Discos Críticas

…influencias del jazz, de la chanson francesa, del folk, del blues e incluso del hip hop o de la música ambient, y a la hora de hallar nombres que sirvan de referencias nos podrán venir a la cabeza esenciales como Tom Waits, Bob Dylan, Lou Reed, Leonard Cohen…

Si no me equivoco hace ya siete años que no teníamos noticias sobre novedades musicales de Fernando Garcín, concretamente desde «Amor sin título» (2011). Cierto es que desde sus inicios se ha dosificado y no se ha prodigado en exceso: «La mejor hora» (1999), «Vash Gon» (2000), mi favoritísimo «Tan tiempo, tan frágil» (2003) o «Tiempo y detalles» (2007) son el resto de su discografía.
Fernando Garcín - Days of the fall (sin detenerse) 2
En este nuevo álbum explora las inquietudes y diversas facetas que cohabitan en el personal y heterogéneo universo musical de Garcín, la mayoría de las canciones ensambladas dentro de lo que él define como poetemas, una especie de evolución del spoken world de la generación beat con Jack Kerouac al frente. A través de ellas hallaremos influencias del jazz, de la chanson francesa, del folk, del blues e incluso del hip hop o de la música ambient, y a la hora de hallar nombres que sirvan de referencias nos podrán venir a la cabeza esenciales como Tom Waits, Bob Dylan, Lou Reed, Leonard Cohen…
Pura pasión otoñal es «Days of the fall«, el tema que da título al disco. Después dos canciones en castellano sumamente introspectivas («Mírame» y «Cada vez más cerca«) y una tercera «Song for you« donde alterna con el idioma anglosajón, cual si encubriera una profunda dedicatoria.
Entre gestos en la madrugada transcurre «Sonrisa«, enorme ese final de «es solo un momento, una eternidad». Con «Traces« las huellas, los recuerdos, los rastros que no se olvidan, donde por cierto deja su impronta el egregio Cisco Fran con la guitarra acústica y la armónica. Otro de los platos fuertes es, entre piano, saxo y flautas, «Blue cat«, espectacular eso de que la tierra de uno es sentir tu piel, en boca de un gato que acompañó una larga travesía de una refugiada siria. Sin mirar atrás, el tema de la pobreza también aparece en «Sin detenerte«.
Por su parte, la mayor aproximación a la chanson francesa, acompañado de una crujiente guitarra, se manifiesta en «El diablo que espera«. Nada dura para siempre, entre el infierno y el paraíso está «Why«, mientras que «Deiá« es puro sentimiento con duendes, magia, locura y dolor, citando héroes de los setenta como Kevin Ayers, Robert Fripp, Pau Riba o Pep Laguarda.  Finalmente, entre experimentaciones sonoras de «Circus of life«, el poema «About wine« musicado por Andrew Wine y los sueños lejanos de «Cocina carrusel«, acompañado de Carlos Carrasco, concluye el trabajo de un trovador cuya música de culto seguramente se reduzca otra vez más a una minoría selecta.



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