Jake Xerxes Fussell – Out Of Sight (2019)

Para mí ha sido una suerte el descubrimiento de este folkie de Carolina del Norte y también debería serlo para todos aquellos que gusten de sonoridades de tren y guitarra al hombro como las que recopilaba Lomax. Aviso que por su parte no hay pretensión de renovar el género, ni tampoco adaptarlo a las formas actuales, no ondea ninguna bandera pionera, no ofrece nada nuevo y no quiero llevar a error a nadie. Cuadra mejor en la imagen del tradicionalista que se adentra en latitudes añejas a la caza de canciones perdidas, composiciones antiguas que además son de dominio público. Algunas ya fueron cantadas por gente más conocida en el mundillo folk como Pete Seeger y Art Rosenbaum, otras de nombres que no conocía, Ruth Crawford también de la familia Seeger, Thomas McCarthy, Willis Laurence James, Bobby McMillon, Jean Ritchie… Incluso se sirve de varias versiones conocidas para realizar la suya propia.

Fussell resuelve con una interpretación cálida y potente que enriquece a base de buenos arreglos al servicio de esa misma tradición, cambios mínimos en el patrón de ritmo, la cadencia, el tono… lo suficiente para transformarlas sin salirse de los cánones del género al modo que Welch y Rawlings lo hacen con sus Apalaches, de manera libre y desprejuiciada pero con mucho respeto y oficio.

Estas nueve canciones pasan como un suspiro, canciones de folk oscuras con fingerpicking de acústica que ceden protagonismo al rasgado de eléctrica, ritmos amables de escobillas, violines portuarios que señalan su pasado al otro lado del océano y acolchados por brisas de teclado y pedal, con la pesca muy presente en tonadas como la estupenda The River St. Johns, un muy buen gancho comparable con algunas de las mejores tonadas de McTaylor, cantos marineros que continúan en Oh Captain y el espiritual Drinking Of The Wine encargada de cerrar el disco. A la tonada Michael Was Hearty se le adivina la procedencia irlandesa y tampoco pueden faltar las murder ballads, en The Rainbow Willow la muerte está tan presente como el amor. Dos instrumentales, Three Ravens y la canción de baile 16-20 me recuerdan a algunos pasajes fílmicos de Ry Cooder por la capacidad para evocar paisajes naturales imaginarios, sirven de interludios entre historias populares que conectan con nuestra actualidad a través de su verdad universal, como la canción Winnsboro Cotton Mill Blues que podría considerarse seminal de la canción protesta o la sensacional lección vital de Jubilee, vive sin complejos y no te rindas. Sensacionales postales folkies.

Por Chals Roig