
La he vuelto a ver. Con sus cinco vértices, como un objeto matemático ondeando en el firmamento y brillando con luz propia mediante unos tubos fluorescentes de neón. Cómo me reconforta otra vez más esta bendita aparición cósmica.

Recuerdo la primera vez que la ví. Pensé que era una estrella fugaz y ni por asomo llegué a valorar en aquel primer instante que ese astro era como la Estrella de Belén que guió a los Reyes Magos de Oriente, una especie de anunciación de que existía una música tocada por una varita mágica, pura orfebrería para paladares selectos.
Después, el tiempo, la vida y el rasgar en las entrañas de aquella gran estrella me dieron una nueva perspectiva, la de un trabajo de una profunda energía que creaba un insólito equilibrio entre fuerzas gravitatorias del pop y del rock.
Cual si estuviera inmersa en la teoría del big bang antes de iniciarse la expansión de su universo, la fuente originaria de inspiración de Alex Chilton tras sus Box Tops y junto a Chris Bell tuvo una principal referencia, los Beatles, aunque nombres como Kinks, Who o Byrds también se hallaban latentes, así como contemporáneos tales como los Raspberries. Junto a estos últimos se pondrían los cimientos del llamado powerpop, música de culto durante aquellos años que tardaría en adquirir reconocimiento, aunque a día de la fecha mantiene el carácter minoritario en sus múltiples ramificaciones.

Si “Feel” se podría encuadrar entre los himnos hardrockeros de desamor más en boga de su época, la armonía vocal de “The ballad of El Goodo” supone una sublime reivindicación folk. Si “In the street” es otro episodio rockero de descarada vitalidad, “Thirteen” es una balada inmensa de pasión y ternura adolescente. Si en “Don’t lie to me” se distorsionan las guitarras y el estribillo se vuelve pegajoso, en “India song” aparecen flautas con cierto tono exótico y psicodélico. Si con la melodía y la rapidez guitarrera de “When my baby it’s beside me” se percibe más claramente por donde caminaría el powerpop a finales de los setenta, es en “My life is right” donde se define más concretamente el lugar en que lucía mejor la Gran Estrella. Si en “Give me another chance” vuelven a bajar los decibelios para ganar en intimismo acústico, es en “Try again” donde el equilibrio de las fuerzas gravitatorias goza de la perfecta conjunción. Finalmente, si la guitarra acústica toma todo el protagonismo en “Watch the sunrise”, es en “St 100/6” donde les basta y les sobra un minuto escaso para cerrar un disco mágico.
A continuación, en el camino indicado por la BIG STAR nos podemos topar con gente tan interesante como los Teenage Fanclub, los Posies, los Jayhawks, los Rem, los Replacements, Nada Surf, Pavement y un largo etcétera, de forma que las luces de neón proporcionarán ilusiones ópticas de cielos y horizontes azuladamente inmaculados, donde nada es como parece y todo es como es, natural, como la vida misma, sin conservantes, colorantes ni edulcorantes.
Sinceramente creo que el mundo debería primero escuchar “#1 record”, después reflexionar, y finalmente depositar oro, incienso y mirra a lo ancho y largo de la ruta señalada por la Gran Estrella, y muy especialmente alrededor del primer trabajo de Alex Chilton y Chris Bell. Imprescindible, fundamental, principalmente recomendado para el bienestar emocional.

BIG STAR – «#1 record» – (1972) – 9’95/10
- Con The Chameleons en 16 Toneladas. Crónica concierto 5-12-2023 - 6 de diciembre de 2023
- Gazella y su fascinante álbum de debut (2023) - 29 de noviembre de 2023
- Con la música de Big Star en Moon (crónica concierto 19-11-2023) - 20 de noviembre de 2023
Menudo regalo de reyes Johnny. Gran grupo, gran artículo, gran legado.
Ya sabes que he llegado a ellos de abajo hacia arriba, a través de mis admirados Jayhawks, y están muy claras las influencias.
Un fuerte abrazo y feliz año.
Mucha tela ésta primera obraca de los Big Star, la verdad es que tardé un poco en llegar a ellos, pero nunca es tarde, y es un grupo básico y fundamental.
Abrazos y feliz año.
recuerdo el artículo en su día y me encanto, creo que me ha gustado lo mismo o mas, inmenso disco, buena suerte.
Abrazos.
tremendo discazo, de toma pan y moja!!! y qué arte tienes JJ…. postazo!
Me congratula que os haya gustado el artículo, me pareció ideal recuperarlo para el día de los Reyes Magos, creo que es un disco que genera inspiración, algo que no sucede frecuentemente. A Big Star le tengo que agradecer muchas cosas en esta vida. Abrazos a los 4 y gracias por comentar.
Esta bien… Ya que nadie lo ha hecho, y aún temiéndome una explicación preparada de antemano, te pregunto yo: ¿a qué se debe ese 0'5 que le niegas a éste, posiblemente el mejor álbum de power pop habido en todo tiempo y galaxia?. Ya conocía y recontraconocía tú fantástico texto maestro woodyjaggeriano, por otro lado, claro… Lo cual no es óbice para aplaudirlo nuevamente y como merece hasta la autolesión de manos, faltaría. Abrazo guzzero !
Pd. Solo thirteen ya le hace llegar al 10/10 para mí, que si no lo pongo lo mismo me estalla la almendra.
Jejeje, Don Guzz, pensaba ya que nadie se iba a percatar. Fue principalmente una vacilada y quizás un poco por diferenciar mis preferencias de la inmensa trilogía de la Gran Estrella, primero el Radio City, segundo el primero y tercero el tercero. Lo que habría que tener claro por el bien de la Humanidad, para que nos guíe a todos por el buen camino, es que la trilogía no es de 10 sino de matrícula de honor Y por favor no se autolesione que le necesitamos. Abrazo.