Especiales Críticas Discos

John Hiatt es un artista de fondo que ha cimentado su carrera a base de buen hacer, además siempre percibí a este cantautor con un halo a clásico como si se tratara de un miembro perdido de The Band, aunque no puede decirse que soy un fan de base pues le conocí con Master of Disaster, pero sus últimos discos merecen mucha atención, The Open Road crece con las escuchas, y Dirty Jeans And Mudslide Hymns me entusiasmó y me sumergió en su discografía remontando un río amplio y caudaloso que me llevó hasta Bring The Family, obra singular y especial en la carrera de Hiatt.
Los antecendentes personales al presente disco son realmente escalofriantes, el no conseguir el éxito con sus discos anteriores es lo de menos. Además de su relación con las drogas y el alcohol, en el aniversario del nacimiento de su primera hija Lily y en plena rehabilitación, su esposa Isabella se suicidó. No pretendo recrearme en su desgracia puesto que es difícil empatizar con estas situaciones por la gravedad del asunto, pero sí que quiero quedarme con el mensaje de Hiatt y su invitación que empieza desde el título, «tráete a la familia, me encuentro bien, todo pasó, dejadme que os cuente».

Bring the Family tiene esa misma esencia que tiene el blues para cantar las penas, para quitarse el peso de encima sonriendo, es la pureza con la que imprime la máxima «la vida es maravillosa» desde la mala experiencia, como el «I was here» rascado con una navaja en un baño público maloliente y sucio, el estuvo allí y está aquí para contarlo, para decirnos que el amor le ayudó a ver salir el sol, que nunca es tarde para aprender, que la compañía es importante, que pese a lo nefasto de una situación siempre hay un mañana desde el que resurgir, da igual que sea en la juventud o en la vejez, lo importante es que sea de verdad, y aquí Hiatt encontró su camino hacia esa verdad.

La carrera de Hiatt se encontraba en punto muerto, su margen de acción se reducía a la escena de clubs de Santa Mónica, hasta su encuentro con John Chelew, promotor de conciertos y catalizador de este cambio en su rumbo musical, le confesó que lo que hacía cada noche en los escenarios no se correspondía para nada con la música de sus discos. Ambos se propusieron llevar al estudio lo que acontecía cada noche sobre las tablas, a tal efecto Chelew puso a disposición de Hiatt una side-band de ensueño, Ry Cooder, Jim Keltner y Nick Lowe (juntos grabarían posteriormente como Little Village), en tan sólo cuatro días plasmaron en al plástico diez canción sin desperdicio ni relleno.

Todas estas circunstancias hacen este disco especial, y no sólo por el éxito que alcanzó (por fin), más bien porque por primera vez Hiatt rompía el cascarón de muy buen escritor de canciones sardónicas e inteligentes, que ya es mucho, a mostrarnos al verdadero Hiatt, pues el Hiatt de Bring the Family tenía la verdad de quien supera el naufragio y abraza la vida de nuevo, es sincero y visceral. No es que su obra anterior no merezca la pena, al contrario, Two Bit Monster es un disco reivindicable como el que más, y desde siempre demostró ser un buen escultor de la canción, Riding with the King mostraba a un songwritter refinado, sin olvidar como le veneraban otros artistas, ahí quedaron las versiones que se hacían de sus canciones, como The Usual por Dylan, y la colaboración con Ry Cooder y Jim Dickinson en la canción The Border Line.
Portada del disco en Demon Records de UK

Abre el disco con Memphis in the Meantime, un pseudorockabilly-blues con versos buenísimos «Sure I like country music, I like mandolins But right now I need a telecaster«, remata en su irónica huída de Nashville, donde residía, con un buenísimo «But I don’t think Ronnie Milsap’s gonna ever Record this song«, Hiatt estaba a esas alturas hasta los mismísimos de Nashville y de las country stars. Los primeros compases de Alone in the Dark justifican la presencia de sus compañeros que aportaron un gran arte a la confesión de Hiatt sobre su pasado de alcohol y drogas, suficiente como para darse cuenta de que estamos ante uno de los discos de los 80.

Con este disco Hiatt estaba por primera vez en el Billboard, y con el single Thing Called Love entró en las listas mainstream del rock, fue popularizada años después por Bonnie Raitt, Hiatt acepta su condición, un signo de recuperación de su autoestima «I ain’t no porcupine, take off your kid gloves, are you ready for this thing called love», un puente del country-rock hacia la New Wave a la que se acercó en sus inicios, sin ir más lejos el año anterior se le colgaría el título del Elvis Costello americano después de una fantástica colaboración con el inglés con una versión de Living A Little, Laughing A Little de los Spinners. Lipstick Sunset con la guitarra de Cooder imprimiendo sentimiento a cada una de las notas. Y llega Have A Little Faith In Me, mega éxito absoluto, estoy seguro que a Hiatt no le molesta ser recordado por este éxito puesto que suena a clásico del soul de los 60, sentimientos y emociones universales que podría perfectamente compartir repertorio con el Lean On Me de Withers, mil veces versioneada, merecidamente es uno gran éxito del que estar orgulloso.

