Fast Eddy - Take a Look

Críticas Discos

Fast Eddy recoge los secretos del rock and roll para confeccionar un enérgico disco.

…combinando rock clásico, hard-rock, booguie e incluso power-pop y glam-rock en cuidadas y sutiles proporciones.

A pesar de que «Take a look», nuevo disco de la banda de Denver Fast Eddy, lleva en la calle desde el pasado invierno, no parece que haya calado demasiado en la prensa especializada a tenor de la ausencia casi total de reseñas y noticias vertidas sobre ellos en estos meses.

Tal vez sea cierto aquello de que no son buenos tiempos para el rock and roll y que los aires de futuro tienen otras sintonías y temáticas que interesan más que las viejas soflamas de nuestro querido rock, los tiempos cambian, o alguien los cambia, eso ya no lo sé.

De cualquier manera, no me cabe ninguna duda de que «Take a look» es un artefacto que disfrutarán todos aquellos que sigan excitándose con el rock and roll.

Fast Eddy
Fast Eddy

Grabado durante los meses de pandemia en Atlanta bajo la ortodoxa (que no vetusta) y vigorizante producción de Tuk Smith, el disco encierra todos los secretos, que hace décadas que dejaron de serlo, de la música del diablo combinando rock clásico, hard-rock, booguie e incluso power-pop y glam-rock en cuidadas y sutiles proporciones.

No se esconden a la hora de plasmar sus influencias, así se puede apreciar un apego especial por la poderosa fórmula utilizada por Thin Lizzy; si bien sentiremos la presencia e influjo de The Rolling Stones o de Chuck Berry, en especial en algunos riffs que indeleblemente nos lo recordarán.

Aunque la silueta de su sonido y estilo lo dibujan con claridad meridiana en el single de título homónimo que lanzó el disco hace meses y que nos hará una idea clara de lo que pretenden estos chicos.

Poco más de media hora repartida en diez temas donde los riffs incendiarios triturarán melodías sencillas pero efectivas y urgentes, frenéticas actuaciones rítmicas con bajos y baterías actuando a la vieja usanza, estribillos voceados y desfogados a los cuatro vientos y optimismo, energía y rock and roll a raudales.

Clasicismo con fibrosas guitarras y coros soleados en «Milwaukee»; frenético hard-rock ochentero en «Kill city», medios tiempo rebosantes de raíces y carretera en «Help me»; una dosis punk que se aplica a la ecuación en «Hurricane Alley»; guiños a Chuck Berry en la furiosa «Lost» o coloridas guitarras que decoran de actitud la estupenda melodía de «Frankie died» son algunos de los momentos que voy a destacar, sin que ello quiera decir que el resto del metraje carezca de méritos, pues no hay material sobrante en «Take a look».

Tal vez nunca se haya sentido el rock and roll tan exiliado como en estos tiempos. Pues bien, aquí no le faltará un espacio para que despotrique y deje escapar su actitud y energía, que a pesar de las décadas, sigue insuflando de vida a muchos y muchas. En este estupendo, divertido y revitalizante disco podrán disfrutar del rock de siempre, el que nos gusta.


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