Vuelven los de Sabadell con nuevo álbum de estudio y eso es una buena noticia para los sedientos que siempre hemos pensado que era una de esas bandas de culto que deberían haber obtenido mayor reconocimiento y popularidad. Junto a tres de los miembros originales como son Xavi Vendrell, Josep María ‘Remember’ Recordá y Feliu Pla (voz, guitarra y batería respectivamente) se incorpora al bajo Enric Vilá.
A pesar del importante trecho en el tiempo que separa su pareja de álbumes ochenteros (el homónimo del 87 y «Sed de Sed» del 89) o noventeros («Casa Doce» del 91 y «Ahora» del 97) se podía llegar a vislumbrar este retorno teniendo en cuenta el emotivo y reivindicativo single en catalán «Rosa de foc» o las esporádicas últimas apariciones en directo desde el 2015 que obtuvieron buena acogida y buenas críticas.
En líneas generales podríamos decir que «La dirección que no tomo« de BB Sin Sed guarda lógicos detalles de su anterior legado discográfico y, al mismo tiempo, muestra una faceta renovadora, rupturista y de crudeza, a medio camino entre el rock urbano nacional más desbocado y el punk-rock más elaborado. Es precisamente esa conjunción lo que refleja una valentía e inconformismo que, a estas alturas de la vida y de la evolución musical, es merecedora de bastantes elogios. Digo esto porque podemos mirar a nuestro alrededor o en el pasado más inmediato y resulta complicado hallar un álbum que guarde similitudes con el que nos ocupa.
«He vuelto al mundo, hermano», para derribar puertas, en el burdel del tiempo y en el estercolero de la Humanidad. Los que somos amantes de los Stooges estamos de enhorabuena, porque con esa declaración de intenciones en «Cruz, clavos y gasolina« comienza el disco. Ahora bien, para punk-rock atípico tenemos «Elige vida o muere«, donde a través de un curioso listado retratan la deriva social, cual si la huida hacia lo que está fuera de los márgenes y límites de lo políticamente correcto no fuese tan nocivo. En esa marginalidad también se revuelve «Tarot de amor mestizo«.
Por supuesto es indispensable mencionar expresamente un temazo de tomo y lomo como «Estatua de sal«, primero porque fue el escogido como single de promoción previa, segundo porque en un cruce de sueños, lujuria, tormentas y desconsuelo encaja con la parte más melódica de sus añejas canciones, y tercero porque, a tenor del resultado final, parece una trampa, una argucia, ya que salvando «El amor nos disuelve« se aleja del resto. Digamos que esa es la dirección que acabaron por esquivar.
También, en una línea lírica similar a las del anterior párrafo está la lasciva «El perro negro« o, con mayores dosis de rock ‘n’ roll clásico «Las llamas del dolor« y «Balarrasa«, esta última con un riff contagioso que me recuerda a alguno de los éxitos de Los Ronaldos.
Otros temas muy personales y a mi gusto muy destacabales son el que da título al disco o el colofón «Dime que te vas«, con el que se completa un trabajo que mira hacia nuevos horizontes, los de continuar demostrando que BB Sin Sed permanecen vivos y coleando.
Hace años que no les escucho, recuerdo haberlo hecho hace mucho pero no ha sido un grupo de cabecera. Le daré cancha a éste ya que lo recomiendas.
Abrazos.