Discos Críticas

Con dos años de perspectiva y tras un uso frecuente, como el pan de cada día, uno puede afirmar categoricamente que estamos ante el disco o colección de canciones más estremecedor de los últimos tiempos firmado por esa tercera edad del rock que deja en su sitio a tanta cosa efímera y de consumo rápido.
Life is People es ese milagro de reaparición de un loser del songwriterismo británico mediante la reivindicación y el apoyo de los amigos y el espalzarazo que supone que la banda de moda del integrismo roquero de raiz, Wilco y su lider, Jeff Tweedy, hicieran una cover suya  (la estremecedora POM, Be Not So Fearful) y no se cansaran de lanzar parabienes a su obra del pasado, escasa, de dos discos, ambos fechados en 1970 y 1971, imprescindibles tesoros enterrados.
Lo más curioso del caso es que en el proyecto se pusieron tantas ganas y amor que el comeback resultó ser, en mi opinión, su gran obra maestra y el disco que ganó la copa del certamen La Arruga es Bella que se consolidó con aquel Harps & Angels de Randy Newman y que había inaugurado el viejo Johnny Cash con sus American Recordings.
Los doce salmos-mantras que lo componen generan un instantáneo efecto curativo. Hoy es el día en que ante esas noches de nervios acumulados y de mente atascada en  el «centrifugado», de vuelta y vuelta, acudo a Life is People y me quedo en ese lugar a donde él  te lleva,  un paisaje donde te ves como una pulga en el cosmos relativizando la importancia de tus preocupaciones. Me deja en una absoluta paz.
No sientes el efecto de la gravedad de los problemas en su escucha, te colocas a unos cuantos metros del suelo y observas, reflexionas, sintetizas y cargas energía para una buena temporada. A su vez, te ries a carcajadas de todos aquellos a los que les gustaría llegar a este nivel de excelencia en la Tower of Song en la que Bill Fay, sólo por este disco, tendría una suite en la planta más alta.
De manera majestuosa, con unos músicos en estado de gracia, esta maravilla se abre con There Is A Valley plagada de versos dylanianos y transfondo cristiano. Tenemos el deber de valorarlo desde el lado gospel de las cosas, relativizando la critica fácil a su proselitismo, como pasa con el judio converso de la época Slow Train-Saved-Shot of Love. Lo cortés no quita lo valiente. Un hammond trasero hace míticos versos como: Every bullet from a gun is written upon the palms of the holy one. Quedas atrapado desde el principio y sin compasión en su bello discurso, como pasa sólo en los trabajos que han llegado a tu reprodutor para quedarse.
Big Painter baja a las catacumbas de la reflexión interna sobre la idiotez humana y el horror díario que vemos en los telediarios y estilisticamente está en un terreno no alejado al de Peter Gabriel. Su marcado carácter siniestro le hacen ese callejón donde te avisan que no te metas porque tiene peligro…pero te metes.
Una piano song isabelina y británica perfecta es The Never Ending Happening donde te moja la lluvía de la mañana de niebla, donde se lamenta tu corazón helado buscando descanso y curación. Muchos son los días en que acabas con los ojos con vaho tras su escucha cuando el mundo duerme.
Y el solo de chelo que aparece en su mitad ,  te estremece de una manera sobrecogedora, a niveles Nick Drake.In the garden, wet with rain que diría Van The Man. Superior.
This World cantada a medias con el fan Jeff Tweedy, es un folk-rock moderno, un himno de redención, una gozada llena de brío y esperanza y uno de los temas bandera del Life is People.
Como Van Morrison o Leonard Cohen, nos suelta una letanía del calibre de The Healing Day, emocionante oración que con su sección de cuerdas y ritmo de adaggio barroco consigue lo que anuncia, dejarnos limpia el alma de broza y hojarasca.
City Of Dreams con su aire floydiano era Wish You Were Here, también podía haber sido firmada por Bon Iver o por Spiritualized. En ella,  Bill nos vuelve a proponer un paseo por la observación de lo que está pasando: vivimos en ventanas virtuales, nos perdemos el cielo que está arriba y que no admite de compra y venta.Somos idiotas. Tremenda.
Be At Peace With Yourself es la clase de yoga más hermosa y barata, es el gospel más hermoso desde tiempo inmemorial. Ese rato de paz y tranquilidad que todos buscamos. Donde hay un propósito hay un camino dice  y como si un You can´t always get what you want desnudo se tratara, te lleva de la mano al cielo. Cuando la escuché por primera vez, no me pude creer su belleza y todavía sigo sin comprenderla, me la reservo para momentos en los que empujas con el brazo los trastos de la mesa y los tiras todos al suelo. Es la menina del LIfe Is People, sin duda. Es entonces cuando le colocamos en la balda junto al Old Ideas de Leonard Cohen.
La cover al piano del clásico wilquero Jesus , Etc. es tan apoteósica en su sencillez espartana y tono esencial que hablamos de algo como el Halleluja de Jeff Buckley: esa versión que ennoblece la original pero que la transforma en una energia diferente de la que sólo se mantiene su melodía insuperable. Escuchar para creer. Escalofriante.
Singing sad sad songs…bitter melodies, last cigarrettes, all you can get…turning your orbit around…Our Love, Our Love is all We Had… Buff…
Empires con su aire funebre nos enseña a escuchar el aire entre los árboles, sin más, como una terapia gratis pero más complicada de meter en la agenda en los tiempos que corren.Unos terrenos muy Robert Wyatt, algo más progresivos pero dentro del clasicismo del que bien a mamado Antony el de los Johnsons.

Como un padrenuestro tenemos Thank You Lord y este tramo del disco final en el que todo es puro misal, oraciones que son brisa, perpectivas con pocos objetos que las quiten profundidad.Tambien, en la destacable, una de las grandes, Cosmic Concerto (Life is People) donde percibimos esa paz que acaba en tormenta en un crescendo que pone los pelos de punta: la vida es la gente y nada más.

Mención especial merece The Coast No Man Can Tell y lo que significa para mi, no debería dar publicidad pero cuando me voy de mi amada costa vicentina portuguesa, en todos los años que tengo la dicha de acudir unos días allí ( y en el último que estuve, agosto 2012,  tenía ya descargado este disco) me fui llorando a moco tendido con ésta perla como B.S.O. de la escena, sin querer mirar el castillo de Aljezur para atrás, no fuera que me conviertiera en estatua de sal. Es tanta la paz que me dan aquellos arenales y acantilados , aquella costa de las que pocos te hablaran, como la que te ofrece la escucha de Life is People, algo excepcional, donde se vive la eternidad encapsulada en el tiempo, donde se pasa lo mejor de la existencia y los salmos no molestan ante el bello ruido del tronar del océano.
Con Life Is People la vida se siente pero no duele, razón por la que debemos tenerlo siempre cerca en el botiquín..

Bill Fay – «Life is People» (2012)
9/10
1. There Is a Valley/2. Big Painter/3. Never Ending Happening/4. This World/5. The Healing Day/6. City of Dreams/7. Be at Peace With Yourself/8. Jesus, Etc./9. Empires/10. Thank You Lord/11. Cosmic Concerto (Life Is People)/12. The Coast No Man Can Tell.


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