Críticas Discos

Ben Watt es una leyenda, en la sombra, pero una leyenda. 
Ël fue el primero en llevar un sonido diferente al pop inglés de los ochenta, dotarle de un marcado bossanovismo en Everything But The Girl , el proyecto musical con su chica,  la gran Tracey Thorn, para luego en los noventa darle un impulso dance,  demostrando una adaptación a los tiempos y bastante elegante,  por cierto.
Pero, sin emabrgo, el vinilo que conservo y escucho con más frecuencia es su propio disco North Marine Drive de 1983.
Allí es donde Ben daba rienda suelta a su faceta intimista con sus arpegios hermosos y minimalistas de guitarra más una voz muy reconocible, dulce y melancólica, en una colección de canciones que el tiempo mantiene como una isla pérdida (ahora, tienes de ese tipo de discos a patadas pero, en la mayoría de ocasiones,  no tienen ni la mitad de sustancia) 
Realmente ese primer trabajo es bossa nova británica norteña, impregnada de lluvía y niebla baja y conducción por el carril izquierdo.Su influencia ha sido más grande de lo que a primera vista pueda parecer.Es de esas referencias que se quedan en los pliegues del corazón como esa extraordinaria cover , en él incluída, del You Gonna Make Me Lonesome When You Go de Bob Dylan .
El pertenece a la escuela elegante de los Roddy Frame, Edwyn Collins y Lloyd Cole. Muchísima clase,  con toda la lección aprendida de sus artistas idolatrados de los setenta pero aportando su granito propio al clásico songwriterismo inglés. 
North Marine Drive sigue sonando como entonces, sentido y eterno, os lo recomiendo.
 
Son tantos años los pasados que quién se iba a imaginar a estas alturas de la película, la aparición de éste Hendra y menos que iba a ser algo como lo que pasó con su maestro Bill Fay.
A Ben le tenía absorbido el coco el tema de ganarse las libras como DJ tras su evolución por esos derroteros en los años noventa pero se ve que se ha hartado ya de remixes y platos y ha querido desmostrar que él sigue siendo un gran compositor,  fuera bases programadas y cajas de ritmos. El gran Carlos Berlanga puede ser un buen referente para establecer un simil patrio aunque ya el esté en el cielo o infierno ( nunca olvido sus tres totems Ramones, Vainica , Jobim, clase!!!!)
 
Está vez se lo ha montado de lujo: Bernard Butler (ex-axe man de Suede y con una brillante aunque corta carrera en soilitario) ha sido reclutado por Ben para meter oscuridad en la luz (palabras del  Señor Watt) y eso es sinónimo de garantía. Aparte una preciosa colaboración de David Gilmour, precisa y adecuada.
Los referentes ahora no son Joao Gilberto o Jobim aunque algo de ellos siempre subyace en su chirimiri sonoro sino John Martyn y Joni Mitchell y el sonido de los setenta más sofisticado y chic pero de carácter confesional y con letras muy potentes.
Son diez temas y vamos a pensar en el Hejira de la diosa canadiense o en el Peace At Last de Blue Nile. Un ciclo vital y reflexivo.Notamos la madurez de la voz que le dota de esa profundidad que observamos en sus «hermanos mayores» antes mencionados que también están pletóricos en sus nuevos trabajos (Roddy, Edwyn y Lloyd han firmado joyitas hace nada)


Hendra nos avisa que va en serio, que esto es especial y que tenía ganas de contarnos su vida y luego como hizo Josh Rouse en su mejor disco, el 1972, vuelta al riff de moda setentero utilizado por Midlake en Roscoe y por los Dawes en ahora no recuerdo el tema. Fleetwood Mac nunca se pasaran de moda pero vuelve con fuerza el Al Stewart de Time Passages: Forget es un pelotazo, un medio tiempo muy west-coast y también podría estar en el Shining on Everyone de The Fakeband, si señor, esos uuuhhhhhh! ( una de las canciones del 2014) pero no olvidemos que la sombra de Everything But The Girl es alargada.


