Crónica de la primera jornada del Blow-Up Fest 2023 en Bilbao.
Primera jornada del Blow-Up Fest 2023 que en esta tercera edición se celebra en el célebre Kafe Antzokia bilbaíno.
Lejos de un sold-out y con menos público del que, al menos yo, esperaba a tenor de las tres bandas que nos visitaban, la tarde noche transcurrió sin sobresaltos y con un más que merecido notable en lo referente a organización, sonido y calidad de los intérpretes.
A las 21 horas saltaban Los Peyotes. Era mi primera experiencia con los argentinos a los que hasta hace poco no conocía, aunque en las últimas semanas he ido acercándome a su música. Practican un garage de esencia sesentera con The Sonics en el punto de mira, en castellano y con una conjunción de güasa y flema crítica. Sonaron con intensidad y carácter, tuvo presencia perenne y hierática el fuzz y derrocharon fuerza y buen rollo, además de bastante vacile y coña.
Me gustaron en lo músical, en lo escénico resultaron divertidos y dejaron un tracklist que no puedo decir que domine pero en el que destacaron algunos momentos como «Soy la droga», «El hombre de dos cabezas» o «La gente es una mierda» de su último álbum «Vírgenes» u otras como «Garage o Muerte» y «Vos no sois mi amigo» de su elepé de 2010 «Garage o Muerte». También ofrecieron una inflamable versión del clásico de la banda maña Los Furtivos «No puedo aguantar más». Gustaron y creo que algunos nos quedamos con ganas de más.
A los que sí que se nos hizo corto su pase fue a Dom Mariani y los suyos. Datura 4 era la cita clave para muchos en la jornada de ayer y la escasa hora que duró su energética y hard-rockera intervención supo a poco.
Datura 4 enfrenta un sonido netamente Hard-Rock sobre el escenario, dejando un poco de lado otras esencias de su propuesta en formato disco, no se aprecia la psicodelia, el boogie o el garage-blues que sí escuchamos en sus elepés, pero suenan de maravilla, con una base rítmica sólida y robusta y con una conjunción en las dos guitarras poderosa al tiempo de virtuosa, Mariani dirige el cotarro y canta con liderazgo y sabiduría.
Además de algún tema nuevo, atacaron con varias canciones de su último y extraordinario disco «Neanderthal Jam» (pinchar reseña) como «Digging my own grave», «Bad Times» o «Worried Man’s Boogie» que adjuntaron a un setlist con variedad y del que extrajeron retazos de sus cuatro álbumes precedentes como: «Hoonsville», «Mry Caroll Park», «You ain’t no friend on me», «Pissin’ up the wall», «Run with Lucy», «Looper», «Blessed is the boogie», «Oh well», «Get out», una fibrosa versión del tema de Fleetwood Mac «Oh Well» o el colofón final con la intensa y tórrida «Trolls».
Los australianos demostraron ser una banda cohesionada que orbita alrededor del magisterio de un Dom Mariani excelso, que suena más Hard-Rock que otra cosa pero que se trata de un sonido cálido al tiempo de profundo, robusto y hermoso.
Cerraba la noche el siempre efectivo y efectista Peter Coyne. The Godfathers son unos auténticos clásicos del panorama rock-punk suburbial y lo habitual de su presencia en los escenarios patrios ha hecho de ellos parte de la familia, y como tales fueron recibidos anoche, con cariño por los congregados en los locales de San Vicente.
Poco se puede aportar a lo más que sobradamente conocido. Los Padrinos del rock ofrecieron su habitual concentrado de rock, transgresión, ferocidad y estampa sobre las tablas, para construir un tracklist con canciones extraídas de los últimos tiempos del grupo y alguno de sus temas más célebres en su dilatada carrera. El oficio, la calidad del repertorio y la entrega del personal hicieron que la magia refulgiera.
Entre los temas más nuevos sonaron varias piezas de «Alpha Beta Gamma Delta», su más que disfrutable disco de 2022, a saber: «O.C.D.», «I Despair», «Lay that money down» y «I’m not your slave». Entre los grandes títulos del grupo «This is war» que abrió las hostilidades con Coyne disparando una metralleta invisible, «If I only have the time», «Walking Talking Johnny Cash blues», «How Low is Low», I Can’t sleep tonight», «This Damn Nation», «I want everything» y por supuesto la incendiaria «Cause I said so» y la coreada «Birth, School, Work, Death» para cerrar con una siempre devastadora y legendaria «Fight for your right» de los Beasty Boys.
Éxito general por lo visto al final de las escaleras que dan acceso al escenario del Antzoki, no tanto en cuanto a público, si bien la lonja se fue llenando según avanzaba la noche.
Sigue la fiesta hoy con los locales Bonzos, The Hangmen que vienen con nuevo disco bajo el brazo y los míticos The Dictators en una nueva singladura en la que pasean su histórico musical lleno de rock y punk. Si el tiempo lo propicia, lo contaremos.
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