Pasa el otoño en Madrid pero la fantasía nos permite imaginar que podría haber sido en Barcelona, en Bilbao, en Cádiz, en Valencia, en Moscú, en Sebastopol, en Tegucigalpa, en…, entre un mar de recuerdos junto a ella, evocando también episodios grabados a fuego lento en la memoria, desde la niñez hasta la madurez pasando por ese amar en libertad de la juventud, intentando apreciar actos cotidianos que no se valoran en su justa medida como el crujir de las hojas al ser pisadas, y con una palabra, “compartir”, y con una clave, “atados, manos y pies al corazón que fui fiel”. No ha sido ni es el único, y mucho menos el último, que haya tenido reflexiones similares. La diferencia estriba en la forma de expresarlo, difícilmente, casi imposible, con tanto arte como Don Antonio. Así empezaban sus maravillosas «3000 noches con Marga«.
En el segundo acto de este fantástico homenaje se prepara el lienzo y, cual si fuera un hechizo, la impresionante lírica de Don Antonio nos faculta la posibilidad de visualizar pueblos blancos, calles empedradas, un árbol con su nido, un negro perfil de la montaña y una gaviota que surca el cielo. Una vez captado el paisaje, entre las sombras y la perspectiva brilla el pelo de ella. Nos podemos imaginar el retrato, su retrato, demasiada grandeza.
Ya embarcados íntegramente en este acto de veneración hacia Marga, el maestro realiza la confesión pública más sincera, directa y clara a partir de una gigantesca constelación formada por hidrógeno, nebulosas y estrellas, a 1500 años luz de la Tierra. Con metáforas astronómicas, nunca mejor dicho, Don Antonio había creado una de las más bellas declaraciones de amor que se han escrito en el mundo de la música popular española, la del “Ángel de Orión”.
Buscando respuestas, andamos ahora por la cuarta introspección. Se amontonan los años y, por supuesto, las experiencias. En la encrucijada hay caminos infinitos. Los anhelos, volver a encender la luz de cruce al caer la noche, volver a luchar con estilo y con principios, enganchado a aquella señal de bus, entre números y más letras, y aquella interacción genial, la del hiperrealismo sensual, la de los dibujos animados, la de cada uno su razón. Don Antonio es el gran referente de la escuela emocional, hay que tratar de poner armonía y las cosas en su sitio a una desordenada habitación. Qué mejor que con una sinfonía que ojalá nunca terminase, de casi ocho minutos, con alusiones semi-ocultas a Nacha Pop y con particulares elementos de rock progresivo que la hacían más original.
A ritmo de swing, con fabulosos arreglos de viento, en “Cada sombra en la pared” parecen claros por donde van los tiros pero más de uno, entre los que me incluyo, podría sugerir alternativas interpretaciones, especialmente a partir de “mis pasos hacia ti, que no llegabas, y llegaste al fin”. Inmenso tema, de mis preferidos de Don Antonio.
Entre transparencias, paciencia, sueños y dolor, un día y otro, puede ser agotador y molesto aguantar ciertos comentarios de la gente. Don Antonio tenía tanto derecho como cualquiera a quejarse. Por su parte, el primer instrumental de este trabajo, “Valle misterio”, cual si fuera la parte más oculta de un enigma, sirve de anticipo para entrar en un sueño de amor, en una tregua para la pasión, para el dolor y para la razón. “Te espero porque volverás, tal vez me de la vuelta un día y estés tú detrás, te espero porque se quedó en el tintero la promesa de un mundo mejor”. Tremendo con ese intensísimo y emocionante final.
Cierra el instrumental que da título al disco, con un xilófono a modo de cajita de música con bailarina, donde el sonido de las teclas parece recrearse en los otoños junto a un ángel que vino de Orión llamado Margarita del Rio, inmortalizada para siempre en el quinto y último disco de estudio (sin contar directos, recopilatorios o colaboraciones) de Don Antonio, ese que resume en nueve capítulos, nueve representaciones, nueve percepciones, nueve ilustraciones o nueve estampas, una entrega en cuerpo y alma.
