Ya tardaba en dejar caer por aquí a Bruce Springsteen, uno de los artistas que más me han marcado, me atrevería a decir que además de su música, también en un plano emocional, siempre seremos un puñado considerable de feligreses quienes afirmaremos con devoción que nos salvó la vida en un determinado momento de ánimo renqueante. A través de sus canciones Bruce dignificó y glorificó como pocos la clase media-baja, aireó algunas de las miserias que arrastramos como supuestos seres sociales hasta el punto de convertir nuestras vidas anónimas en ejemplos heróicos de la cotidianidad, también en motivo de celebración, rasgo por el que es mayormente conocido.
A lo largo de mi vida he leído críticas de toda índole respecto a The Wild, The Innocent & The E Street Shuffle, mayormente suele decirse que no había definido su sonido, o que sonaba disperso y poco enfocado, bendita dispersión!. Por otra parte la parroquia springsteeniana más sectaria no suele contemplar esta formación como digna de llevar el nombre de la E Street Band puesto que Little Steven, Roy Bittan y Max Weinberg aún no se encontraban entre sus filas. Así que llamadlo madurez, crisis prematura de los cuarenta o como queráis, pero confieso que con los años he ido valorando mucho más este canto al hedonismo y a la vida canalla de Asbury Park, ayudado, todo sea dicho, por el concierto en Hammersmith Odeon del ’75 en Londres que acompañaba la edición 30 aniversario de Born To Run. La versión que se arreó de Kitty’s Back con una pequeña porción del Moondance de Van Morrison, incluso mezclar su E Street Shuffle con el Have A Party de Sam Cooke, me hicieron ver la luz. Un disco que además debería aparecer con más frecuencia en las listas de mejores directos del rock del mundo mundial, merecería una reseña para él solo.
Pero vamos al disco. Existe una primera línea divisoria entre sus dos primeros discos y el mega-éxito Born To Run, sé que hay otras líneas divisorias a lo largo de su discografía pero ahora no vienen al caso, este simple hecho me fascina tanto que suele ser un pensamiento recurrente entre mis neuras musicales internas del día a día, y siempre llego a la misma conclusión clara y concisa, que junto a The River, y en contraposición al control extremo del sonido del Darkness On The Edge Of Town, éste es uno de los discos más frescos y fluidos de su discografía, la banda suena libre de ataduras conceptuales, engrasada y excelsa, más protagonista que mero instrumento a utilizar.
Garry tío, ¿no podías esperar a rascarte en otro momento?
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Una de las claves importantes es David Sancious y el jazz, ambos elementos dejarían de existir a partir de Born to Run, Sancious de manera radical, y el jazz en rápida progresión exponencial con la última intervención de los hermanos Brecker y la consiguiente huída existencial de Bad Scooter desde los callejones hacia la oscuridad. En los interludios de los shows Sancious deleitaba al respetable con piezas de Thelonious Monk, lo suyo era el jazz a todas luces. Con su marcha Bruce perdió parte importante de su sonido, y con ésto no quiero decir que Roy Bittan sea peor, ni mucho menos, pero es muy diferente, Bittan es de corte más clásico, zapatos y perfume caros paseándose por un club de golf, Bittan creaba bandas sonoras, y Sancious transpiraba jazz con su camisa entre abierta y el olor a humo de club, su participación en este disco parece más bien un trabajo de contención, de hecho se largó para iniciar una carrera en solitario, cosa que hay que agradecer en última instancia para beneficio de la longevidad de una banda a la que interesaba más la sumisión de Bittan. Ahí quedó la serenata a New York para la posteridad, canción que sitúo entre las diez mejores del artista. Además el nombre de la banda lo sacó Bruce de la calle donde vivía Sancious, con eso lo digo todo. Para más señas marcad en el buscador de turno su nombre y alucinad con su carrera y colaboraciones, creo que hizo bien marchándose de la E Street Band, al final uno tiene que hacer lo que le pide el cuerpo.
Hay otros elementos únicos en este disco que jamás volverían, uno me viene representado de manera un tanto mitológica con los coros rutilantes y los ritmos funkies que dibujan a una comunidad de ficción en plena E Street, danzando, cantando, disfrutando del éxito relativo de Bruce, otro elemento es Asbury Park, ecosistema natural en sus últimos momentos de explendor, si es que quedaba algo antes de expirar hacia el olvido de las políticas de infrastructuras locales y de un turismo cada vez más global. New York le abría las puertas al Boss.
