de bien en la segunda parte de su segundo disco «Dog Man Star».
Fueron la sensación hasta que Oasis mordieron casi todo el pastel. Y visto con la distancia, me alegro pues les dió el espacio suficiente como para regenerarse adecuadamente con la pérdida de una de sus piedras angulares y para poder reinventarse con fundamento. Y a pesar de algún pequeño traspies, nunca perdieron su status de abanderados del mejor Brit-Pop hasta nuestros días. Además podríamos afirmar que de todos los artistas de aquella hornada, solo ellos y PJ Harvey han sabido mantener el nivel y no perder el norte.
En definitiva Suede, en este debut confluyeron una propuesta original y única, dos artistas inspirados, Anderson y Butler, una buena colección de canciones, y las ganas de la prensa británica por volver a los días de gloria del rock inglés. Uno de mis discos preferidos de todos los tiempos.
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Un grupo a reivindicar, algo olvidado últimamente pero con al menos tres discos sublimes que pueden mirar a la cara a cualquiera. Los noventa fueron muy grandes, a mi gusto mejor que los ochenta pero eso ya son gustos. En los 90 como dices, volvió el rock, los ochenta fueron un desmadre que a larga hicieron más daño que bien, aunque en esos ochenta estén una docena de discos por los que mataría sin pensármelo dos veces.
Me gustan Suede, pero yo soy más dela fanfarria (Supergrass), más del vacileo (Oasis), más de lo mod (OCS) y mucho más de la esencia brit (con Blur), pero no lo voy a negar,en ese momento Suede eran lo más.
El vaciléo de Oasis de los tres primeros discos me gustó mucho en su día, ahora cuando les escucho igual me da por hacerlo tres días seguidos como un loco y luego me olvido en meses. Y luego tengo a los Pulp, grupo poco valorado y otro de mis grupos fetiche. grandes grandes.
Saludos Nikochan, y vivan los 90!!!!
Sin infravolarar los noventa ni a Suede, y a tenor de lo manifestado por Mr.Nikochan, a mi gusto hay varias docenas (por no decir más) de discos mejores en los ochenta que este primero de Suede o que de la mayoría de grupos que cita, y que permanecen semi-ocultos a la espera de que sean reivindicados en el Exile, jejeje.
En cuanto al texto, como bien afirma el mestre Chals, desde sus inicios Suede buscaron la fama con descaro e incluso con provocación. Tiene varios temas incontestables, "Animal nitrate" me pone lo que no está escrito, además creo que te conté que este disco me trae recuerdos húmedos, pero a mí el disco que más se ha acabado asentando en el tiempo como álbum de Suede es "Coming up". Abraçada.
Mestre Johnny, esperaremos ansiosos esas reivindicaciones con pancartas si hace falta. Y con un poco de suerte reduciremos esas docenas de diferencia. Empecemos por The Auters. Coming Up es bueno, aunque siempre meteré delante el Sci-fi Lullabies, una joya oculta, te la recomiendo. Salut mestre-friend
Los Auteurs son una gozada pero más gozada si cabe a mi gusto son una década antes en una onda algo similar los Jacobites. El Sci-fi Lullabies es para mí el mejor disco de Suede, no conté con él al tratarse de caras b de singles.
jacobites, una joya absoluta, eso por no hablar de las que Nikki Sudden nos dejó en los 90, red Borcade, la canción con Tweedy me encanta, es una maravilla escondida en los 90, eso por no hablar de Tresure Island. Uff, hablando de Tweedy, el Being There de Wilco del 96, otra joyaca doble del 96 que está en proceso para Exile. Jacobites grandes!!!
Bueno, parece que os habéis animado con los 90… no seré yo el único al que le gusta esa maravillosa década. Gran disco, gran grupo, y para mi sin dudarlo su obra maestra junto a Coming Up. Este disco y su edición Deluxe conforman un compendio difícil de igualar con grandes caras B y rarezas.
Abrazos truferos.
je je je, noventeros totales, ni que lo digas Savoy, sabía que este grupo y este disco te gusta mucho, es que aquella época para míi fue muy importante, que luego pocos discos lleguen con la etiqueta de POM, está claro, pero fue una gran época de relevo generacional. Saludos Savoy
Pues fíjate Chals que el otro día cuando Nikochan posteo el de los OCS me hizo recordar aquello que siempre pienso sobre los discos más o menos asignados al brit's 90: los únicos dos álbumes que realmente me plantearía subir de 9 son el segundo de Supergrass y, precisamente, este que hoy nos traes (ya comenté no hace mucho que lo mejor que salió de las islands para mi en esa década son otras things). Tremendo el estreno de Suede, hay quien prefiere el segundo por su rollo conceptual y demás, pero la frescura reunida en este primero me lo hace netamente superior. Como superior es tu entrada amigo Chals. Bravo y abrazo guzzero.
Pd. Si se considera brit-pop 90's el "new wave" de The Auteurs es el único realmente posible 10 de toda esa martingala en mis cuentas (que si no lo pongo me quedo cojo).
Tenía la intuición de que este disco en el fondo es muy guzzero, suena mucho al indie de los 80, aunque creo que los 90 dieron unos cuantos discos más de 9, por ejemplo This Is Hardcore de Pulp me parece una joya como la copa de un pino, había mucha morralla, vale, pero como en todas las épocas, saludos Guzz
Lo cierto es que en los 90 yo ubico puros dieces (no muchos pero "haberlos los haylos" y sin contar con los esporádicos petardazos de los grandes que ya estaban de antes), hacia referencia en todo momento a todo el asunto brit de marras. Re-abrazo guzzero Master Chals !
Por supuesto!!! Ahí tenemos el Automatic de Rem, a Bukley, Young!!! Saludos