Discos Críticas

Lo mejor de buscar y rebuscar en la música es encontrar artistas como Jonathan Acosta aka Harlan T. Bobo. El de Memphis se dio a conocer como bajista en «Viva L’American Death Ray Music» después de dejar su trabajo de carpintero y comenzar una relación amorosa con una tal Ivonne Bono que acabó en tragedia y que dio lugar a su primer disco en solitario, ya bajo el nombre de Harlan T. Bobo, el maravilloso y deprimente «Too Much Love», seguramente uno de los mejores trabajos con temática de ruptura sentimental que un servidor ha escuchado jamás. Un tesoro que nadie publicó de entrada, que Harlan tuvo que ir regalando por ahí con una horrible portada, justo la que tengo yo, pero que con el tiempo acabó con otra más «cuqui» y editado al fin como mandan los cánones. El disco es sobresaliente, una terapia auto-destructiva de tocar fondo y revolcarse por el fango. Quién no ha sentido alguna vez lo que Harlan expresaba en aquellas nueve estupendas canciones? Disco a reivindicar y a (re)descubrir si todavía no se ha llegado a él. Luego, un año después, en 2007, Harlan pudo recomponerse un algo, y esa resurrección está muy bien tratada en «I’m your man». Otro discarral incomprensiblemente ignorado. Finalmente, en 2010, llegó el amor, y con él entregó ese disco que hace que Harlan T Bobo se convierta en un favoritísimo para mi. «Sucker» es un clásico nikochiano, un disco vital, ultra recomendable. Después de aquello…, el vacío. Alguna colaboración esporádica pero nada de nada, más que la información de su traslado residencial a Francia con su mujer Anne, y su hijo Nino. Harlan es feliz y se olvida de nosotros. Nada que reprochar pero por suerte el gusanillo de la música vuelve a picarle, junta a su banda, The Phsycotic Lovers, y juntos graban un disco casi conceptual llamado (como aquella gran película de Cronenberg y basada en el libro de John Wagner y Vincent Locke), «A History of Violence», una especie de disco conceptual donde Harlan muestra todas sus virtudes, sus vicios y su esencia, esa mezcla de Cave y Cohen pasado por el rock de toda la vida con toques alternativos y undergrouneros. Una delicia canallesca y callejera.
Nueve temas conforman este sensacional disco que requiere de un algo de atención por parte del oyente y varias escuchas puesto que no es de entrada rápida, y se saborea mucho más con el tiempo. «Human» resume muy bien el estilo de Harlan, ese medio tiempo callejero y rocanrolero. Perfecto tema para abrir el disco. «Spiders» es sensacional, muy setentera, muy punkoide. Una de mis favoritas es la feroz «Nadine», con ese estribillo y esas guitarras espeluznantes. Vocalmente me encanta. «Sirens» pone algo de calma y sosiego. Bella. Bebiendo sin disimulo de los setenta, a medio camino entre el rock glamero y uno callejero a lo Waits. «Ghost» es un temazo. Un temazo inspirado en Cave. Maravillosa canción que bien vale un disco. «Storied» es un homenaje a esos sonidos de los setenta que revivieron a principio de los noventa…. mientras «Town» vuelve a esa faceta más dura y gamberra que suele aparecer en sus discos. «Paula» vuelve al punk nervioso antes de poner broche y final con una pequeña joya llamada «Wife». Harlan T Bobo firma un disco que crece con las escuchas, un disco sobresaliente donde saca a relucir sus miedos y su fobias: relaciones amorosas, fantasmas, mujeres, mujeres y más mujeres… y lo hace con tono setentero, a veces casi punk, con reminiscencias a Cohen, Waits, Cave, Verlaine y a otros pájaros de similar pelaje. Atentos terrícolas, aquí hay mucha tela que cortar.

Harlan T. Bobo – A History of Violence (2018)

01.- Human/ 02.- Spiders/ 03.- Nadine/ 04.- Sirens/ 05.- Ghost/ 06.- Storied/ 07.- Town/ 08.- Paula/ 09. -Wife.

*post aparecido originalmente en Nikochan Island por Nikochan


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