Siete canciones casi todas de largo minutaje y sin ningún single potencial, la CBS reaccionó despidiendo a Clive Davis de la compañía, su máximo defensor, y por tanto la posibilidad de un tercer trabajo se iba esfumando poco a poco. Mike Appel no ayudaba tampoco demasiado con sus artes de coacción a los medios y diales que no daban cobertura a su apoderado, cosa provocó entre otras tiranteces un corte en el chorreo de capital. Y en medio un joven artista que teniéndolo todo estaba al borde de la nada. Sólo sus conciertos intensos y apoteósicos mantenían el interés de los enteradillos que veían en él un potencial por encima de la media, no había nada igual pisando los escenarios de clubs y auditorios en el 74 frente a los shows de escasos cincuenta y cinco minutos de duración que solían ofrecer casi todas las bandas, Springsteen empezaba a estirar el setlist hasta casi tres horas, el boca a boca hizo el resto, junto con la famosa reseña de Jon Landau. Vamos al trapo con las canciones.
«Vuelan chispas por la calle E, cuando los chicos profetas caminan apuestos y ardientes las almas de todas las muchachitas se debilitan.» todo un truhán. The E Street Shuffle, el baile de la calle E. Para quien no lo sepa esta canción está basada en Monkey Time de Major Lance, los mods sabrán quien es, los Small Faces se hubieran llevado muy bien con Bruce de haber podido cruzar el charco. Tuvo bastante éxito en los 60 en la costa de Jersey y además inspiró a toda la generación del Nothern Soul en Inglaterra con su manera especial de bailar, ‘sr.Yorke, aprenda de un maestro‘. El plagio fue perpetrado con premeditación y alevosía, es algo que Springsteen no esconde. Con esta canción retrató una comunidad de ficción basándose en su experiencia y su estilo de vida al borde de la extinción, y como en Spirit in the Night, intentaba mitificar aquellos personajes mitad reales, mitad imaginados, además pretendía lo mismo que Lance, patentar un baile sin unos pasos específicos con el que poder levantarse y acostarse para hacer el día a día más llevadero… idas de olla de Bruce. La química de la banda queda patente en una parte instrumental brillante, y esos coros… un West Side Story suburbial.
«¿Oíste que los polis finalmente detuvieron a Madame Marie por adivinar el futuro mejor que ellos? Para mí, esa vida del paseo marítimo se acabó y tú también deberías abandonarla» 4th of July, Asbury Park (Sandy), la parte de Danny Federici con el acordeón es de fantasía marinera, pinta la costa y el paseo marítimo en tonos pastel en los largos paseos hasta la caída de la tarde esperando la suntuosa noche. Esta canción es la carta de despedida que Bruce escribió a Asbury Park en su nuevo apartemento de Bradley Beach. Se despedía de una etapa de su vida, de las chicas que conoció en las noches de farra, del Upstage que cerraba sus puertas, el paisaje cambiaba a pasos agigantados hacía el vacío. Y Sandy su primer amor, metáfora del fin de una época, bonita es un adjetivo cursi, pero lo es y se queda corto.
«Desde que Kitty se marchó con Big Pretty las cosas han ido realmente mal, aquí la cosa está difícil desde que los jóvenes petimetres se entrometieron«. Kitty’s Back representa como pocas sus origenes en la música, todo el jazz-rock y el blues de sus primeras bandas, resumen de su pasado para mostrar a quienes le veían por primera vez en directo, una canción para dejar exahustos a los presentes. Este sonido fue parte del que se perdió a partir del siguiente álbum, nunca más las canciones de estudio de Bruce volverían a sonar como ésta. La extensión de Spirit in the night, Jack Knife, Catlong, Kitty, Big Pretty, todos ellos cabalgan juntos por última vez por las calles de Asbury Park. La versión del 75 en el Hammersmith Odeon… chapeau.
«Y la noria gira y gira como si no fuera a detenerse nunca y el jefe del circo se inclina y susurra al oído de un niño ‘Oye, hijo, ¿quieres probar en la carpa?’ Todos a bordo, Nebraska es nuestra próxima parada» Le sigue Wild Billy’s Circus Story, esta canción no ha sido nada valorada, ni por sus fans fans, ni por el propio Bruce, para mi es un caramelo, ahora una de mis preferidas, aires dylanitas, banda de pueblo, por otra parte es muy kinks. Narra los recuerdos del circo que visitaba Freehold en su infancia y la impresión que le produjo, es la visión de un niño sobre una vida diferente a la vida normal en un pueblo cualquiera, una vida que nadie contemplaba como válida, aunque dentro de aquel niño algo se removió, la última pregunta que invita al niño muestra la conexión de aquella vida de circo con la vida de las giras de Bruce.
