Elliott Brood vuelven a deleitarnos con una colección de canciones sobresalientes. Son un huracán, una apisonadora de country-rock.
Hace unos pocos días se cumplían 15 años del lanzamiento de «Ambassador» del trío canadiense Elliott Brood. Con aquel disco descubrí la fuerza y calidad de las canciones de Mark Sasso, Casey Laforet y Stephen Pitkin que se vio reafirmada con la adquisición de un EP anterior llamado «Tin Type» que es una absoluta maravilla y no solo por «Oh, Alberta» que me sigue fascinando a día de hoy.
Aquel disco, «Ambassador», resultó ser una joya. Un disco al que todavía acudo, con el que sigo disfrutando pero para seros sincero, y creo que muchos estaréis de acuerdo conmigo, Elliott Brood nunca entregan disco por debajo del notable siendo una de esas bandas casi exclusivamente para paladares selectos. A aquel estupendo LP le siguieron «Mountain Meadows» (08), «Days Into Years» (12), «Work and Love» (14) y «Ghost Gardens» (17)…
… Siempre a un nivel sobresaliente. Siempre con pasión, pues pasión no es palabra cualquiera. Y en directo… en directo… qué os voy a contar.. son un huracán!!! Este año han lanzado una nueva colección de canciones. «Keeper» es tremendamente bueno.
El sexto trabajo de los de Ontario suena a clásico y está repleto de sus señas de identidad. No hay experimentos con gaseosa ni intentonas de sonar modernos. Encontramos su sonido, su country-rock aderezado con ukeleles, banjos y armónicas, y nos sabe a gloria, para qué engañarnos.
Autoproducido bajo la tutela del propio Pitkin, «Keeper» se muestra oscuro y brillante, con toques autobiográficos y confesiones a pecho descubierto que podemos observar durante todo el disco, con canciones que, de nuevo, suenan estupendas, pero que en directo, como siempre pasa con esta banda, imprescindible en vivo, tienen que sonar arrolladoras. Imaginen sino me creen la efervescente y maravillosa «Bird Dog» que abre el disco magistralmente, con el celestial banjo de Sasso y un ritmo muy suyo…
Un hit en toda regla. No se quedan ahí, realmente la tripleta inicial es demoledora. A la inicial le acompañan dos canciones estupendas. Primero «Stay Out» que es de lo mejor del lote, un medio tiempo precioso y pegadizo, y después con la magistral «No way out» acercándose a sonoridades más rock, más indie.. más, por decirlo de algún modo, en la línea de un favorito de la casa, como si John McCauley de Deer Tick se countrificara… Estupenda es poco.
Ese trío es escandalosamente brutal. Corriendo el riesgo de que todo se viniese abajo pero no es el caso que nos ocupa. Pruebas de ellos hay de sobras. «A month of sundays» es un ejemplo de lo dicho, con ese aletargado y mágico banjo, o los siete minutazos de esa joya que responde por «Full of wires», una de mis favoritas no solo del lote sino de la banda en general.
Pasado el ecuador del disco no defraudan con la genial «Oh Me» con ese inicio tan «Earle», algo más oscura y más «Ambassador» que nunca. «Merciless Wind» es una joya oculta, un diamante, que entra poco a poco para seducirnos y hacernos suyo sin remisión.
«Out Walking» no sorprende pero aún así es más que notable mientras que «Need to know» pone la calma necesaria antes de un final apoteósico con «The Coast» que es otra de las grandes canciones del disco. De un disco que en su género estará en el top de los mejores del año, y sin duda entre mis favoritos. Un disco que muero por escuchar en directo.
Elliott Brood – Keeper (2020)
01.- Bird Dog/ 02.- Stay Out/ 03.- No Way Out/ 04.- A Month of Sundays/ 05.- Full of Wires/ 06.- Oh Me/ 07.- Merciless Wind/ 08.- Out Walkin’/ 09.- Need to Know/ 10.- The Coast
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