Conciertos

Crónica del concierto de Tyla’s Dogs D’Amour y The Jerrycans en la Sala 16 Toneladas de València el 25 de febrero de 2024.

… disfrutamos de su apasionado y cazallero rock ‘n’ roll que guarda el influjo de leyendas como los Faces, Mink DeVille o Tom Waits…

Que el egregio Timothy Taylor, conocido artísticamente como Tyla, volviera de gira por España era un alegría, pero que regresara a la capital del Turia y lo hiciera en el templo rocanrolero 16 Toneladas era un lujo y una satisfacción, máxime con el imborrable recuerdo que nos dejó la última vez que pasó por esa misma sala en 2017, dentro del 25 aniversario del “In The Dynamite Jet Saloon”, mi favoritísima obra maestra de los inolvidables Dogs D’Amour.

Abrieron la velada The Jerrycans, banda catalana de Igualada que algunos conocimos por la estupenda reseña que escribió Jorge García aquí en el Exile sobre el muy recomendable álbum Fuel Fragance on a Friday Night de 2020 y que, en una línea cercana a los Dogs, nos deleitaron con piezas que deberían tener más reconocimiento, como “Lucky One”, “Noise Old Car” o, muy especialmente el colofón de ese disco “Brooklyn Girls”, tema que colaboró Tyla en estudio y al que se sumó en uno de los momentos más intensos de la velada.

Tylas Dogs D'Amour the Jerrycans

A partir de ahí, sin descanso entre uno y otro, con los Jerrycans como banda acompañante del británico, corrió el vino tinto y la nostalgia del revival de himnos que formaron parte de la edad de oro perruna y amorosa, entre 1988 y 1990, años en que se editaron el antes mencionado “In the dynamite jet saloon”, así como “(Un) Authorised bootleg album”, “A graveyard of empty bottles”, “Errol Flynn” y “Straight”.

tylas dogs damour the jerrycans

De ese período fue el grueso del setlist, desfilando joyas atemporales y muy apreciadas para la selecta concurrencia, tales como “Billy Two Rivers”, «Trail of Tears», «Drunk Like Me», Heroine», «The Bullet Proof Poet», «Last Bandit», “No Gypsy Blood», «I Don’t want You To Go», «Angel», «Victims Of Success», «Saviour», «Kiss My Heart», «I Think It’s Love», Errol Flynn» y, por supuesto, los imprescindibles momentos de extrema emoción colectiva cuando tocaron “How Come It Never Rains” o Satellite kid”, cantadas al unísono por la mayoría de privilegiados espectadores asistentes.

A ellas se sumaron unas cuantas piezas posteriores de los noventa y bastante habituales en sus directos, como “What you do”, «Scared of Dying», «Pretty Pretty Once» y un «Put It In Her Arms» que me pareció la mejor de todo el repertorio.  Más cronológicamente recientes otra frecuente en sus directos como “Get by” y la que, si no me equivoco, «Bottle Of Red» fue la única composición posterior a los Dogs.

Como no podía ser de otro modo, Tyla acaparó las miradas y se convirtió en el centro casi absoluto de atención. Su personalidad, su carisma y su poderío vocal exhibieron un buen estado de forma a pesar de los años transcurridos, aunque hay que reconocer el gran mérito de los catalanes, totalmente entregados a la causa con una actitud y una disciplina digna de admirar.

Tylas Dogs D'Amour the Jerrycans
Imágenes cortesía de Patrik Pacherre

Poco más que añadir, Tyla cumplió lo que se esperaba de él, sigue vivo y nosotros también, disfrutamos de su apasionado y cazallero rock ‘n’ roll que guarda el influjo de leyendas como los Faces, Mink DeVille o Tom Waits, y que, entre algunos ingredientes del glam, lo mantienen como el Charles Bukowski del rock. Su terapia volvió a hacer efecto y los amores rotos tuvieron consuelos etílicos, aunque hayan visionarios y negacionistas que afirmen que el vino tinto no cura las penas.


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