Madame Marie le avisó
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«Jane la Puertorriqueña ¿Me dirás cómo te llamas? Quiero llevarte al otro lado de la ciudad donde el paraíso no está tan concurrido. Habrá movida allá abajo en Shanty Lane esta noche. Todos los maricas con tacones dorados en una auténtica pelea de putas cogen sus 38 y dan un beso de despedida a sus chicas» Incident on 57th Street es una de las odiseas urbanas mejor contadas de su carrera, con esta balada reinventó a Romeo y Julieta, si decía adiós a Asbury Park a través de Sandy, de reojo miraba a la gran ciudad que le abría las puertas, imaginaba la vida callejera en los suburbios con un romanticismo exacerbado, un nuevo paisaje romántico y crudo para Jane y Johnny que adoptaban diferentes nombres aunque ya aparecieron en Greetings. Los hispanos, el crimen, y al final la senda de los amantes que lleva a Jane la puertorriqueña y a Johnny el español a la promise land. Físicamente Bruce nunca había vivido aquel ambiente marginal de New York, pero su espíritu siempre tuvo fijación por las clases marginales y los perdedores, abría a los personajes un nuevo camino hacia la redención.
«Así que, Rosie, sal esta noche, nena, sal esta noche. Las ventanas son para los tramposos. Las chimeneas para los pobres. Los armarios son para los colgados. Los ganadores usan la puerta. Así que, úsala, Rosie, para eso está» En Rosalita (Come Out Tonight) Bruce presenta el motivo principal de Thunder Road, podría haber sido la primera canción de Born to Run, festiva y rebosante de muy buen humor. Al igual que Kitty’s Back y The E Street Shuffle estaban hechas para dejar exahustos a los asistentes, durante muchos años cerró sus conciertos, la banda lo pone todo en el asador. Su autobiografía continuaba en esta huída hacia adelante a partir de donde la dejó en Growin’ Up.
el sonido de la E Street Shuffle |
«…sí soy un chico joven y hablo muy alto, sí, nena, camino muy orgulloso de ti. Así que sacúdetelo de encima, sacúdete tu vida callejera sacúdete tu vida de ciudad y engánchate al tren, engánchate al tren nocturno» Una de las cosas que hace este disco el más especial de toda su carrera es New York City Serenade. Sólo por esta canción todo el mundo debería tenerlo, preferiblemente en vinilo que es como mejor suena mientras no se reedite a todo lujo. Aquí es donde Sancious pone los colores al lienzo, dibuja Manhattan y Broadway, te hace desear coger ese tren al ritmo del gospel y quemar los cubos de basura de los callejones, esperar al dealer que le paso la mejor mierda a Lou Reed para chutarte en vena el jazz de los antros de la avenida. Esta música debería decorar el cielo del Manhattan de Woody Allen, en un mágico lugar entre Coney Island Baby y la música de Gershwim. El piano abre el zoom mirando a los altos rascacielos que se divisan a lo lejos, y mientras se acerca entre el tráfico los acordes de jazz hablan de una ciudad que te acoje y te abre sus puertas, suena la guitarra del chico de pueblo que pisa por fin el asfalto, se despide de su pasado con ese saxo agridulce, atrás queda la Jersey Shore.
Bruce confesó años más tarde que su intención fue crear unas canciones que sirvieran de base para mostrar la valía de los músicos que le acompañaban, y consiguió lo más complicado, registrarlo en disco. Pero los primeros años 70 fueron realmente prolíficos y el interés del público y los diales no dejaba espacio a un nuevo artista vendido como nuevo Dylan, por tanto siguió los pasos de su predecesor, buenas críticas y poco éxito. El tiempo le ha dado un encanto irresistible e irrepetible a The Wild, The Innocent & The E Street Shuffle, combinación fluida de folk, blues, rhtyhm and blues, jazz y soul, el espíritu del Astral Weeks de Van Morrison se presenta descarado y festivo, un disco de los que se disfruta mucho más en vinilo, un Back To Vinyl en toda regla. El presente disco no tiene momento bajo, puntuación máxima, un disco incontestable.
Por Chals
Publicado originalmente en On The Route
Bruce Springsteen – «The Wild, The Innocent & The E Street Shuffle» (1973) 10/10
1. The E Street Shuffle / 2. 4th of July, Asbury Park (Sandy) / 3. Kitty’s Back / 4. Wild Billy’s Circus Story / 5. Incident on 57th Street / 6. Rosalita (Come Out Tonight) / 7. New York City Serenade
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Pues yo le tengo especial cariño a este discarro, por una de las cosas que dices, y es que es con la primigenia E Street Band, más orientada al jazz claramente, pero no por ello deja de ser algo extraordinario. Cierto es que luego con Bittan la cosa cambia, y se tornan más rockeros, pero lo importante como siempre digo es la calidad de las composiciones, y en este disco hay por lo menos 3 o 4 temas de altos vuelos. Yo no le daría el 10, porque para mi esos están reservados para el primero, Born to run y The river, pero lo respeto.
