Al hijo de la afro-jamaicana Cedella Booker y el capitán inglés de los Marine Reales Norval Marley le esperaba una vida inimaginable, desde luego nadie hubiese apostado ni un céntimo porque aquel bebé mulato nacido el 6 de Febrero de 1945 en Nine Miles, Saint Ann Parish (Jamaica). Robert Nesta Marley Booker pasó una infancia dura pero a través de sus ojos se veía el mojo, la magia, pues él era especial. Sus inicios como digo fueron durísimo como bien nos cuentan en el magnífico documental «Marley» del 2012. El director Kevin McDonald nos lo explicaba con pelos y señales: Su padre, un capitán del ejército más blanco que yo, le abandona sin miramientos, su marginación por ser mulato, su traslado a Trench Town, su rastafarismo, sus inicios musicales, su llegada a London, su fichaje por Island, la desbandada de los Wailers, su éxito rotundo, su paternidad, su éxodo, su enfermedad… curiosa la herencia genética que le dejó papá Nesta, un puto cáncer de piel que acabó con su vida y que en aquel documental cuentan con delicadeza pero sin omitir nada, desde su traslado para obrar el milagro a una clínica de Alemania, la caída de las rastas y esas imágenes de la sombra que el otro Bob fue un día volviendo para morir en su amada Jamaica. «El dinero no puede comprar la vida», dice la leyenda que le dijo Marley a su hijo Ziggy en el último suspiro que le quedaba. El otro Bob nos dejaba un legado de canciones inigualables, un buen puñado de obras maestras musicales que todavía hoy suenan frescas, discos considerados independientemente del género musical obras esenciales. El único y genuino artista global, el ejemplo claro de lo que significa tener «el mojo», la magia, el estar tocado por una barita. Su música, sus canciones, siempre estarán ahí para llegarnos al alma, su espectacular y sobresaliente obra: “Soul Rebels” (70), “Catch a fire” (73), “Burning” (73), “Natty dread” (74), “Exodus” (77), “Kaya” (78) de la que en el Exilio queremos dejar constancia. Ya apareció por esto lares su obra magna, su POM que dicen algunos, su mágico «Exodus» que contiene una de las mejores «caras B» de la historia, pero claro, hoy no vengo a hablar de aquel disco sino de mi favorito, del disco que le abrió puertas y tendió puentes, su quinto disco pero el primero con Island.
«Catch a Fire» es ese disco que todo el mundo debería tener grabado en su cerebelo. Es sin duda uno de los cien mejores discos de la historia. Una Puta Obra Maestra. Bob y The Wailers. Unos Wailers que comenzaban a estar en pié de guerra, unos Wailers que después de aquello comenzaron a desquebrajarse, a quemarse (sobretodo en Burning). Durante la gira Londinense del disco que hoy nos ocupa los Wailers se cansaron: de no cobrar, de pasar frío, del excesivo protagonismo de Bob…, y Bunny dejó la banda aunque tuvo sus idas y venidas, después de «Natty Dread» se fue definitivamente y al poco lo hizo el señor Tosh. De entrada «Catch a Fire» fue un fiasco se mire como se mire, y puede que después de «Burning» y las versiones de mano lenta Clapton en su «461 Ocean Boulevard» abrieran los ojos al público y sobretodo a la crítica, desde entonces todo lo que tocaba se convertía en oro, al menos en lo musical, con todo lo aprendido parió solito «Exodus», ya a su aire, y rozó la perfección, nos llevó al paraíso pero en «Catch a Fire» había esa adorable imperfección, había una gran banda, un grupo de amigos creando magia. Estaba esa sección rítmica de otra galaxia que definió la música reggae, estaba Bunny Livingston y sobretodo estaba Peter Tosh, tres grandes voces, tres grandes compositores y tres grandes personalidades, pero por encima de todo había grandes canciones y cono no, esa mítica e icónica portada.
