Críticas Discos

La Inglaterra de los noventa decidió ponerle nombre a su enésimo movimiento cultural, decidió venderlo, crear sus mitos, sus guerras.. y como siempre lo vendió todo con una facilidad pasmosa. Existía una necesidad de dar algo a la juventud diferente a lo que venía desde el otro lado del charco, y como siempre tiraron de tradición, tiraron del té y las tostadas, de los bollitos untados, del fútbol de los sábados, del rosbif de los domingos y del billar en vacaciones, se encomendaron a las reuniones con los amigos los viernes en el pub…. Sí, abrazaron por enésima vez el sonido british, el sonido de The Kinks, de The Beatles y Small Faces, lo vistieron de modernidad y…. et voilà! les presentamos el Brit-pop con su correspondiente retahíla de bandas: Oasis, Blur, Ocean Colour Scene, Suede, Radiohead, Elastica, The Verve, Delirious?, Pulp, Supergrass, The Auteurs… La verdad es que enumerando los grupos tampoco es que tuviesen demasiado parecido entre ellos lo que refuerza que tal movimiento sí fue una invención, que se vendió mucho humo pero también es verdad que todos esos grupos, sin ser tan grandes como nos quisieron hacer ver, tienen discos fantásticos. Todo aquello se vino abajo rápido y tal vez sea destacable la evolución de Blur, más bien de Damon Albarn, y por supuesto de Radiohead que te gusten o no se les debe dar de come a parte.

Siguiendo con la historia y viendo lo que se cuece en yanquilandia con la vuelta del sonido blues-garagero-revivalista de mano de The Strokes, The White Stripes, The Black Keys e incluso los suecos The Hives o los autralianos The Vines…. los ingleses se inventan el post-Britpop… manda cojones!!! que no es nada, simplemente las sobras de aquello que hacen de bisagra entre aquello que fue y lo que acabo siendo con Snow Patrol, Elbow, Embrace, Starsailor, Doves, Keane y por supuesto los hoy muy odiados Colplay que haciendo de abogado del diablo me gustaría reivindicar sus dos primeros discos…. Como decía Radiohead son un raro caso de estudio. Si The Verve con «Urban Hymns» y Blur con su álbum homónimo enterraron al Britpop en 1997, ese mismo año Radiohead con su POM «OK Computer» y en menor medida Travis con «The Man Who» en 1999 mantenían la esperanza de grandeza musical en las Islas, los primeros abrazando el rock y retorciéndolo hasta sonidos insospechados y los segundos tirando más de tradición. dos grandes discos con más similitudes de lo que uno pueda inicialmente imaginar, dos caminos distintos que corrieron suertes opuestas aunque la continuación de aquellos trabajos: «Kid A» y «The Invisible Band» respectivamente, fueron todo un éxito.

La carrera de Travis es tal vez el mejor ejemplo para explicar el tránsito musical que va de aquel Britpop hasta la pastelada de los últimos trabajos de Coldplay. Son ese grupo bisagra que ni estuvo al principio ni al final, que se quedó en medio pero que por suerte nos dejó dos grandes discos, el que hoy nos ocupa, el magnífico «The Man Who» y la susodicha continuación «The Invisible Band». Ni antes ni después hicieron mejores canciones, y así como aparecieron, se fueron apagando, sin hacer ruido, sin casi darnos cuenta lo que sin duda parece definirles como una banda segundona aunque esos dos discos se empeñen en hacernos la contraria. Travis es/era una banda escocesa formada por Andy Dunlop, Dougie Payne, Neil Primrose y Francis Healy: su líder, cantante y compositor. Debutaron con «The Good Feeling» en 1997 (el año del despelote de Radiohead) que era un disco muy Britpop, un disco algo flojo, regulero que dirían algunos, un debut tímido donde creo yo aún buscaban su identidad y creo yo que al escuchar «Ok Computer» la encontraron o al menos supieron hacia donde dirigirse. Después de los dos discos mencionados, de esas dos grandes obras, de un período glorioso que va de 1999 al 2003 dominando las listas británicas todo se tuerce y el fruto de esos días turbulentos, aquel «12 memories», les conduce a un descenso creativo sin fin ni marcha atrás aunque quién tuvo retuvo y siempre encontramos buenas canciones tanto en «The boy with no name» como en «Ode to J. Smith» y su último trabajo donde retomaban aire «Where you stand».

