Críticas Discos

Pocos discos consiguen captar la magia de la nostalgia conjugada en todos los tiempos verbales posibles, se me ocurre ahora Tomorrow the Green Grass o el debut de Stephen Stills, un poso que te queda en el corazón tras su escucha que suele ser durante varias semanas en el modo repeat…

Estar involucrado como testigo de excepción, aunque sea en un 0, 1 %, en la gestación final de una colección de canciones soberbias es algo que me ocurre por segunda vez-la última fue con el Shining On Everyone de los Fakeband- y os puedo asegurar que es de los procesos más emocionantes que te podría contar si hago un breve repaso de mi vida.

En el caso de este segundo trabajo de los amigos mediterráneos Bantastic Fand, la experiencia se ha producido de manera triangular, en el momento de las decisiones finales, con su cantante y compositor Nacho Para y con el ingeniero de sonido madrileño Carlos Ashworth.
Según iba escuchando los masters, veía todo lo que se nos venía encima.
Esto no es un mero segundo disco de buena factura tras un magnífico debut como fue Strong Enough To Refuse (2014) ( pincha para ver la reseña exiliada) sino algo más, todo un acontecimiento y un sentimiento de agridulce euforia por algo que llega.
Pocos discos consiguen captar la magia de la nostalgia conjugada en todos los tiempos verbales posibles, se me ocurre ahora Tomorrow the Green Grass o el debut de Stephen Stills, un poso que te queda en el corazón tras su escucha que suele ser durante varias semanas en el modo repeat.
El inmenso detalle de querer hacerse los 750 kilómetros que separan Cartagena de Frías para participar el primer fin de semana del próximo julio en el homenaje al Último Vals de The Band por su amor al proyecto y a esa gente a la que las canciones nos hacen amigos en la distancia, no quería que tuviera que ver con estos párrafos que escribo sobre el disco y aunque no puedo evitar mencionarlo y dar las gracias, también os digo que yo no funciono si las cosas no me producen un efecto del calibre de este Welcome To Desert Town, se me notaría a la legua.
Creo, sin lugar a dudas y no me equivoco, os lo prometo, que estamos ante una absoluta obra maestra del sonido folk-rock cantado en inglés en nuestro país a emparentar directamente con el Too Late Too Bad, el debut de la banda de Getxo antes citada o el 38 Bucks del mallorquín Toni Monserrate que bien pudieran diferenciarse cambiando la palabra folk por country. Por supuesto, también con el Gallo del año pasado del amigo Germán Salto aunque este sea mucho más pop-rocker cosecha Big Star. En esa variedad que representan todos, incluido el debut de All La Glory, por supuesto, está nuestro canon.

En fin, que vamos teniendo una discografía del género para andar con la cabeza bien alta y botines de tacón cubano por Sunset Boulevard.

Pero el feeling intrínseco de todos estos discos es el mismo: hacer el mejor de los viajes con ventanillas bajadas y notas crepitando en el estéreo de tu coche. Ese objetivo de todo disco eterno de americana que se precie, una visión panorámica.
Norte y Sur, bajadas o subidas, del Este al Oeste, el eterno romanticismo del carretera y manta, que el río fluya y se establezca un equilibrio extraño y embriagador entre guitarras subyugantes y pianos honky tonk.
Y a pesar de ser concebido en ese desierto sureño donde existen oasis como este Desert Town, el pasado domingo se adaptó al paisaje frío y nevado en las cumbres del pantano de Ordunte como si fuera un fardo de leña cálida, una brizna de viento sub-sahariano filtrándose en nuestra forma de mirar al paisaje y a nosotros mismos, sintiéndonos bien abrigados.
Dimos un paseo con el disco en la ida y en la vuelta a la frontera burgalesa más próxima a nuestro Botxo y nos dejó el poso de todo lo que queda por vivir, de los abrazos por repartir, paseos por pasear y canciones por reescuchar.

