Cuentan que para llegar a lo más alto en el mundo de la música hay que ser como los toreros y conquistar las plazas más difíciles. Llegado el caso, a muchos artistas musicales no les viene nada mal un disco en directo con el público nipón de fondo para demostrar que triunfaron hasta en el país oriental donde nace el sol.
Por mi parte, que no estuve en Japón, nunca olvidaré cierto concierto que presencié de PUBLIC IMAGE LIMITED en la recta final de sus mejores tiempos. John Lydon llevaba ya algunos años sin ser ‘el podrido’ pero allí, en el viejo e inolvidable Pachá Auditorium valenciano no cabía un alma. La mitad del aforo había acudido esperanzado en escuchar temas de los Sex Pistols (acabó el concierto con “God save the queen” para delirio de ese sector), una cuarta parte por las exitosas “This is not a love song” o “Rise”, y el otro cuarto por una propuesta distinta que mantenía la actitud y el feeling pero que en un momento determinado era menos ilusa y utópica que su anterior etapa. Y allí apareció Juanito ‘el ex-podrido’, sin sentido del ridículo (como debe ser), con el pelo rosa y dos patas de gallo amarillas que colgaban sobre su cabellos puntiagudos. Menudo fenómeno el colega, la mandíbula desencajada había perdido la orientación y el equilibrio, y los ojos se hallaban totalmente desorbitados, acaso por secuelas anfetamínicas, acaso porque las apariencias engañan, acaso porque sabía interpretar y explotar perfectamente el personaje que había diseñado para su carrera.
Acababa de llover en Tokyo |
Pero vayamos al disco que nos ocupa. Este “Live in Tokyo” contiene la esencia en vivo de los primeros tiempos de un proyecto destinado nuevamente a derrocar los cimientos en los que se asentaba el rock establecido, pero con una diferencia clara respecto a los Pistols, y es que no andaba en la retaguardia el codicioso productor Malcom McLaren dispuesto a sacar la máxima tajada de esta nueva situación. Para ello John Lydon se acompañó de gente como Keith Levene (guitarrista con los Clash de la primera época) o Jah Wobble, dos piezas esenciales en el engranaje primerizo de P.I.L.
Perdido por las calles de Tokyo en el año 1983 |
Los tres primeros cortes que abren este estupendo disco en directo pertenecen al primer álbum de esta formación publicado en 1978. Se trata de tres escupitajos directos al cerebro formados por la incendiaria «Annalisa«, el sermón psicodélico titulado «Religion» donde asalta contra toda la hipocresía manipuladora de la religión cristiana dejando en sospechoso y desconfiado entredicho a la parafernalia de iconos que la rodea, y «Low life«, grandioso ataque a esos egocéntricos burgueses enamorados de sí mismos que se creen el centro del universo y que constantemente simulan que son los tipos más enrollados del planeta Tierra.
Escrito por Johnny ‘JJ’
* Este artículo fue publicado originariamente en el siguiente enlace del Espacio Woodyjaggeriano, y también fue en otro día de San Valentín.
PUBLIC IMAGE LIMITED (P.I.L.) – «Live in Tokyo» (1983) – 7’8/10
of romance 6. (This is not a) love song 7. Death disco
8. Bad life 9. Banging the door 10. Under the house
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Como bien dices estos eran mucho mas innovadores que los Pistols, aunque la rabia de aquellos y su codicia sónica era tremenda, un disco excelente que hace años que no pincho y que me ha alegrado que hayas recordado en una de tus brilantes crónicas.
Un abrazo master.
Me congratula que te haya gustado, mysuperfriend. Se intentó hacer con todo el amor del mundo para un día tan significativo en la sociedad de consumo. Yo soy de los Pistols por principios morales y éticos pero reconozco que PIL es uno de los grupos más innovadores de aquellos brillantes años. Recibe abrazo.
Jodo brother, vaya melocotonazo de disco, esto es dinamita para los pollos con Juanito "el podrido" dándolo todo. Desconocido por mi, espero pronto me lo arregles.
Brazzzzos.
Juanito el Podrido es mucho Juanito, brother, y lo sabes. Este finde intentaré arreglar todas las cosas pendientes. Incluso si me da tiempo hoy para que puedas ir a celebrar San Valentín y pedirle matrimonio a Zaremba al compás de "This is not a love song, happy to have…" Recibe mi brazzzzzzo.
Nunca me atrajo el sonido de Pil, aunque le admire por reinventarse de aquella manera, algo sumamente difícil con el disco de los bollocks a la espalda. Excelente reseña. Saludos
Idem de lo mismo me decía este fin de semana pasado un íntimo amigo mío a raíz de este artículo, my mestrefriend. Personalmente, ya lo digo en el post, me gustan más los Pistols, para mí no hay color, pero reconozco ese toque novedoso de PIL al que considero una de las bandas más innovadoras de aquellos años. Incluso te digo como le dije al amiguete, creo que algún día, quizás cuando palme El Podrido, se le reconozca mucho más lo que hizo con PIL. Gracias por lo de la reseña, fue un dardo al corazón del cansino de San Valentín. Abraçada.