Crítica y reseña de ‘Fetch the bolt cutters’, álbum de Fiona Apple
…ahondando en su capacidad como escritora de canciones, con un trasfondo de crudeza o dolor y bastante alejada de lo convencional, de esquemas prefijados o de estereotipos…
Han transcurrido ocho años desde aquel «The idler wheel is wiser…», de extenso título por un poema suyo y que fue nominado como mejor álbum alternativo para los Grammy del 2013. Asimismo también han transcurrido ya veinticuatro años desde el debut «Tidal» que la encumbró a lo más alto en listas y ventas, alcanzando mucha más fama y popularidad cuando al recibir un premio en la gala MTV de 1997 dijo que la industria musical más comercial era una mierda. Entre ambos vieron la luz dos discos más, también muy espaciados en el tiempo y que, junto al reciente sorprendente retorno sin previo aviso que nos ocupa, suman cinco discos en los que se demuestra que Fiona Apple no tiene prisa, y que se piensa mucho eso de estar frecuentemente en el candelero.
En «Fetch the bolt cutters« mantiene su peculiar estilo, sin diferir excesivamente del pasado pero ahondando en su capacidad como escritora de canciones, con un trasfondo de crudeza o dolor y bastante alejada de lo convencional, de esquemas prefijados o de estereotipos, con un enjambre de sonidos donde se recrean principalmente instrumentos como piano, bajo o el apartado percusivo.
Resulta curioso que, precisamente con ese distanciamiento de las modas en radiofórmulas, sea parte de esa opinión crítica mediática la que la aúpe a lo más alto, tildándola en este caso de ser una obra maestra. A título personal, poquísimas veces y sin que sirva de precedente, un servidor ha coincidido bastante con esa crítica especializada que se dedica a la parte musical más comercial, seguramente porque han sido los últimos años cuando un servidor ha descubierto más profundamente que nos hallamos ante un caso musical muy atípico.
En el extraordinario pistoletazo de salida «I want you to love me» explora los rincones del corazón con el piano como principal acompañante, cosa que después volverá a suceder en «Rack of his«, «Drumset«, «On i go«, en la desgarradora «Newspaper« o en «Cosmonauts«, compuesta esta última en el 2012 para una película de Judd Appatow aunque no se incluyera finalmente en la banda sonora.
Una de las nuevas canciones que más calan desde la primera audición es «Shameika«, basada en un hecho de su infancia que le produjo gran impacto, cuando era rechazada por un grupo de niñas y otra le dijo que no debería sentarse con ellas porque tenía «potencial», término que no comprendió en aquel instante. Esa infancia, marcada por un trastorno compulsivo y por tendencias antisociales antes de ser violada con doce años, puede que también se halle presente en el tema que da título al álbum cuando habla de que le robaron la diversión quienes querían deshacerse de ella, o en un «Heavy balloon«, más enfocada a la depresión.
La superficialidad de esas tertulias sobre la mesa o la maldad del ser humano como, metafóricamente, deporte de relevos aparecen, respectivamente, en «Under the table« y «Relay». Y mención final expresa para las que contienen más conciencia feminista, «For her« y «Ladies«, posiblemente esta última sea la pieza más brillante del álbum.
En definitiva, que se mantiene ese estilo único y valiente de Fiona Apple, donde hay algo de imperfecto o de disonante que cautiva, y donde se aleja de todo lo habitual aunque existan matices que la aproximen a la calidad de la música de culto más clásica y alternativa. Ahí seguramente esté la clave para obtener tanto reconocimiento dispar.
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Es un disco difícil, pero no siempre me gustan las cosas fáciles.
Fiona es una mujer admirable, valiente, comprometida; una estrella como quedan pocas.
Gracias JJJ
La verdad es que está habiendo unanimidad con este disco, cosa rara de ver, yo que tampoco suelo coincidir con la opinión impulsada por las grandes publicaciones me parece llamativo. Que tú también estés en esas coordenadas me dice mucho, así que pasaremos por el de inmediato.
Abrazos.