Pero ¿cómo pudieron atreverse a dejar en el cajón este pedazo de pom y dejarla tantisimos años fuera de nuestro alcance? No lo puedo entender, como no comprendo como puede hacer efecto el antibiótico de tres tomas. Lo único que se me ocurre es la feroz competencia y el efecto endémico retardado del reconocimiento de la sensibilidad hecha canción. Paro para toser
Estuve el miércoles en el médico de cabecera, no me quedaba otro remedio, apuré demasiado con el viejo proceso.
Me dijo que no le visitaba desde diciembre de 2012, con el mismo diagnóstico de siempre: infección severa de vías respiratorias con una irritación de faringe de tres pares de cojones.
Proceso: noches toledanas de toses tísicas, un hilillo de aire que pasa por una boca seca ya que la nariz está blindada como Alcatraz, desesperación y vueltas a la doble almohada, poca paciencia, sensación de que molestas a todo el vecindario con tu soniquete seco, sordo, en ráfagas que te revientan la cabeza…y todo con ese sabor asqueroso a caramelos de miel y limón que se te pegan a ese paladar que ya no siente nada.
Tras escuchar mi pecho sonar como el Bone Machine, me recetó antibiótico, cómo no, ese tres en uno que no soporto, tres pastillejas para eliminar esos gremlins bacterianos que se te pegan y te hacen sentir como la vecina asmática de Trece Rue del Percebe.
Creo Señor Doctor que hubiera sido mejor que en la receta hubiera puesto Bob Carpenter-Silent Passenger porque lo cierto es que sigo mal, estornudos, toses, sudores, pañuelos y vasos por todos los lados y sólo me alivia y despeja verme sumergido en los poderes curativos de este tesoro oculto dentro de esa mítica década de los songwriters o plastautores, según se mire, ese pozo insondable que son los setenta.
Sinceramente, no pensaba que fuera de tanta categoria. Vale bien, estaba la pista de la reedición en vinilo en la reseña del Mojo o el Uncut ( Creo que en realidad en su tiempo ni se editó o si se hizo , fue más tarde, en los ochenta y cuatro copias para los que lo buscan todo)
Os aseguro que para mi en esta semana se ha convertido en el fármaco definitivo, el que me da una clara esperanza de mejora a cada escucha.
Ya sé que el pasado sábado tocó otro buried treasure de los setenta y el songwriterismo con John Phillips y su disco pero no lo puedo evitar, tengo que hablar de Bob Carpenter y su Silent Passage, se lo debo.
Vamos a centrarnos diciendo que Bob era canadiense ( eso ya es un punto a su favor), que tenía una voz de engrudo y arena, varonil y ancha como la de Terry Callier, el soulman jazzy de Chicago, menos alcohólica que la de Joe Cocker pero con su rajo y casi se podría decir que era un alter-ego en chico de Marianne Faithful con ese desgarro romántico.
Contaba con un don para componer mágico y que se quedó en una producción de 10 canciones como 10 soles, punto. Vamos que Nick Drake fue una coneja comparado.
Es tan extraordinario el album que en él tenian que estar tocando luminarias de la mafia de L.A. aunque no suene a California sino más a North Country y más a Bill Fay, mucho más inglés. ( por cierto, Bill saca disco en Marzo, me enteré ayer y tambien ello ha contribuido a encontrarme mucho mejor)
La portada nos dice mucho y nada porque tampoco encaja en lo sinfónico o progresivo pero si se distingue de lo country si bien los buenos de Midlake lo recuperaron en una recopilación de favoritos que les editaron. Vamos pillando la onda…
Silent Passage me deja el regusto de la menta fresca y no de los putos caramelos, como si fuera un Gordon Lightfoot soulizado o astralweekizado o un John Martyn de norteamérica, o , mejor dicho: una vesión tres en uno si sumamos a Cat Stevens on his prime.
Es extraordinario Bob Carpenter y su Silent Passages, extraordinario.
Y ves que era la época del Paris 1919 , de No Other o Lost Generation o del Leonard algo más trabajado del The Old Ceremony y que Dylan estaba enrredado en el azul tras enrredarse la buena de Joni.
