Discos Críticas Especiales

Especial 50 aniversario ‘Pearl’, el disco póstumo de Janis Joplin.

Sin trampa ni cartón Janis, con su disco póstumo Pearl, escribió vete a saber si queriendo o no, un testamento vital de alma prisionera en pena pero vestido tan elegante, honesto y sincero como sale ella en la foto de portada y tan gospel que transformó esa dura y gris experiencia personal de rockstar al borde del abismo en una colección llena de luz.

Celebremos el 50 aniversario de uno de los discos póstumos más inmensos/intensos de la historia del rock & blues, del soul & country y de la madre que me parió.

La hija blanca de las «Earth Mamas», el icono hippie por excelencia, el retaco pecoso con más corazón fuera de la blusa que habitara el Planeta Tierra no pudo disfrutar de la repercusión y éxito masivo del que sin duda sigue siendo su disco más pulido.

Tras dar un cambio radical en cuanto a lo que a acompañamiento musical se refiere, abandonando su adorable pero ruda Kosmik Blues Band  tras su debut como vocalista de la Big Brother & The Holding Company (dos joyas correspondientes con cada combo, Cheap Thrills y I Got Dem Ol’ Kozmic Blues Again Mama!) y finiquitada la década de la love crowd y el patchouli, la tejana rebelde quiso obsequiarnos con una prodigiosa colección de canciones para su 27 cumpleaños y ser ya una gran chica; selectos covers de los mejores compositores del soul y country del momento y algunas propias.

Para las covers nos encontramos, que no se desmaye nadie, con songwriters tales como: Dan Penn/Spooner Oldham; Bert Bern/Jerry Ragovoy/Mort Shuman; Bobby Womack y Kris Kristofferson.  Así como John Hall, compositor y músico maldito de Nueva Orleans.

Todo crema.

Como artistas, en los que inspirarse en la interpretación de dichas obras maestras, unsung heroes del soul esenciales e injustamente ninguneados tenemos a Howard Tate (Get It While You Can) o Garnet Mimms (Cry Baby/My Baby). Y es que Pearl es un disco muy muy baby.

En fin, toda una fuente inagotable de descubrimientos para el neófito dispuesto a procesar ferviente la religión de la música del alma, a secas.

Especial 50 aniversario Pearl, el disco póstumo de Janis Joplin.
Janis Joplin. Pearl.

Pero lo realmente destacable de este nuevo Dock of The Bay (otro disco póstumo sublime) son tanto sus formas como su fondo: atacar un repertorio imbatible ajeno convirtiéndolo en  propio y el propio aun más propio. Justo como brother Otis Redding, Janis le adoraba.

La Janis shouter se mantiene, cómo no, pero con los histrionismos justos, inevitables para una cantante de la escuela del «aquí te pillo aquí te mato» y el barniz en Pearl es mucho más soul que blues aunque ambos géneros son primos hermanos desde que su sister Aretha la lió en Muscle Shoals, Alabama.

La nueva banda, la Full Tilt Boogie, son un grupo de dotados sessions men, que gracias a la sublime producción de Paul A. Rothschild (su parte de c.v. con los Doors y Love en Elektra justifican un monumento) y una voz de la tejana en estado de gracia y soulfulness hacen de Pearl un ochomil en un año, 1971, donde había mucha competencia para esas latitudes como en pocos.

Además, el fotógrafo Barry Feinstein (un genio) firma una de las más bellas sesiones fotográficas de la red headed woman y se elige, entre cientos de clicks, una de esas portadas emblemáticas de la historia del rock. Ese vaso del combinado alcohólico es el retrato de una muerte anunciada de una mujer que solo sabía vivir exprimiendo la tristeza hasta el último trago con una súbita dosis de alegría. Ay esa luz velazqueña del retrato.

Ahora es cuando uno se cae en la cuenta de por qué Amy Winehouse fue un poco la reencarnación del espíritu jopliniano en Camden. Vale que sí, que con oeran otras las coordenadas pero idéntico el espíritu y la experiencia humana de donde provenían pero adaptada a los tiempos. Ambas mujeres dejaron para la posteridad dos obras maestras sobre el desamor descomunales, desgarradas y siempre emocionantes.

Y es que pocas veces una white girl ha llegado a esas cimas, quizás antes que ella Dusty (Springfield) lo hizo en Memphis pero sin tanta rebeldía…para de contar.