Marga del Río, al fin y al cabo la protagonista de este disco, apareció en la vida de Don Antonio en el año 1998 durante la grabación de “Anatomía de una ola”. Se convirtió en su musa. Con ella el maestro dio un giro espectacular a su trayectoria, nadie debería dudar a estas alturas que alcanzó un estado de creatividad hasta cotas insospechadas. La muerte de Marga en el 2004 supuso un durísimo golpe. Algunos siempre recordaremos aquellos conciertos de Don Antonio cuando entonaba “Me quedo contigo” y su dedo índice señalaba el cielo en señal de duelo. Un año después, con las “3000 noches con Marga« se perpetuaría para la historia un extracto del libreto que acompañaba el disco: «Hacia finales del mes de junio del año 2004, y después de pasar por el peor momento de mi vida, sin duda, comenzó la aventura de este ‘3000 Noches con Marga’. Con vehemencia enfermiza, me sumergí en una dedicación incesante a mi trabajo. Escribí, arreglé y di forma, una a una, a los temas que componen esta obra en un momento en el que, como hoy, mi corazón se hallaba desbordado por el dolor. Todo giraba en torno a la figura de Margarita del Río Reyes, la mujer que me lo dio todo por nada y a la que he consagrado mi vida entera. Lo que me quede, de ella.«
A nivel musical el maestro se mostró aplicado en su pop de orfebrería cósmica, explorando otros terrenos de rock progresivo cercanos a Pink Floyd o a Yes, de swing, de rock,… pero lo cierto es que aquel disco fue una especie de liberación. Conste que no es un trabajo triste aunque lo aparente o se catalogue como tal. «3000 noches con Marga« es simplemente una maravillosa exaltación al amor, a la fidelidad y a los recuerdos. Y se puede afirmar sin dudas que es tarea casi imposible localizar en el mundo del pop-rock una declaración de amor de tal tamaño, se dice pronto, realizada por un genio tocado con una varita mágica y llamado Don Antonio Vega Tallés.
Antonio Vega – 3000 noches con Marga (2005) – 9’5/10
1. Pasa El Otoño / 2. Pueblos Blancos / 3. Ángel De Orión / 4. Caminos Infinitos / 5. Cada Sombra En La Pared / 6. Un Día Y Otro / 7. Valle Misterio / 8. Te Espero / 9. Tres Mil Noches Con Marga
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Ahora que esta de moda por lo del documental y cuestiones familiares lo mejor es recordar su musica. este trabajo no es lo mejor que ha realizado Antonio , falto de vida que no de sentimientos . Sin embargo y como siempre hay dos o tres temas sencillamente maestros
No es ni de lejos el disco favorito mío de Antonio Vega, pero siempre había joyas en sus álbumes, sería de tontos pensar que tiene discos desechables. Lo que si que es cierto, que a veces caía demasiado en la melancolía, sea como fuere, a mi me parece uno de los mejores compositores de este nuestro país.
Brazzzzzos truferos.
En desacuerdo con ambos. Para mí “3000 noches con Marga” es el mejor y más homogéneo álbum de toda la discografía de Don Antonio, en dura competencia con “De un lugar perdido”. La inspiración que le generó Marga antes y después de su muerte es palpable hasta el punto de llegar al punto más álgido de su trayectoria. A nivel musical Don Antonio aportó en ambos discos un nuevo enfoque originalísimo a su artesanía musical. A nivel de letras no hace falta comentar. ¿Falto de vida en 3000 noches con Marga? Tras el dolor la liberación. ¿Dos o tres temas maestros? ¿Acaso los dos instrumentales de este disco no son un complemento delicioso y le dan una orientación perfecta al objetivo del mismo? ¿Y del resto cuál no estaría a la altura de esta obra o de sus mejores composiciones? ¿Caía demasiado en la melancolía? Eso es el tópico con Don Antonio. Lo suyo era divagar, dispersarse en su mundo, había languidez ocasional pero nunca decaimiento, era su estilo, el de un genio único. Dada su dosificación a la hora de publicar y las circunstancias que le rodeaban yo supe que este disco iba a ser el último grande de Don Antonio, lo que nunca pensé es que sería el último. Estamos de acuerdo plenamente en que ha sido uno de los mejores compositores, para mí un elegido, el gran referente y el mejor junto a Lapido, a la altura de cualquier artista internacional que se mente. Abrazos a los dos y gracias por comentar.
