Crónica concierto The Waterboys en Auditorio Burjassot (València) (27-6-2019)

Pasan los años, los lustros, las décadas… y ahí están, evidenciando con cada nueva gira que el tiempo no resiente ni un ápice el espíritu original de The Waterboys. Seguramente la renovación constante de su repertorio en directo, debido a la regular publicación de novedoso material discográfico, unido a la profesionalidad y al caracter perfeccionista de Mike Scott sean algunas de las causas por las que los escoceses mantienen un nivel atípico de majestuosa atemporalidad que convierte en inolvidables y diferentes cada una de sus giras.

Es precisamente esa clave, la de la combinación y el impecable acoplamiento de las más recientes cantinelas con algunos de sus incontestables e imperecederos hits del pasado, lo que permite hacer más atrayente la asistencia a sus conciertos. Prueba de ello fue el pistoletazo de salida en el Auditorio de Burjassot con «Where the action is«, un auténtico himno que además da título al nuevo álbum del año en curso, del que por cierto solamente se sumaría más tarde a esta digna causa «In my time on earth«.

Tras dos clasicazos de los primeros tiempos ochenteros como «All the things she gave me« y «A girl called Johnny« se sucedieron melodías actuales y modernas como «Nashville, Tennessee« y «Out of all this blue« del 2017 o «Still a freak« del 2015.

Pero fue en el núcleo central del evento, con la frenética y apasionada «Medicine bow«, así como con esa maravilla del cambio de siglo que fue «Let it happen«, cuando la temperatura subió a esos niveles estratosféricos que siempre logra el incombustible fisherman-star, brillantemente escoltado por Steve Wickham al violín, Ralph Salmins a la batería, el Brother Paul a los teclados y David Hood al bajo. En una peculiar y sugestiva versión acústica de «The pan within« y en tres tradicionales de su catálogo del 88 como «When ye go away«, «Dunford’s Fancy» y «Fisherman’s Blues« resultaron extraordinariamente eficaces para alcanzar un elevado estado de conexión y comunión con la concurrencia.

Para colmo pusieron la guinda del concierto con una monumental versión del «Jumpin’ Jack Flash« de Sus Majestades los Stones antes del ineludible «The whole of the moon«. Después la habitual y consabida sensación de que la Big Music se conserva fresca y lozana, y de que The Waterboys son palabras mayores en la historia del rock.