Es por eso que en esta escucha de domingo mañanera de Pearl uno se acuerda o quiere continuar su escucha con el Spirit In the Dark de la Franklin porque la pequeña-gigante Janis aquí se acerca a esos registros inalcanzables. Y siempre con ella, en su formación intrínseca, Bessie Smith y Etta James.

Y aunque el disco todavía no estaba ultimado en Octubre de 1970, mes de la trágica muerte de la diva sureña, el proceso y la composición del set se realizó en tres meses y de manera impecable y nada maniquea ya que muestra todas las facetas y caminos a los que su música e interpretación había llegado y también hacía donde tomaba el rumbo con unas curvas suaves (ruta al country-soul). Muy parecido a lo que pasó con su ídolo Big O cuando se cayó con su avión…tenía ya todo un nuevo soul de guitarra de palo montado en su cabeza.

Por otro lado, hay que decir que lo escuchas ahora y tiene cierta regusto sesentero (más que setentero) pero es que no debemos olvidar que es un disco grabado en 1970 pese a que hoy celebremos sus cincuenta velas. Por eso es mejor contextualizarlo con Moondance de su compadre irlandés Van The Man (buff qué bien va su escucha seguida) , el Morrison Hotel, el Cosmos Factory o el After The Gold Rush,  el Zepp III o el Stage Fright ( fuente: libro del tete Juanjo Mestre 1050 DISCOS CARDINALES)

Una añada gran reserva como pocas a la que Pearl realmente pertenece.

Pero vamos a desmigar brevemente cada una de las cuentas de este collar de pasión a braga quitada que es la POM de la princesa de Port Arthur por otro lado consumidora nº 1 mundial record guiness de Southern Comfort.

Empieza el estremecedor recital de la mano de la propia Move Over, clásico desde la primera escucha y muy ella. Como Etta James con una banda de groovy rock and roll, hermana de Delaney & Bonnie o de la peña Leon Russell/ Joe Cocker y aledaños…el mejor hippismo posible, el menos psico y el más rock and soul y enraizado. No olvidemos a Ike & Tina y todo su sonido en directo con su Revue como un tipo de ataque referencial.

Le sigue, sin dejar segundo al aliento, la genial versión del Cry Baby de Garnet Mimms que un poco como Aretha con Otis y su Respect, la hace suya porque le va como anillazo de amatista al dedo. Recomiendo escuchar la original para que el escalofrío sea completo y se entienda eso tan complejo de cómo se debe hacer una cover. Balada desgarradora y bella donde las haya. En las slow parts vemos el matiz y la maduración de su voz, dejando también relucir los tonos más graves y menos rotos para luego alzar el vuelo al puro estilo gritón. Su voz tiene el color del whiskey.

En opinión de este escribiente, el tesoro dentro del gran tesoro que es Pearl, lp al que no le sobra nada, es la siguiente canción: la mega fantasia country-soul que Dan Penn/Spooner Oldham le cosieron a medida, A Woman Left Lonely con su mejor interpretación vocal ever, en dos palabras EXTRA ORDINARIA.

Aquí Janis, como Amy con su Love Is A Losing Game, se gana el título de reina cornuda del soul ( no me malentiendan que hay muchos que se la cogen con papel de fumar y te montan un pifostio por utilizar la palabra cornuda; lo digo por la temática de las letras deep soul, no por otra cosa, Sam Cooke me libre)

Es decir las Bettyes (la Lavette), las Bárbaras (la Lynn) o las Lauras ( la Lee) y todas esas losers del soul que no las trató nada bien ni el marido ni el el destino porque todo se lo comía Sister Aretha, a la que por otro lado también su esposo la trato como una mierda.

Woman Left Lonely por Janis Joplin es, sin dudarlo, una de las mejores baladas e interpretaciones de la historia de la música soul y de la música en general, period. Directa al Museo de las Interpretaciones Humanas del Sufrimiento. Y tiene un solo de órgano tan sixties que me hace llorar y me recuerda tanto a Procol Harum como a Caravan en downers o a Billy Preston en el Let it Be. La ejecución de toda la pieza es escandalosamente perfecta y seguro que le dió envidia hasta a la propia Aretha que justo en el momento de la publicación de Pearl estaba preparando los legendarios bolos del Fillmore (quizás hasta se note es su comienzo trepidante de un punk soul como es Respect, muy Janis).