Abrazos truferos.
Yo pensaba igual, se ha dicho desde siempre en las mejores revistas del mundo mundial que lo mejor es la segunda cara del disco, pero hoy por hoy son esas canciones circundantes, la del circo, la primera, Kitty's Back, las que me empujan al 10, son deliciosas y únicas, pero com bien dices, respeto tu no-10 😉 Saludos.
Excelente reivindicación, ahora que el jefe anda bajo. Un disco adorable, bendita dispersión, como dices.
Saludos.
Saludos Gonzalo, y gracias por pasar, la dispersión es siempre más excitante al oído!!! Saludos
Un discazo, sí señor, de esos que erizan bellos y enamoran mozas. Yo prefiero, los tres siguientes, eso sí. La entrada, en su línea, cojonudísima. Me hago fan suyo desde ayer!!!
Para mí de la mano con sus tres siguientes, en su día este disco acusó la falta de marketing que el resto de su carrera tuvo, e históricamente siempre será el disco a la sombra, pero es un disarro del copón!!! Saludos Niko!!!
Ya traté de dejar constancia en tú casa sobre tan encomiable entrada Chals… pero los hados de la interné me putearon o algo y el mensaje no se grabó (y no era corto). Venía a felicitarte por lo brutal y aleccionador que me resulta, repleto de matices y datos de los que no tenía ni papa y que ayuda a comprender mejor la gestación y evolución del sonido E Street Band. Me gusta mucho el disco, desde el año los boniatos y ni qué decir, pero tras esta entrada como que todavía me gusta más y deja de ser "solo" el muy buen trabajo que queda entre el estreno y la masterpiece (aunque para mí lo sea a ex aequo con "Nebraska" por que soy así de puñetero)… Gracias a lot, Chals.
A veces el p_to interné funciona igual que nuestra (in)seguridad social!! Nebraska son palabras mayores para mi, ese discarro tendrá su reseña estratosférica, ese disco es el agujero negro que se tragó a Bruce. Saludos
Sinceramente nunca he hecho caso a este disco o más bien poco, y después de leer este artículo me ha entrado bastante apetito. Abraçada, mestrefriend.
A ti mestrefriend que te gusta poco el Boss, este te encantaría, tiene ese encanto del Mink Deville de finales 70/ principios 80, yo tengo este discos junto a Coup De Grace, ahí te lo digo todo y no te digo nada.
Saludos mestrefriend
Con el paso del tiempo he ido entrando en un disco del que pase durante años, hoy me parece de lo mejor de Bruce, aunque si que veo el sonido un tanto disperso y sin definir, pero tampoco tiene porque ser un defecto, de echo creo que no lo es, es un sonido en evolución, se respira el crecimiento que esta experimentando, la madurez.
Fantastica entrada.
Abrazo
Ahí les ah dado Addison, no niego que sea disperso, pero para nada es un defecto, para mi es perfecto, su primer disco tiene muy buenas canciones, pero aquí ya se respira una soltura que pocas veces a mostrado en estudio.
Saludos Addison
Fresco y fluido , como dices, con millones de influecias del soul de 45 rpm, encantador, levanta morales- Me pasa como a ti Chals , lo tengo tanta estima y es tan mimosin blues que para mi es un diez también. Para la Historia , enciclopedias y demás sera un 9 o un 8 pero para nosotros, un diez como la copa de un pino.Hasta The River no volvió a tomar un tono tan festivo y suelto, él y la banda. A mi me encanta así de arrollador pero la verdad es que hasta 1984 me gusta en estudio de todas las formas y en todas le doy un diez (salvo el primer disco que es mágico pero tendría un 9, jajajaja) Un abrazo, usted si que sabe hablar del Boss sentimental que es el que me interesa.Bravo!
Este disco es un The River canalla y desvergonzado, y cada día lo tengo más claro, las cosas como son, a Bruce le quiero con locura, pero en estudio sus 10's nunca llegaron más allá del 85.
Quemaremos unas cuantas enciclopedias en fallas en honor a este disco. Saludos Joserra
Estoy redescubriendo este disco, y para mi, es uno de los mejores discos de la historia del rock.
El aire festivo, la alegria que transmite…un diez!!