Pero ¿cómo pudieron atreverse a dejar en el cajón este pedazo de pom y dejarla tantisimos años fuera de nuestro alcance? No lo puedo entender, como no comprendo como puede hacer efecto el antibiótico de tres tomas. Lo único que se me ocurre es la feroz competencia y el efecto endémico retardado del reconocimiento de la sensibilidad hecha canción. Paro para toser.
«Joserra, conmigo no hay receta de la SS ni copago» |
A los tambores Russ Kunkel, casi nada! pianos y órganos de Bill Payne de los Little Feet y su lider el grandisimo Lowell George (al que se parece Bob pero en rubio) a la bottleneck, Ane Murray y Emmylou Harris poniendo el vello de punta en algún tema y a la steel the great late Ben Keith y Buddy Cage. Bajo Lee Sklar, es decir, mucho nivel. Y en un proceso d egrabación que va de 1971 a 1974 ( la era dorada de los compositores de canciones con guitarras de palo)
Y unos arreglos de cuerdas dignos de Randy Newman y sobre todo, insisto, canciones que son CLÁSICOS a la primera escucha.
La primera cara es de escándalo: Miracle Man se sale en su medio tiempo algo honky tonk, ese que tanto gustaba a Elton John en el disco de los vaqueros. Y Lowell brilla y te recuerda a esos primeros discos de Bonnie Raitt o a Bobby Charles y su disco con casi todos los de The Band. Preciosa.
La menina y donde está la Harris haciendo lo que un año más tarde haría con Bob en Desire es, sin duda, Silent Passage. Tremenda maravilla que te arranca el corazón de cuajo.Creo que ha hecho más ella de antitisígeno que todos estos potinges y pañuelos, zanahorias metidas en limón y miel y llamadas a mi pobre madre para que me dé el remedio a esta enfermedad que sólo la cura la paciencia y el tiempo. Balada para enmarcar, de las mejores de los setenta, creedme.
Old Friends tiene un aire al One More Cup of Coffe de His Bobness pero suena de auténtico lujo, trepidante y gitana, con trompeta de la cabra incluida.Unos coros gospel le dan ese aire a las composiciones de Leon Russell muy de la época (qué época!) pero en diferente, en distintivo, en pura finesse.
Con el acompañamiento exclusivo de los violines, el órgano del de los Little Feet y su guitarra acústica, First Light entra en terrenos absolutamente embriagadores para los que amamos a Bill Fay y a Terry Callier. Tim Pirie y Milan Kymlicka son los responsables de esos arreglos celestiales por lo que es necesario citarlos.
Morning Train cierra la cara A y es otro tema redondo, Gene Clark estaría orgulloso de haberlo compuesto.
La cara B es más introspectiva, más Astral Weeks. Comienza con la estremecedora letanía que es The Believer que me rio de Lamontagne y Rice, Bob Carperter es ambos juntos y en versión cinco tenedores y sin mariconadas. Y su disco no se editó , como no se me edita este catarrazo integral. Emocionante canción y aquí marcamos como referencia a Richie Havens, acordes amplios de guitarra martin y voz de roble canadiense.Sublime.
Gypsy Boy es la más british, como de bosque por lo que para nada se puede incluir este descubrimiento o reedición del año como west coast music o country-rock como dice la etiqueta , esto es otra cosa, esto es como un Astral Weeks o un No Other de un autor único llamado Bob Carpenter.
Como el Tin Angel del Tempest de Bob, también se recrea en ambientes mitológicos pero sin irse por esas ramas prog que a mi , siempre me descentran y acabo por dar al stop.
Esto es orgánico. Sorprende la variedad entre los 10 temas. Y ahora, con ésta, recuerdo el Veedom Fleece del León de Belfast.
Mi favorita personal o ese ratito donde más se me han despejado las fosas nasales es Down Along The Border. Su extrema e histérica belleza le hace hermana gemela de Be Not So Fearful de Bill Fay o incluso de los mejores temas de Rodriguez por lo que he decidido meterlo entre ese primer trabajo de Bill y el Astral Weeks, tratando de ordenar el inarticulado discurso del corazón, que es en realidad lo que es Silent Passage. A John Grant le habrá encantado hacerse con una copia de esta magnífica reedición, estoy seguro.
