
…que el Señor Barrencio es un pura sangre, un cañón encima del escenario…
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Imagen cortesía de Perrín Muchacho Bass |
Lo sorprendente, o quizás no tanto, de este fenómeno rocanrolero y rhythm&blusero, es el crecimiento a nivel popular que ha tenido en el último lustro. Con cada actuación he advertido un aumento gradual de gente dispuesta a disfrutarlo, tanta que en esta última del Loco Club de Valencia (mi cuarto encuentro con la Bestia) se podría decir que, sin estar el recinto totalmente abarrotado, había un aforo muy considerable de espectadores (por cierto, se vieron rostros que no alcanzaban los treinta, un dato esperanzador a tener muy en cuenta).
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Imagen cortesía de Perrín Muchacho Bass |
Todo ello me induce a divagar en unas causas. Por ejemplo, y para empezar con algo obvio, que el Señor Barrencio es un pura sangre, un cañón encima del escenario, y una nueva prueba más de ello fue la mencionada velada del pasado 11 de noviembre. Sobre la tarima este monstruo se crece, se transforma, no me vienen ahora a la cabeza muchos frontman actuales con tanto carisma ahí arriba. A ello se le ha de sumar obligatoriamente su enorme vozarrón, de la escuela de Little Richard, Otis Redding, Screamin Jay Hawkins, Bo Diddley, James Brown o de cualquier portento del blues o del soul, incluidos nombres como el León de Belfast o Gerry Roslie.
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Imagen cortesía de El Joven |
Pero no acaba ahí la cosa. Barrence Whitfield está acompañado de una banda enorme, The Savages. Esa podría decirse que es, en mi humilde opinión, la gran clave de su progresión en los últimos tiempos. Sus tres últimos discos, “Savage kings” del 2011, “Dig thy savage soul” del 2013 y el último del año en curso que ha presentado en esta gira, “Under the savage sky”, son tres claras demostraciones de poderío y, sobre todo, de una combinación explosiva. Peter Greenberg (histórico del punk garagero con DMZ o The Lyres) a la guitarra, Phil Lenker al bajo, Tom Quartulli al saxo y Andy Jodi a la batería extraen en estudio y en directo lo mejor de Barrence. Y éste, a su vez, arranca lo mejor de The Savages. Además juntos se están pateando muchísimos lugares no solo de la geografía española sino de la europea.
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Imagen cortesía de Perrín Muchacho Bass |
Si no falla la memoria, entre tanto misil BGM-109 Tomahawk y entre tanto frenesí, sonaron todos los temas del arriba mencionado último disco, mientras que de los anteriores trabajos no faltaron delicias como “The corner man”, “Hangsman’s token”, “Black Jack”, “I’m sad about it”, “Bloody Mary”, “Bip bop bip”, “You told a lie”, “Willie Meenah”,…
Pues eso, lo de Barrence Whitfield & The Savages fue una barbaridad bárbara. Casi todos, excepto el Sr.Barrencio, acabamos extenuados y casi afónicos pero, por encima de todo, muy satisfechos y con el sistema neuronal plenamente regenerado para las próximas fechas. Ni el más soso le dio tiempo a aburrirse. Afortunados fuimos y a la Bestia nos encomendamos los suficientes privilegiados para que continúe protegiéndonos.
* Texto: Johnny JJ. Publicada crónica también en el siguiente enlace del ESPACIO WOODY/JAGGER.
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Imagen cortesía de Perrín Muchacho Bass |
Por Juanjo Mestre
Etiquetas: Barrence Whitfield Crónicas conciertos Johnny JJ