La prueba definitiva para mi es la reedición de sus siete primeros discos, ¿era necesario? lo digo con la boca pequeña porque seguro que trae bonus y regalitos suficientes para poner los dientes largos a cualquiera, sacacuartos lo llaman. Si que puede que los dos primeros LP’s necesiten un mejor tratamiento de la sección rítmica pues suenan un pelín desfasadas, incluso hubiera tenido más sentido centrarse en el Greetings y la E Street Shuffle, además son sus dos discos menos valorados entre sus clásicos. Por lo demás no creo que necesite ninguna remasterización, al menos eso deduzco de mis viejas ediciones que siguen sonando tan bien como el primer día. Eso sí, si algo deja patente esta maniobra navideño-comercial, es que hasta el Boss tiene más que claro que su grandeza proviene del periodo 73-84, poco más hay que discutir al respecto.
Hoy me detengo en el último disco de los metidos en el saco de «clásicos», uno de los vinilos que me han acompañado durante más años, y la verdad es que suena como un cañón, ni remasterización ni leches. En su día muchos amigos de juventud no entendieron como podía gustarme un disco con una portada con la bandera yanqui y un tipo que cantaba Nacido en USA a voz en grito, demasiado para quien pretendiera argüir cualquier proclama anti-imperialista, o anti lo que fuera. Visión que también respeto desde un punto de vista no-americano, imaginaros un disco de un grupo nacional «x» (elijan) con la rojigualda en portada, yo directamente no lo escucho ni pirata. En mi caso tuve la suerte de llegar sin ninguna clase de prejuicio, ni influencia externa al disco, una porque no tenía la edad para ser consciente del boom, sólo tuve la única influencia de la insistente repetición en formato banda sonora para noches juveniles de futbolines y primeros cigarrillos, y mejor aún, no tuve que sufrir el vídeo de Bruce bailando en la oscuridad hecho un pincel con la friends Cox, el día que lo ví por primera vez me quedé más a cuadros que las camisas de mi armario ropero. Pero para mí este disco tachado de comercial y como «el principio del fin» es pura fantasía rock, digamos que en las antipodas de la expresión artística y más literaria de la fauna y flora más cool de la gran manzana, esta es musica para la working class, alternativa ahora inexistente a la radiofórmula más casposa ochentera, para bailarle a la vida diaria y esquivar sus inmundicias, que si, tiene rock garrulón y festivo, como lo tenía The River, necesario aliento de no-pensar a la salida del curro, y además contiene una de las consignas más bellas del rock:
«Aprendimos más de un disco de tres minutos de lo que jamás aprendimos en la escuela».
Vamos al trapo. Springsteen venía de Nebraska, un disco que en su día se vendió poco, pero que contra todo pronóstico tuvo mayor repercusión de la que se esperaba. Los mercachifles de la CBS se frotaban las manos y se corrían de gusto bajo las mesas de sus despachos, algunos con ayuda, otros no, solo de pensar lo que venía después de aquel agujero negro. Y eso que costó sacar de la madriguera a Springsteen que se dió cuenta que podía grabar en su casa con equipo mínimo, además podía dedicarle más tiempo a la música sin tener que desplazarse y sin depender de la banda (ni de aquella Tascam, ya en el ecopark), eso era bueno para sus pretensiones artísticas y más después de la satisfacción que le dió vomitar Nebraska. Pero ahí estaba Jon Landau, que no utilizaba las tácticas un tanto cuestionables de Appel pero tenía mayor maña para manipular a su ahijado, por supuesto no iba a permitir otro Nebraska y de manera sutil se llevó a Bruce Springsteen al huerto, le ofreció en bandeja de plata la gloria, le sonsacó un mega-hit y consiguió la ansiada obra que equilibraba de manera sublime la vertiente más comercial (dividendos a chorro), con otra más reflexiva y cercana al camino surgido de las entrañas de su anterior disco.
La columna vertebral del disco pertenece a las sesiones del 82, nace de la imperiosa necesidad comercial de electrificar Nebraska, así que se puede afirmar con tranquilidad que Born In The USA es, a efectos artísticos, una obra menor de Nebraska y quedarme más ancho que largo, y sé que ésto podría costarme la excomunión de su parroquia, pero en mi defensa alego que más importante debió ser aquella obra acústica en el momento que su edición fue condición indispensable para dar salida a este disco, Springsteen fue claro al respecto, si no hay Nebraska, no hay Born In The USA.