Y tiene una canción con la que acaba…

Cuando hay que pararse en un acontecimiento extraordinario – últimamente el adjetivo me está dando cierta fama injustificada de exagerado- la exageración es sólo amor inevitable desparramado- uno lo debe hacer con todas las consecuencias por lo que pienso ir canción por canción, por respeto a ellas, por amor a las 12 que componen este Welcome To Desert Town, aunque quiero puntualizar que es un todo, el sentimiento descrito se percibe en la escucha de principio a fin, no de manera individual y eso lo cumplen muy pocos discos.
Antes de comenzar a destriparlo a mi manera, quiero destacar el espectacular sonido que le ha sacado a las canciones Carlos Ashworth, un plus esencial con respecto al anterior trabajo y la perfecta secuencia montaña rusa, las guitarras por los canales y sobre todo, los geniales coros así como la incorporación en tres cortes de Paco Del Cerro como cantante principal que le dota de ese aire siempre tan atractivo que tienen las bandas con dos vocalistas que se alternan.
Can´t You See abre el disco con fuerza, en círculos concéntricos, con un sitar a cargo de Ashworth de flipar: esto va en serio muchachos. Y vuelvo a recordar las producciones de Alan Parsons para el bueno de Al Stewart en su época dorada de finales de los setenta y es que ya con Nacho siempre tendré la coña del parecido de su voz con la del escocés.
El caso es que es una pieza sensacional, justa en su tensión, eastern como los Byrds, como si los Byrds del Rodeo se nos hubieran ido una temporada a donde el Maharishi.
La profundidad, el balance sonoro de este remolino del todo hipnótico me hace aplaudir hasta dañarme las palmas, un Hindu Times en toda regla, un ensueño de cabalgada eléctrica que acaba en su propia sensación de dulce mareo con todos los instrumentos en parada libre. Soberbia, Iván Estefania toca la guitarra genial. *****

La primera intervención de Paco a la voz está en la adictiva y travellingwilbulera Down By The River, de cuya producción estaría orgulloso el mismo Jeff Lyne, es más, resulta menos dulzona que las suyas, a mi me gusta más.
Seguimos con la pauta marcada por los padres del primer folk-rock, ese que vino de los cantes de ida y vuelta UK-USA, la canción es una auténtica maravilla de armonías vocales (Hats off a un ángel llamado Paloma del Cerro)  y guitarras legendarias.
Y ese trombonzuelo del final que le da un aire tan bellísimo y un interludio de piano digno de Garth Hudson. En fin, bestial. *****

Giving Up The Battle tiene un tono más reflexivo que recuerda más al primer trabajo pero que mejora sus ya altas cotas por lo cálido del emplazamiento por ambos canales de todos los instrumentos. El aire del Dylan de la bella arruga, su sonido de desierto, su perfecta calma la convierten en una favorita tras las escuchas. Las guitarras en este disco inmenso se salen de la tabla. Y el bajo sinuoso repta dando cuerpo a una sucesión de acordes legendarios.****

Y llega como cuarta mi niña bonita, When She Came To The City, que en cuanto la escuché sabía que era «mía»: esa canción de la escuela del minesotarra pero que se mezcla con Green On Red o Grand Drive- si al grupo de los hermanos Wilson , Danny «Champ» y Julian- y sin embargo tan bantástica como en el primero era Calling. Un medio tiempo digno de entrar en las mejores recopilaciones sobre canciones Rumbo a Portugal que mira a los ojos tanto a las de Fleetwood Mac del disco anterior al Rumours como a las de Steve Forbert o Willie Nile. En fin que me muero de amor por ella y ya es una de las canciones de mi vida con esas guitarras dobladas en el rápido fade del final. Antológica.*****

Volvemos a los steady nerves ( nervios templados), vocablos ingleses que me salen para describir un disco que está tocado con una profesionalidad fuera de lo común pero no por ello ajeno a un calor extraordinario -pongamos que hablo de los Heartbreakers del Rubio de Florida- con otro tema lleno de groove tom pettyano como es Anymore. Tenemos unos Brinsley Swartz en Cartagena brothers and sisters y se llaman Bantastic Fand.****

Y con la que tiene que ser en el futuro canción final de la cara A de su edición en vinilo-porque los discos legendarios tienen que editarse en el formato rey- otra de Paco en comandita con Nacho, Desert Town, volvemos a sorprendernos con lo que ganan sus canciones con las escuchas y la pátina de dulce romanticismo de las mismas. Para situar al que todavía no conozca este delicioso planeta, le hablaré de Salvation Blues de Mark Olson y creo que con eso está todo dicho. Mención especial al bajo de Chencho Villar con forma de latido humano. Una maravilla, elegante y sublime. *****

Este disco generoso, continúa con los medios tiempos marca de la casa con Find The Door y ya comienzas a entender que esto es rainy day music for your soul, esos discos de los que te dice tu darlin´companion, sácame a bailar, quiero cantar por encima de las canciones. Y es que en el desierto de Tabernas también puede llover, no sólo en Ordunte, a mi la única vez que estuve me llovió y los chavales que hacen de vaqueros se reían de que uno de Bilbao tuviera tan mala suerte en Almeria. Canción amplia, cantada con un fervor religioso, Nacho cree en nuestra particular creencia y se nota. Y una armónica hacia el final con unos vientos sutiles rompe mi corazón. *****