Bendita guitarra de Cooder en Thank You Girl, homenaje a su segunda esposa a quien agradece su renacimiento, la cosa es así, este tipo de catarsis dificilmente pueden llevarse a cabo sin alguien a tu lado que incondicionalmente te ofrece apoyo, que sabe que saldrás del hoyo y que te proyecta todo lo bueno que está por venir, fue single y en su cara B se encontraba el clásico My Girl de los Temptations en un dueto junto a Loudon Wainwright III que cosechó un gran éxito, Hiatt le devolvería el favor al sr.Wainwright grabando otro dueto para el single Your Mother And I. Tip My Tongue habla del daño que pueden hacer la palabras cuando no se miden y se estampan descontroladas hacia el ser querido. Y el Hiatt más concienciado y más reconocible al de hoy en día aparece en Your Dad Did. Su rock-roots nuevaolero encontraba su contrapunto emocional con unas baladas que tranforman las piedras en barro, agridulces tal que Stood Up, donde aparece de nuevo el alcohol, y cierra el disco con la confesión Learning How To Love You donde sella su amor con su nueva esposa, Hiatt tiene el soul corriendo por las venas.
Con Bring The Family consolidó un estilo propio donde se daban cita todas sus influencias, el blues, por supuesto Dylan y también la esencia soul que siempre le fascinó y que versioneó en sus inicios. Además con el valor añadido de hacernos partícipes de su catarsis y el renacimiento emocional que marcó el nuevo inicio de una carrera admirable. Quedan atrás los días de incertidumbre, abrazando de nuevo el amor. Una invitación a la escucha positiva ante la vida.

Por Chals
Escrito en ON THE ROUTE

John Hiatt – «Bring The Family» (1987) 10/10

1.- Memphis in the Meantime / 2.- Alone in the Dark / 3.- Thing Called Love / 4.- Lipstick Sunset / 5.- Have a Little Faith in Me / 6.- Thank You Girl / 7.- Tip of My Tongue / 8.- Your Dad Did / 9.- Stood Up /  10.- Learning How to Love You


11 respuestas

  1. Acojonante disco, lo compre en vinilo y lo amo tanto que me da miedo pincharlo, mi favorito de Hiatt sigue siendo master of disaster pero este es el disco clave, rock, americana y mucho, mucho soul…gran disco y gran entrada.
    Un abrazo y buena semana

    1. Yo en vinilo tengo el siguiente, Slow Turning, y este en vías de búsqueda y captura, un grandísimo disco, gracias Addison por pasar y comentar. Saludos y abrazos

  2. Siento decir que nunca le presté la atención a este buen hombre. Nunca me metí en su obra y seguro que me gusta porque tiene todo para ello. Como soy un alumno aplicado me pondré con este disco esta semana que de Santa ya tiene poco. Un abrazo.

    1. Pues no te pierdas al menos este disco, incluso te diría que el siguiente aunque no tenga esta alineación de auténtico lujo, inténtalo que no te arrepentirás.
      Saludos y abrazos

  3. Este disco es muy muy muy obramaéstrico…yo le comparo mucho con Car Wheel On a Gravel Road de la Lu, es ese tipo de disco llenos de sentimientos vertidos para escuchar sobre cuatro ruedas, escupiendo verdadades y redimiendo pecados de amor. Es una pasada. Si hay un incendio es de los 100 que me sacaría de casa a todo correr y la última canción: Learning How To Love You con ese sonido de acústica que parece el Cañón del Colorado es una personal favourite. No sé Chals , que ya me emocionó tu reseña en tu "casa" y ahora de nuevo y justamente en la "nuestra" Gracias por traer algo tan inmenso para el Exilio que uya va cargado de cosas pero que muy sólidas y eternas. Un abrazo y enhorabuena. De las cenizas nacen amores, de eso va esta POM.

    1. Una auténtica maravilla, a la sombra muchas veces de esa gran canción POM de Have A Little faith, pero todas las canciones tienen el clásico marcado de serie, esa Learning How To Love You es de llorar. Saludos y abrazos

  4. Reconozco que es un disco muy apreciado pero no es un artista que consiguiera engancharme en su día. Quizás debería darle nuevas oportunidades dada la pasión que despierta. Abraçada.

    1. Se que es una afirmación demasiado obvia my mestrefriend, pero es que los gustos están por encima de todo y se respeta, si a todos nos gustaran las mismas cosas por muy poms que fueran, esto sería un auténtico coñazo, que este disco es una POM no hay duda, pero que puede no gustar a quienes las sonoridades más ianquis (aquí con toques soul) no atraen, es también verdad. Prueba de nuevo, hay canciones impepinables aquí. Saludos y abrazos

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