A partir de aquí ya se sabe, cinta en el pelo y gimnasio, cetro de dueño y señor de la taquilla, y más espectáculo (de los mejores por supuesto) que rock’n’roll, pero no quita que a este artista haya que guardarle el más profundo de los respetos por ese perido glorioso que finalizó con este disco equilibrado y completo de rock-festivo, baladas nebraska, mirada nostálgica a su juventud, folk rockabilly, rock’n’soul y pop. Un gran disco.
Por Chals
Basado en reseña para ON THE ROUTE

Bruce Springsteen – Born In The USA (1984) 9,5/10
1.- Born in the USA / 2.- Cover me / 3.- Darlington County / 4.- Woprking on the highway / 5.- Dounbound train / 6.- I’m on fire / 7.- No surrender / 8.- Bobby Jean / 9.- I’m goin’ down / 10.- Glory days / Dancing in the dark / 11.- My hometown
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Gran Post Chals, grandísimo. Aunque con coletazos magistrales este es el principio del fin. Incluso y a riesgo de que me linchen no es de mis 5 favoritos del Boss pero es un discazo, no hay duda.
Eso es fácil, con los añis mi número 5 se ha ido de BITUSA a la E Street Shuffle, eso si, el 7 ya está este, je je je. Saludos my king
Amigo Chals, siempre digo lo mismo de este disco, me parece el mejor de Bruce si le quitamos precisamente la canción que da título al álbum, el resto es un compendio de rock and roll, pop, y baladas de un tipo que estaba sin duda en su mejore momento.
Gran reseña.
Abrazos truferos.
Pues fíjate mr.Savoy, hasta hace pocos años la aguja saltaba esa primera canción, también le tenía un pelín de tírria por eso del patriotismo y tal, y ahora es que la dejé de ver como una canción, es más bien un escupitajo a su pais, a sus fans e incluso a él mismo, y a ritmo de marcha militar, visto así hasta me parece punk. Gracias por pasar. Saludos
Gran entrada Chals, siempre lo vi como un disco que nos decepcionó a los riverianos de entonces pero que lo disfrutamos mucho, sin embargo. Es como un Rumours pero en macarra y camionero porque todo son gemas como canciones y claro están ahí No Surrender y Bobby Jean. No admite crítica porque este disco es crítico, para lo bueno y para lo malo.Nada fue a volver a ser lo mismo. Por cierto mi viejo vinilo suena mejor que las nuevas ediciones, hice la prueba con mi cuñado. Que no nos trate de vender lo ya vendido, que vaya a Muscle Shoals y haga un disco de soul y se deje de mierdacas, que él puede. Abrazos!!!!!
Fíjate Joserra que yo descubrí a Springsteen con Tunnel Of Love, a partir de ahí todo lo dicho por él anteriormente me pareció de una envergadura enorme, supongo que el factor circunstancial hace bastante para ver este disco de una manera u otra. Yo rezo para que no se nos vaya al otro barrio sin editar alguna pom de arruga bella, y es que lo veo venir, un día de estos nos cogerá una sudada de tres pares y se nos va en un catarro. Eso so, que se vaya a Muscle Shoals, y como mínimo a su granja a pasturar las vacas, seguro que del banjo sacaría más mejunge. Saludos Joserra
La entrada es de estrellita de favoritos como todas las tuyas del Boss, Maese Chals. La definición del Master Joserra ("como un Rumours pero en macarra y camionero") es apoteósicodescuajaringante y reivindico "working…" como cancionaca del copón (la fuerza de lo directo sin ambages) justo antes de postrarme por enésima ante "I'm on fire" como el clasicazo de all the times que és. Lo de los debates del mejor disco de Springsteen es algo que siempre me hace cierta gracia (o recelo, según se entienda)… A mi me encanta mucho "Nebraska" por ejemplo, pero… ¿realmente es en serio que alguien cree/creéis que el nacido para gambar admite comparacion con algún otro?… Hay discazos, clásicos, poms y repoms… y después concatenaciones astrales imposibles que pese a todo existen. Y "Born to Run" es un caso de esos tan contados. Y abrazo guzzero.
Es difícil comparar discos en la discografía de este hombre, cada cual tiene su aire definido, por supuesto y cogiendo Born To Run a nebraska hay un trecho enorme en cuanto a concepto, y en cambio no renunciaría nunca a ninguno por el otro, si hablamos de acabado, de producción, puede. Pero si, el Born To Run es siempre el marcado en negrita para tener seas parroquiano o no. Saludos Guzz