Catch A Fire de 1973 es una verdadera joya, un viaje por el tiempo por la Jamaica opresiva, por la lucha contra el poder con unos Wailers en estado de gracia y un Bob Marley aún tímido e inconsciente de su propia calidad. “Concrete Jungle” abre el disco con esa intro lenta y envolvente, poniéndonos en situación, transportándonos a un estado casi místico, abriéndose paso con ese ritmito caribeño para no abandonarnos en todo el disco.“Slave Driver” con unos coros impresionantes, acojonantes diría yo, se te mete en el hipotálamo y te deja fuera de combate. Pura magia. Hay que dejarse llevar, esto con un poco de «hierbita» es la bomba… se te va la cabeza, el cuerpo se balancee…. catch a fiiiiiire…. Es el momento de Tosh con dos composiciones suyas donde toma absolutamente el mando: “400 Years” y “Stop The Train”. La primera sigue las pautas de las canciones de Marley, marcando las bases del nuevo reggae, y la segunda nos deja entrever esa faceta más pop, más comercial que vendría en sus siguientes trabajos, en cualquier caso ambas son absolutamente geniales, y Tosh con esa magnífica voz, una voz muy pero que muy diferente, pero peor?, no lo creo, en este momento la lucha de poderes estaba al 50%, ganó Marley, pero Peter manco no era; y para cerrar lo que vendría a ser la cara A encontramos“Baby We’ve Got A Date (Rock It Baby)” con un ritmo pop-caribeño bellísimo y unos coros con Rita al frente que quitan el hipo, asombrosa.
El único single incluido en Legend, “Stir It Up”, es el encargado de abrir la cara B, amén. Poco que decir. Simplemente es magia, es orfebrería pura. Hace un tiempo la escuchaba mientras un gigantesco sol anaranjado se escondía en Santorini…. resultado? me enamoré de la Isla y de esta canción. «Kinky Reggae» es puro Marley: ritmo en el cuerpo, sucio y perverso pero manteniendo la dulzura, una de mis favoritas junto a «Slave Driver». “No More Trouble” es una pequeña obra maestra que nos enseña todo lo que Marley será capaz de hacer. Cierra esta descomunal POM “Midnight Ravers”, un gran final para un disco gigantesco. En la edición especial se añaden dos bonus tracks grabadas en la misma sesión “High Tide Or Low Tide” y “All Day All Night” que no desentonan y que hubieran podido estar en cualquier otro disco del rey del reggae. Marley con este disco abrió la puerta del reggae al mundo, influyó en muchísimos artistas y generó muchos movimientos musicales, sin ir mas lejos la base del Punk es puro Reggae, y no lo digo yo precisamente, lo decía el mismísimo Joe Strummer (al leer este nombre por favor levantaros y hacer una reverencia después de santiguaros), y claro “Cath A Fire” a pesar de los éxitos que le siguieron es sin duda su mejor disco, su obra mas pura, menos inglesa, menos comercial, pero mas disfrutable y auténtica. Uno de mis discos, uno de esos discos, una POM, uno de mis clásicos nikochianos.
Bob Marley and The Wailers – «Catch a Fire» (1973)
10/10
01.- Concrete Jungle/ 02.- Slave Driver/ 03.- 400 Years/ 04.- Stop That Train/ 05.- Baby We’ve Got a Date (Rock It Baby)/ 06.- Stir It Up/ 07.- Kinky Reggae/ 08.- No More Trouble/ 09.- Midnight Ravers. Bonus track: 10.- High Tide or Low Tide/ 11.- All Day All Night
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Mis gustos estan alejados del reggae pero confieso que hay varias cosas de Marley que me gustan además me he enterado de cosas de su vida que desconocía.
Abrazo.
Querido Addi, el otro Bob es especial, es uno de los más grandes independientemente de estilos y manías. Un genio. Un mago. Vale, es reggae y tira para atrás a muchos pero en realidad es rock, es música galáctica. Y su vida…. increíble. Si puedes no dejes de ver su documental "Marley". Brutal.