Conciertos

un sonido underground donde coquetean con el glam-rock y el post-punk pasando por el blues, con un arrebatador halo romántico y maldito que evoca a Nick Cave, Johnny Thunders, Peter Perrett, Nikki Sudden e incluso a los Stones...

A lo largo de la última semana el que suscribe ha tenido el privilegio de ver dos conciertos de los parisinos Guttercats, uno en el Pub Quatre Estacions de Pedreguer el 30 de abril y el otro en el Magazine Club de Valencia el 2 de mayo. Tanto en uno como otro un servidor salió sumamente satisfecho, empezando porque resulta difícil toparnos en estos tiempos con propuestas rocanroleras como la de estos gatos de alcantarilla. Recapacitando no sabría decidirme por cuál mejor de ambos eventos, bastante similares en contenido pero algo diferentes en el planteamiento.
Guttercats (crónica concierto Magazine València) 2

Esas diferencias permiten comprobar la amplitud de matices en un sonido underground donde coquetean con el glam-rock y el post-punk pasando por el blues, con un arrebatador halo romántico y maldito que evoca a Nick Cave, Johnny Thunders, Peter Perrett, Nikki Sudden e incluso a los Stones.

A tener en cuenta la inclusión del nuevo guitarrista Darell Bath. Así como que ni estar finiquitando la extensa gira que denominaron Iberian Invasion Tour 2019 con más de 20 citas en toda la geografía española daba muestras de cansancio o de perder un ápice de actitud, entrega y calidad.
Guttercats (crónica concierto Quatre Estacions de Pedreguer)

Como lógico plato fuerte estuvo muy presente su más sobresaliente último «Follow your instinct» del pasado 2018, con temas como «I promise you«, «Don’t Cry On My Shoulder«, «No remorse, no regrets«, «Sweet little sister«, «I wonder«, «A trip down memory lane«, «Before i die«, «Down in the hole« o «Follow your instinct«, conjuntándose a la perfección con «Ain’t Goin’ Nowhere« y «Without you i’m nothing« de «Beautiful curse» (2015) o con temas algo más lejanos en el tiempo como «Dead Love’s Shadow«, «Last chance loser« y «When the blues come« del «Black sorrow» (2011)

Los galos han dejado el pabellón muy alto otra vez, demostrando que son uno de los mejores estandartes actuales para las selectas minorías que añoran la pureza, esencia y talento en este tipo de sonidos.



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