Por si todo lo que precede fuera escaso, llega la sublime Half Moon, un funk a la Aretha (la Reina siempre presente) que bien pudiera sonar en versión masculina al gran Tim Buckley que en 1972, un año después al Pearl, iba a sacar el inmenso y soulful Greeting From L.A. Una gloria de canción compuesta por un tipo de Nueva Orleans Mr. John Hall que aúna el soft funk con el gospel más juguetón armado con guitarras de rock and roll.

En este video, el año de su muerte 1970,  al más puro estilo Stax con incendiaria cover del clásico de Eddie Floyd.

La cara A cierra con un instrumental que hubiera tenido pista vocal si el «caballo» no hubiera parado el corazón de una de las intérpretes más gigantescas que ha dado la música popular del siglo pasado. Janis puede resultar un histrión pero es lo que hay, ella no sabía hacerlo de otra manera. La tónica de Buried Alive In The Blues es muy apropiada, groovy y queda niquelada de final y transición a una Cara B también de infarto.

My Baby, otra vez Garnet Mimms o Jerry Ragovoy, lo que queráis, (intérprete o compositor) en otro número crudo y soul como el mejor Otis o la mejor Etta. Un acierto elegir esa gema aunque se repita artista y compositor.

Y luego viene la menina comercial o por la que todo hijo de vecino conoce a Janis ( la no comercial es A Woman Left Lonely) ya que vendió a tope no solo por el morbo de las ediciones póstumas tras las crónicas de sucesos de los de la generación del 27 sino porque entraba de lleno en el talento compositivo de la white trash country un poco outlaw del simpar Kris Kristofferson y en definitiva, se la robó del todo porque es un auténtico documento histórico que no puede faltar en una buena recopilación de country soul 5 jotas.

Una especie de arreglo a la Try a Little Tenderness de Redding con sus fases y crescendos: desde unos acordes de acústica espectaculares a unos fraseos de la Janis más emocionantes que ver a tu hijo/a nacer, con un desdén stoniano- !hay como dice red bandana!.¿Y es country o es soul?. No brothers and sisters, es simplemente country-soul y por lo tanto gospel y el gospel siempre será la madre que parió al cordero.

Me & Bobbie McGee es de esos milagros que seleccionaría para defender que el género humano y en concreto una mujer-intérprete puede contarte una historia y dejarte totalmente cariacontecido.

A capela, sin nada, el hermoso blues Mercedes Benz, bandera de la Janis y de todas las cantantes que quieran hacer la prueba de cantar sin banda y electricidad pero, aún así, poner los pelos de punta. Solo un poco más de minuto y medio de Joplin en frasquito, un chupito de orujo de finas hierbas southern con una gota de miel.

Mención especial merece la canción de Bobby Womack titulada Trust Me porque el compositor es uno de los grandes del Soul, porque toca la guitarra para ella y porque la canción es pura dinamita de alto contenido explosivo. Ella como Amy solo pide que tengas confianza y la quieras y lo pide con ganas pero estaba claro que nadie entendió su tristeza ni  atendió  a su llamada de auxilio.

Si no tienes el cd de Howard Tate The Legendary Sessions (en la foto) no sabes lo que te pierdes. Este tipo grabó por lo menos una docena de canciones que están entre lo mejor del género (Soul claro, Pearl aparte del disco póstumo de Joplin, es el más soul de su desgraciadamente corta discografía) aunque compuestas en su mayoría por Jerry Ragovoy y Mort Shuman. Janis selecciona Get it While You Can aunque podría haber seleccionado Ain´t Nobody Home (pero esa se la dejó para Bonnie Raitt, no dejes de escucharla)

Esta canción es un obra maestra ya en la original, creedme que no exagero nada. Y Janis se la lleva al huerto con un respeto profundo por Howard para dar por finiquitada esta «Perla de los Mares del Sur», hoy cincuentona, con una intensidad y un estilo que cortan el habla y la posible crítica.

Cuando alguien te suplica compañía por su tremenda soledad derivada del problema que sea (y los hay infinitos) hay un resorte en el hipotálamo que te ayuda a distinguir cuando es pose o es en serio.

Sin trampa ni cartón Janis, con su disco póstumo Pearl, escribió vete a saber si queriendo o no, un testamento vital de alma prisionera en pena pero vestido tan elegante, honesto y sincero como sale ella en la foto de portada y tan gospel que transformó esa dura y gris experiencia personal de rockstar al borde del abismo en una colección llena de luz.

Celebremos en este Exilio los 50 años de la Perla de la Soul Queen de Texas. Uno de los discos fundamentales de su año y de toda la existencia.


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