El marcado inicio britpop del disco es toda una declaración de intenciones, una intro inicial muy «wonderwall» para ir abriéndose camino con la bella voz de Healy, autor de todas toditas las canciones del disco. Un temón, qué coño. Radiable a tope, y es que de singles en este disco encontramos a tutiplén, tal vez por eso acabo encaramándose al podium como mejor disco de aquel año para los ingleses. «The fear» es un tesoro, un temón. Herencia sin duda del sonido de aquel entonces de Radiohead, influyentes del infinito al más allá. Este disco tiene muchos temas que evocan a la banda de Tom Yorke, eso sí, dándole una vuelta más hacia el pop que hacia el rock pero manteniendo siempre ese toque, esa magia, ese regusto como el que escuchamos en «As you are» donde la canción va cogiendo volada y acabamos con un éxtasis doloroso, una explosión vocal donde la voz de Healy vuelve a brillar. Y entonces llega la hora de los pelotazos, llega «Driftwood» para volver a definir el pop, la melodía macartniana. Tema perfecto de principio a fin, bonica del to, con un bajo estupendo, una guitarras de lujo y unos coros que son canelita en rama. «The last of the laughter» siempre me gustó, siempre me pareció cojonuda, coqueta aunque desde luego no sea de las mejores del disco quedando además en medio de los singlelazos, de la cima del disco, es decir, entre ese «driftwood» y los dos temas insignia, los himnos: «Turn» y «Why does it always rain on me?». El primero de ellos, «Turn» es un hit descomunal, escalofriante, demoledor. Temón de esos para cantar a pechopalomo allá donde uno se encuentre. Y para remate total una de la canciones de aquel año y por supuesto de finales de siglo, y es que «Why does it always rain on me?» es un tesoro, una joya, una POM en sí misma. Arreglos Beatlelianos que habían vuelto con The Verve e incluso con un toque a lo Blur de inicio pero que acaba dejándonos de pasta boniato. Temón y requetetemón. Sorprendente la armónica neilyounguera en «Luv», pelos de punta….. La admiración por Macca (quién colaboró en The Invisible Band, su siguiente trabajo) se ve reflejada en la bella «She’s so strange», muy del «White album» con ese toque, ese regusto, ese recuerdo…. puro déjà vu. Cerrando un tema larguísimo no por el propio tema sino por contener una exquisita y esencial «hidden track», primero nos encontramos con la belleza pop, a lo Brian Wilson, de «Slide show». Silencio, largos segundos de silencio hasta que aparece la oculta y radiohetera «Blue Flashing Light». Discón de Travis, discón sí, no se puede negar la evidencia, discón que tuvo una continuación excelente pero que acabó por agotarles la inspiración y acabar en el pop de melodía fácil y predecible, a pesar de eso estamos ante un grandioso disco al que no viene mal volver de vez en cuando.

Travis – «The Man Who» (1999)
9/10
01.- Writing to Reach You/ 02.- The Fear/ 03.- As You Are/ 04.- Driftwood/ 05.- The Last Laugh of the Laughter/ 06.- Turn/ 07.- Why Does It Always Rain on Me?/ 08.- Luv/ 09.- She’s So Strange/ 10.- Slide Show/ Hidden Track: Blue Flashing Light.


7 respuestas

  1. Pues siento disentir Niko, no sólo este y The Invisible band son sus mejores discos, añade The boy with no name y el último Where you stand. Y ojo con varios temas de 12 Memories, un disco vilipendiado en su día… en exceso. Evidentemente este también es mi favorito, no te lo voy a negar.

    Abrazos truferos.

    1. El disco del que hoy hablo y el siguiente son canelita. Luego no entraremos en discusión si siguen haciendo buenas canciones o no porque sí las hacen, pero discos completitos no. Y sí, este disco supongo que es el favorito de muchos. En directo son muy divertidos.

  2. Me ha encantado la reseña, más porque coincido con tu reflexión inicial, no eran grandes grupos como los de las épocas doradas pero hicieron grandes discos. Y mira, voy a estar de acuerdo, en parte, con Savoy. El 12 Memories es un gran disco injustamente vilipendiado por NME, ya no interesaban, al menos eso pienso yo, al igual que The Boy With No Name que me parece muy bueno, ese toque de ritmillo motown en algunas canciones me mola mucho. Pero si, es innegable que The Invisible Band y The Man Who son su momento. Cuando mi mujer se vino de Londres llevaba grabada a fuego el "Sing" sonaba a todas horas en todas partes, fueron lo cool, ójala en la radio sonaran más canciones comerciales como estas. Grandísima reseña

  3. Pues yo la verdad es que las bandas inglesas me empezaron a cargar demasiado y todas estas pasé por encima de ellas de puntillas, me fuí a yankilandia y de momento ahi sigo, de las que mencionas solo he seguido (y no siempre) a Radiohead, a los demás alguna canción, igual me meto un día con ellos. A Ocean… los conocí tras el ARF de este año y tienen algun disco en los 90 que me gusta.
    Un abrazo.

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