Siguiendo el tono reflexivo de la cara B, Before My Time no baja para nada el nivel. Es de esos discos que puedes escuchar sin parar porque no cansa y suena como la naturaleza y las estaciones, los gestos y las sonrisas incluso como las preocupaciones y las enfermedades pasajeras, suena a vida encapsulada, a amor verdadero, a ser humano del bueno, del que quiere y se deja querer.
Ahora el pañuelo de papel, Kleenex salva su campaña con mi consumo de esta semana, lo saco para secar las lágrimas que produce escucharlo a solas pero sabiendo que sonará pronto la puerta y entrará alguien, da igual su grado de consanguinidad, afinidad o amistad.
Para rematar esta sinfonia de canciones perfectas está Now & Then, con la desdicha de que esto es lo que hay con Bob Carpenter, nada más y que bien podía ser del Tea For the Tillerman del ahora Yusuf, la última canción de las diez que grabó.
Sabemos que murió en los noventa de un cáncer, que se recluyó a un monasterio budista, también Cohen, y que su vida fue muy perra porque manda huevos que grabara semejante disco y no se lo editaran en fecha. Hoy lo sacan todo y la mayoria es una auténtica basura.
No tuvo suerte pero Bob Carpenter (no confundir con el de la Nitty Gritty) dejó una receta firmada con un único medicamento natural que cura del todo y se llama Silent Passage y mira por donde he tratado de escribir todo este rollo, sólo para agradecérselo.
Tenlo en tu botica, mano de santo, un clásico, un cinco jotas que en vinilo suena cálido como pocos.
Doug Paisley ha sido el mentor de esta edición necesaria.
I can´t imagine, that´s my problem,
I´m searching always for better weather
The coast is rough and the tide is running,
I´ll chase my shadow, ´till I remember
Bob Carpenter – Silent Passage (1974) (2014)
9, 5 -10
Cara A
1. Miracle Man / 2. Silent Passage / 3. Old Friends
4. First Light / 5. Morning Train
1. Miracle Man / 2. Silent Passage / 3. Old Friends
4. First Light / 5. Morning Train
Cara B
6. The Believer /7. Gypsy Boy / 8. Down Along the Border/
9. Before My Time / 10. Now and Then
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Excelente. Un gran descubrimiento para mi.
Saludos.
Gran descubrimiento, por mi no pares de descubrirme plastautores de este pelo, he escuchado por ahi en streaming alguna canción, y menuda joya Joserra. Este año tambien lleva pinta de traernos un buen puñado de plastautores. Gran reseña y que te mejores.
no lo conocí y ayer gracias a su generosidad disfruté con el descubrimiento…. qué cosa más buena!!!! a mejorarse!
pues voy a por el
Segunda semana consecutiva que me entregas una virguería ignota por completo para mi… Esto es Joserra Deluxe y lo que más agradezco. El peligro de que se te escape algo como esto, que suena a manjar del olimpo ciertamente, me parece mucho más necesario de subsanar que el conocer la nueva supermasterpiece de hace un rato que diox dirá donde estará el año que viene (y aún con toda la ingente colección de excepciones a cuestas)… Y para ello necesito el testimonio o la culturilla de los que saben más, es de cajones. Bravo Master y abrazo guzzero (y siga por esta senda que todavía me queda libreta para apuntar !).
Voy ahora mismo a spotify a oírlo, gracias por la recomendación y por la maravillosa reseña. También me alegra muchísimo que el abuelo Bill saque disco, cada día se hacen más imprescindibles los songsters mayores. La arruga es bella. Póngase bien!
Coño el miercoles es el dia que nos encontramos y me dijiste que tenias medico a la tarde, putos antivioticos de tres tomas, no hacen nada, no tienen tiempo coño.
al final el viejo rock nos termina curando, del disco no te digo nada, te hago caso y lo busco, no lo conozco pero pinta de miedo.
sigue con la medicina buena brother.
Abrazo.