Discos Críticas

…y es que el dolor, los golpes de viento e incluso la sal se erigen en protagonistas de esta gran ‘Bestieza’, un disco que recupera la esencia de ‘Nada’ 

Seis años después de «Vida inteligente» se ha producido la segunda resurrección discográfica de Los Enemigos, un décimo álbum de estudio que, a gusto y criterio del que suscribe, supera considerablemente a su predecesor y en el que destaca, tras la salida de Manolo Benitez, la incorporación de David Krahe junto a Josele Santiago, Fino Oyonarte y Chema Animal.

Con eso de que el futuro fue, el del sueño de ser tu esclavo y siervo en un temazo de tomo y lomo como «Siete mil canciones« que sirvió de single promocional previo, se generaron grandes expectativas, las cuales aumentaron todavía más con la vuelta del dolor y de las viejas heridas, con eso de que cada soplo de aire guarda un «Vendaval«.


Y es que el dolor, los golpes de viento e incluso la sal se erigen en protagonistas de esta gran «Bestieza«, un disco que recupera la esencia de «Nada» (1999). La inmunidad ante la angustia en un tema con ciertas dosis punk-rockeras a lo Stooges como «Menos que un perro» —especialmente en ese verso de «miserable soy, que busca y destruye»—, o la supervivencia a las tormentas de dolor en un «Mar de sendas« con el consumo de caramelos de sal, exhiben la parte más enérgica del disco.

Mayor calma musical en «La costumbre« aunque el viento golpee más fuerte y todo sea cubierto por la sal para confundirnos, para ocultarnos, para relajarnos y convertirnos en sumisos… Posteriormente volverá a aparecer la sal como parte de la abnegación a Dios, atravesando veranos e inviernos en esa rendición y dedicación a la moral que es «Sacrificio sideral«.

Los Enemigos - Bestieza (2020) 2

Más. Exquisita  «Océano« con esas preguntas al viento de cómo superar, cómo deshacerse de una mala compañía, de una mala influencia. Enorme «La ofensa« con esa crítica a la gente que dice no saber, la misma que mañana simulará no recordar.

En la recta final la última puesta de sol con el demonio ejerciendo su función a través del viento, el sufrimiento eterno y el castigo en el infierno por los pecados terrenales con «Hey Judas«, y como colofón las sandalias del «Rey pescador«. A rezar por la Humanidad para alcanzar el cielo con la mordacidad característica, esa que demuestra que Los Enemigos están vivos y coleando.



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