Conciertos

Crónica de los conciertos que ofrecieron Dean Wareham y Gazella en 16 Toneladas de València durante la velada del 21 de abril de 2025.

… velvetismo de aplicada y modélica escuela para paladares muy selectos y afortunados, como los de la privilegiada audiencia que asistió en el santuario valenciano…

Siempre hay ganas de volver a ver a Dean Wareham, lo considero uno de los intachables y grandes abanderados de una estirpe velvética que sobrevive con la cabeza bien alta y que es un orgullo para sus seguidores por el inmenso legado musical que ha ido acumulando a través de los años. Si pasa por València un servidor no falla, así viene sucediendo más o menos desde hace década y media.

En esta ocasión, la prestigiosa promotora valenciana Tranquilo Música lo traía al templo 16 Toneladas y, claro, había que estar, máxime con el añadido de la reciente publicación de su álbum That’s the Price of Loving Me, auténtico ejemplo de talento, elegancia y armonía que demuestra su incombustible ingenio.

Además, había una compensación extra esta vez, como era la presencia de la joven banda Gazella, firme promesa a la que algunos llevamos varios años siguiendo y recomendando, con una propuesta bastante atípica y diferente a casi todo, algo así como un cruce entre krautrock, noise-pop y psicodelia, entre Neu, Can y Radiohead.

Raquel Palomino y Adrián Camañez de Gazella

Dicho lo cual y, valga la redundancia, con “Volver” volvía al templo el quinteto valenciano formado por Raquel Palomino a la voz, Lluisen Capafons a la batería, Mauro Llopis al bajo, Alba Raja a los teclados y Adrián Camáñez a la guitarra. Era uno de los tres adelantos del que muy próximamente va a ser su segundo álbum “Vías”, al que se sumaron los otros dos “Cielo gris” y la celestial “Kim y Jimmy” con ese subidón eléctrico final, además de la novedad “Solsticio”.

Raquel Palomino de Gazella

Los problemas iniciales de sonido se fueron disipando y no menguaron el esfuerzo por dejar el pabellón alto de su peculiar universo musical. Del fascinante álbum homónimo debut de 2023 gozamos con la atmosférica y onírica “Por qué el ser” y con la intensidad vocal de Raquel en el hipnótico “Sol menor”.

gazella 16 toneladas
Alba Raja, Lluisen Capafons y Mauro Llopis de Gazella

En la recta final la vertiente más experimental de “Ozymandias” nos sugestionó antes de rematar con la angustiosa y demoledora “Espiral”. Me consta que Gazella fue un descubrimiento muy grato para más de uno en ese tramo final.

Y llegó el gran protagonista de la velada Dean Wareham, del que sería muy injusto no citar a sus escoltas, dado lo bien que estuvo acompañado por dos habituales como su esposa Britta Phillips al bajo y por el baterista Roger Brogan, así como por una especie de geniecillo oculto y discreto como el angelino Big Search a la guitarra, al que descubrí casualmente hace unos meses con su reciente álbum “Animal Cheer” y que, desde el primer instante, me pareció encajaba estupendamente con el resto del combo.

dean wareham 16 toneladas
Britta Phillips y Dean Wareham
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Roger Brogan y Big Search

De modo plácido y apacible nos cautivó desde el primer instante con el romanticismo de “New World Julie”, mucho más con esa galáctica y lunática guitarra velvética final. Algo similar sucedió con el tema que da título al antes citado reciente álbum y con la renovadora adaptación del “Dear Betty Baby” de Mayo Thompson, una de esas maravillosas joyas ocultas de los 60 que solamente Wareham es capaz de rescatar y de llevar a su particular terreno.

De la confitura velvetiana de 2021 que fue “I Have Nothing to Say to the Mayor of L.A.” nos atrapó la triste balada de los años dorados y de resistencia “As Much as It Was Worth”, con detalles que evocaron a Yo La Tengo, pero si hubo una pieza que sedujo, al menos para el que suscribe, esa fue “The Last Word”, qué impresionante maravilla más maravillosa es ese tema inspirado en Eleanor, la hija de Karl Marx y su trágica relación de amor junto a su importancia en el movimiento socialista, comunista y feminista de finales del S.XIX.

Completaron la primera parte del conciertazo dos melodías como la más reivindicativa y política “The Cloud Is Coming” con Britta brillando más que las estrellas en los coros y la más lisérgica “Bourgeois Manqué”.

Dean Wareham
dean wareham 16 toneladas
Dean Wareham

De la mejor época de Luna hubo dos deliciosos regalitos, dos clásicos noventeros marca de la casa como “Friendly Advice” y la siempre presente “23 minutes in Brussels” con ese fascinante juego de guitarras entre Wareham y Big Search, velvetismo de aplicada y modélica escuela para paladares muy selectos y afortunados, como los de la privilegiada audiencia que asistió en el santuario valenciano.

Eso sí, la recta final fue galáctica, nunca mejor dicho. Si anteriormente nos embaucaron con “Flowers” y con esos espectaculares cambios de tonos de voz por parte de Wareham en “Snowstorm” o “When Will You Come Home”, la tormenta de mi favoritísima banda de la vida Galaxie 500 alcanzó lo que nadie puede alcanzar en “Blue Thunder”.

Ahí algunos nos elevamos, tanto como en “Tugboat”, donde el espíritu de The Velvet Underground se introdujo en todos los rincones del templo. Por si fuera poco remataron con la dylanita “I’ll Keep It With Mine” y Britta de mayor protagonista en un claro guiño a Andy Warhol y, muy especialmente, al fabuloso primer álbum en solitario de la velvética Nico. Para colmo, quedaba una bala en la recámara, poco que añadir sobre “Strange”, esa canción es un triunfo, se halla en un nivel muy cósmico, para minorías muy selectas.

* Vídeos cortesía de Antonio Minerba.


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