Slowdive – Everything is Alive (2023). Vuelve el mejor shoegaze

Críticas Discos

12 de diciembre de 2023
Autor: Chals Roig.

Reseña de uno de los discos más refinados de Slowdive

…Slowdive han entregado un disco que si bien será difícil situar junto a Souvlaki, si que justifica definitivamente su regreso y por supuesto está a la altura de su leyenda…

Se cumplen 30 años de la edición de Souvlaki, que junto al infravalorado Pygmalion, es el disco más inspirado de Slowdive y uno de los mejores en su género. También ignorado en su momento. Ahora son pocos los que discuten la grandeza de una obra que, cada vez más, ha sido reconocida a lo largo de los años y que aún ejerce una fuerte influencia sobre generaciones más jóvenes.

Pero Slowdive no ha sido siempre un grupo reconocido. Con un inicio prometedor impulsado por Alan McGee del mítico sello Creation, llegaron a destiempo en un momento en el que grunge y britpop se adueñaron de las portadas, y términos como «shoegaze» empezaron a percibirse como una moda pasajera de la que todo el mundo renunciaba.

Si bien grupos como The Jesus & Mary Chain, Galaxy 500 y Spacemen 3 fueron los pioneros muchos años antes, así como My Bloody Valentine fueron quienes sacaron mayor rédito al invento a principios de los 90, Slowdive dió otra dimensión a este estilo por definición etéreo y cargado de capas sónicas, recogiendo influencias de Brian Eno y Cocteau Twins, introduciendo elementos del dub step y al mismo tiempo con canciones que miraban de manera más concisa al pasado glorioso del pop.

El tiempo les ha dado la razón hasta el punto de reanudar su carrera veinte años después de su separación, siendo ahora bienvenidos en giras y festivales, recogiendo lo que se merecen y editando un disco más que digno en 2017, con muy buenas canciones y que servió de puesta a punto.

…continúan sus voces vaporosas de reverbs imposibles y sus delays instrumentales eternos, sin traicionar su esencia, Slowcore, Dream Pop, Shoegaze, dando otra nueva vida y con gran consistencia a su propuesta más allá de los años de gloria de la banda…

Con este nuevo Everything is Alive han vuelto a marcar un hito en su discografía por la calidad ofrecida más que por un cambio de dirección, supone la actualización de un subgénero que al final les pertenece por derecho propio y que parecía no poder estirarse más. Si bien Souvlaki daba testimonio de una ruptura juvenil, la de Halstead y Goswell, ahora las capas sónicas se elevan al servicio de cuestiones tales como la pérdida y la esperanza.

Digamos que es su disco postpandemia, además dedicado a la madre de Rachel Goswell y al padre de Simon Scott que fallecieron en 2020, hechos que han marcado sustancialmente el trasfondo del disco.

Ocho canciones que han sido escritas y producidas por Neil Halstead que ejerce de líder indiscutible y con las que pretendía desarrollar un sonido ambient y electrónico cercano a Pygmalion, aunque finalmente y gracias a sus compañeros de banda, ha derivado hacía un concepto que bajo mi punto de vista es mucho más acertado y donde las guitarras juegan de nuevo un papel importante.

Me ha despertado mucha curiosidad el hecho de que su portada sea una reproducción del logo que se utiliza en Francia para marcar los monumentos históricos de gran interés cultural, y que a su vez está inspirado en el laberinto de la catedral de Reims. Una idea, la de la conservación del patrimonio arquitectónico, que fue desarrollada en la revolución francesa y acogida también por el romanticismo. Quizás defina a la perfección lo que contiene este título. Un bien de interés general.

¡Qué gran manera de empezar el disco! Shanty presenta las cualidades que nos vamos a encontrar, y puede que evoque a su obra pretérita, pero sin replicarla, creando una atmófera sonora en la que se enroscan guitarras y sintetizadores de manera brillante. Una de mis favoritas.

Alife debe figurar ya entre lo mejor de su repertorio, Rachel Goswell y Neil Halstead combinan y entrelazan la parte vocal como siempre y como nunca, una letra escueta pero elevada a través de la construcción sonora, sugerente y maravillosa, puro Slowdive, y que, como otras canciones en este disco, tal que Kisses o la catarsis sonora de The Slab que cierra el disco, recogen cierta influencia del post-punk más sofisticado y recuerdan por momentos y de manera muy clara a The Cure.

Al tiempo que se contraponen a otros momentos más instrospectivos como la instrumental Prayer Remembered y Andalucia Plays. Eso sí, continúan sus voces vaporosas de reverbs imposibles y delays instrumentales eternos, sin traicionar su esencia Slowcore, Dream Pop, Shoegaze, y dando otra nueva vida a su propuesta más allá de los años de gloria de la banda y con gran consistencia.

…un dechado de buen gusto que sin salirse de su propia idiosincrasia ofrece una maravillosa y bella obra de arte musical, etérea, contemplativa, muy bien enfocada y con un trasfondo donde la pérdida y la esperanza se dan la mano…

Para mí no hay desperdicio en este disco, incluso en el tramo final con canciones como Skin the Game o Chained to a Cloud que pudieran encontrarse perfectamente en otros discos pero que no por ello deberían obviarse, porque como en otras obras de la banda, la lista de canciones ejerce de camino que recorrer y por el que dejarse llevar hacia ese especial estado de embriagadora y dulce solitud sonora.

Sin lugar a duda, Slowdive ha entregado un disco que difícilmente se situará junto a Souvlaki, más porque el tiempo juega en su contra y la vorágine que vivimos no da pie a ello. Aunque la calidad entregada sí que justifica definitivamente su regreso y por supuesto está a la altura de su leyenda. Una obra para saborear a conciencia, un dechado de buen gusto que sin salirse de su propia idiosincrasia ofrece una maravillosa y bella obra de arte musical, etérea, contemplativa, muy bien enfocada y con un trasfondo donde la pérdida y la esperanza se dan la mano. Muy recomendable.

bandcamp de Slowdive: <LINK>

Próximos conciertos:

5 de febrero 2024 – Sala Razzmatazz de Barcelona

6 de febrero 2024 -La Riviera de Madrid

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