Creo, JJ, que te dejas llevar por la emoción. Pero ¿sabes una cosa? Me parece bien. A mí también me parecen esos dos últimos discos dos maravillas. Pero en 3000 noches, la voz de Antonio… Igual que en el directo último: la voz… Es como creer que Van Morrison canta igual en Days like this que en Moondance. Por otro lado, qué razón tienes en valorar el color que le vino a darle con su insistencia en las labores de guitarra, en los instrumentales, en la ampliación de estilos más allá del pop (sobre todo un toque de jazz elegante). Salud.
Me alegra mucho que así lo valores Juan Manuel y coincidas conmigo. La amplitud de miras de Don Antonio a nivel instrumental le hizo crecer de forma positiva. Por cierto no controlo el "Days like this" de Van Morrison y voy a proceder a remediarlo. Salud y gracias por comentar.
Que reseña mas bonita Johnny, me recuerda a una que escribi hace tiempo de Anatomia de una ola, creo que los discos de Don Antonio son todos buenos, no lo hay malo, este último a mi me duele un poco escucharlo, pero tiene momento escalofriantes.
Abrazo.
Efectivamente, my superfriend Addison, nada malo hay en Don Antonio. Y no solo todo es bueno sino muy bueno. Efectivamente, este disco tiene momentos escalofriantes. Me congratula mucho que te haya agradado la reseña. Abrazo fuerte.
Me acabo de dar cuenta de que nunca escuché este disco. Seguí su carrera desde el principio hasta que llegó un momento en el que dudé, me cansé. En Océano de Sol perdí algo la fé, después con Anatomía de una ola y De un lugar perdido me sentí recompensado, después el Básico me hizo temer un final y no quise ver cómo se apagaba.
El artículo es impresionante, voy a prestarle oído aunque el estilo de Cada sombra no me atrae y los instrumentales tampoco son lo mío, salvo que sean de cuerda, y en contadas ocasiones.
Gracias, querido amigo, por lo del artículo. Sinceramente yo te recomiendo mucho este disco, pero que lo escuches como un todo, como un concepto. "Cada sombra en la pared" tiene ese toque swing aunque no representa el estilo que impera en el resto del disco, a mí me gusta mucho porque la canción encierra una interpretación que no voy a hacer pública sobre una etapa de mi vida, quizás por eso le tengo un cariño más especial. Me parece lógico que en "Océano de sol" perdieras la fe con Don Antonio, a mí también me pasó similar, para mí es su disco más flojo. Lo cierto es que luego creció y de qué manera. Un abrazo y gracias por comentar.
Era un grande, bueno, que coño, ES UN GRANDE…
Coincido en que no es "el disco" sino mas bien "su disco", que aunque parezca lo mismo en realidad no es igual.
Abrazo 🙂
No está nada mal ese matiz, esa reflexión. Gracias por la deferencia en dejar comentarios. Abrazo.
Tiene que haber melancolía en 3000 noches con Marga es un disco dedicado a su compañera desaparecida aunque el siempre dijo que era un dicco optimista y lleno del amor que le dejo su querida Margarita
De amor por supuesto pero más que un disco optimista a mí me parece un disco liberador en ese mundo único de Don Antonio. Gracias por comentar, Sr.Anónimo.