Something´s Going On  aunque no deje el deje americano me parece que pudiera encajar en el Songs From Northern Britain  de los Fanclub y es que este disco aunque gestado en el sur pertenece a los cuatro puntos cardinales. Los arreglos en los coros aquí brillan como rayos de sol en día de cielo raso de verano. Crece y crece con ese solo de guitarra tan Louris que rompe en un gemido Robertsoniano. Mi madre! en Frías los Fand van a reventar el castillo entre el paso de estrellas fugaces.

Más music hall, más vacilona, más kinky de los hillbillies canallas, más country-glam dylaniano es Everybody´s Rocking que hace de perfecto contrapunto a un disco tan sentido. Y es que secuenciar bien lo es todo y está en su puesto. Quique Simón, Ramón García y Carlos Campoy se salen tocando los teclados en todo el disco. Un lujazo tener tres músicos de esa talla****

My Invention comienza un poco tex-mex para despistar porque los acordes de la época de unión Lynne-Petty aparecen y como si fuera un outtake buenisimo de Full Moon Fever, qué coño outtake, canción por derecho propio y los órganos traseros son puro gustito para nuestras orejas. De estas en las que en un mundo justo y con gusto serían un nº 1, como cuando ponían ese sello a los discos en el Desire por Huracán. *****

Otro medio tiempo, esta vez con Paco como cantante principal, es Goodbye, muy harrisoniano lo que es sinónimo de grandeza y garantía de calidad y ese sonido Reickenbaker: con brío, valiente, de carretera. En fin que más os puedo decir… que en los minutos finales te vienes arriba y gritas: qué maravilla y cantas y cantas por encima. *****

Y llega el milagro final, la POM del disco y la que lo cierra, un Blind Willie McTell patrio que nadie jamás había compuesto, una canción como de final de Infidels o Times Passages.

En ella el efecto de la presa de Ordunte, todos los sentimientos planteados en este bellísimo disco se acumulan con sus once tormentas precedentes para convertirse en una cascada de apertura de compuertas en Muses, una piano ballad de morirse de buena, ahí todo lo que es Nacho como persona y como artista y el resto como músicos y productores, se desparrama salvaje.

Le dije a Nacho, Muses tiene que ser la última y lo ha sido. Me hizo caso.

Y creedme, con ella sonando, ya llegando a casa ese domingo de excursión mañanera, con su final truncado como pasa con todos los buenos momentos, sentimos una cosa extraña cuya única descripción posible es amor, amor del bueno, eso es lo que transmite este acontecimiento legendario llamado Welcome To Desert Town sin el que ya nos va ser difícil arrancar el motor para hacer un viaje ésta primavera-verano-otoño.

Banda sonora perfecta para algo que llega, algo inolvidable, el primer fin de semana de julio, en el norte de Burgos. Han captado tanto ese feeling que todo me asusta en este perfecto encaje.

Son las canciones, no tiene otra explicación, las canciones hechas de vida, también frustración pero con toneladas de amor.

Gracias de corazón por este hermoso ramillete de ellas,  mis queridos Bantastic Fand.

Su página http://bantasticfand.com/
Su facebook https://www.facebook.com/bantasticfand
Consejo: compren este disco, sin dudarlo un segundo. Hay que apoyarles si o si. Ya está disponible.

YA ESTÁN DISPONIBLES LOS CD’S DE ‘WELCOME TO DESERT TOWN’ SI QUIERES EL TUYO ESCRIBE A nachoparacervantes@gmail.com

Welcome To Desert Town – Bantastic Fand (2016)

Can’t you see? / Down The River / Givin’ Up The Battle / When She Came To The City Anymore / Desert Town / Find The Door / Something’s Going On / Everybody’s Rockin’ / Goodbye / Muses


6 respuestas

  1. A ver si estos días hago mi pedido… que voy de culo!!! y sólo he podido escuchar los avances…. y tiene pintaza, más aún después de leer al maestro Joserra… joder…. no llega el día de verlos en el último vals!!!

  2. Efectivamente, tete. Es un gran disco y esta reseña es una carta apasionada de admiración. Hay que apoyar a esta banda, no me cabe la menor duda. Enhorabuena a la Bantastic Fand por el disco. Abrazos.

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