Spring también homenajea al soft-rock de Bread y compañía y suena deja-vu total por esos acordes tan My Way y un estribillo Macca total. Como del Let it Be o algo de Jimmy Webb, así de bien cosido suena esta canción estelar dentro de un disco equilibrado, delicado y jondo ( sin ser pretencioso e intenso para nada)


Los acordes del North Marine Drive llegan con Golden Ratio y entonces cae uno en la cuenta que los brasileños inventores de esa samba jazzy y tranquila influyeron en John Martyn y en Joni Mitchell, esos acordes abiertos, especiales, sensoriales y espaciales. oceánicos del todo.Delicatessen que a pesar de las referencias lleva  la marca de la casa, podía ser de su disco de hace 31 años!!!


Matthew´s Alnold´s Field con su wurlitzer ala Bill Withers continua con la confesión sincera porque Ben es del país del gran Elton John y eso se nota. Qué grandes artistas ha parido y parirá la Pérfida Albión gracias a los cantes de ida y vuelta de un lado al otro del Atlántico.Menudas melodías son capaces de tocar y cantar.

La cara B comienza con lo más tremendamente Joni Mitchell era Hejira que se puede llegar a imitar: The Gun, sobrecogedora.El crescendo con hammond final nos lleva al momento más bello de todo el Hendra aunque la verdad es todo igual de hermoso.


La única concesión al meneo, en la onda del nuevo de los The War On Drugs, es Nathaniel y si , ya lo podemos proclamar,  Dire Straits están de moda. Hay siempre en los discos de un año un halo que los une, una moda , una vuelta a algo que lo unifica un poco.2014 es 1982. Gran trabajo de guitarra de Bernard.


David Gilmour aparece en la steel de The Levels sublimando el sonido y haciendo que todo parezca de cristal, una plegaria pastoral y floydiana pero también digna del gran Roy Harper, grandeza inglesa.


Young Man´s Game es más Faces vertiente Ronnie Lane, románticona balada ( insisto,  con más voces podría ponerse a la par con el Van Occupanther de los Midlake pero también con lo que hacía Antonio Vega en su última época) Young Man´s Game es mi favorita del lote porque me toca una fibra muy Goat Head´s Soup, de carretera secundaria, de guitarras perdedoras y nostálgicas.


Termina este espléndido álbum,  uno de mis candidatos a disco del primer semestre, con la preciosa The Heart Is A Mirror con sus tristes moogs o el teclado que sea… con una defensa de la belleza radical encomiable y valiente


Ha sido un auténtico regalo esta vuelta con Hendra, esa bella portada en vinilo, esas demos extras desnudas en la versión cd-extended, ese encontrarse sin esperarlo, como si hubiera resucitado, con un buen compañero-amigo de viaje que se marchó muy lejos pero que ha regresado siendo aún mejor persona. 
El corazón es un espejo donde encontrarse, nos dice Ben; no cabe duda y uno no olvida las canciones que le dieron razones para que continue latiendo, por eso, uno no olvida a Ben Watt.


File this record with Hejira-Joni Mitchell/Civilians-Joe Henry/ Damien Rice-O/One World-John Martyn.

Por Joserra
 

Esta entrada se publicó en rockandrodri land.


Ben Watt – «Hendra» (2014) 
7, 8/10


1.»Hendra» / 2.»Forget» / 3.»Spring» / 4. «Golden Ratio» / 5.»Matthew Arnold’s Field» / 6.»The Gun» / 7.»Nathaniel» / 8.»The Levels»  / 9.»Young Man’s Game» / 10.»The Heart   Is a Mirror»





2 comentarios

  1. Lo que ya te dije, tete, este disco me está gustando bastante, tiene una elegancia británica que mola mucho, desde Aztec Camera a Lloyd Cole pero sobre todo le saca brillo a la mesura y donaire de Fleetwood Mac o Al Stewart, y lo que más me gusta especialmente son esos detalles que me recuerdan tanto a Antonio Vega en su último período "De un lugar perdido" y "3000 noches con Marga". La única putada que le veo es que este año tiene mucha competencia, si hubiera salido el año pasado habría sido de los mejores a mi gusto. Abrazo.

  2. Lo tengo en espera pero leyéndote tendré que ponerme a ello aunque no sea del todo de mi estilo. Lo bueno de verdad está por encima de eso, y pintaza, desde luego, tiene.

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