Discos Críticas

Reseña y crítica de ‘Focus On Nature’, álbum de The Bevis Frond.

… otra demostración de lo prolífico, incombustible, iluminado y talentoso que es este genio oculto, poseedor de una verdadera varita mágica melódica y que, sin embargo, sigue siendo un gran desconocido y un enorme patrimonio para una minoría selecta…

Lo de Nick Saloman es muy fuerte, pero que muy, muy fuerte. Un caso de grandeza que sigue asombrándome, tan atemporal y atípico como infravalorado. Que en este 2024 se haya cascado un disco como “Focus On Nature” con 71 tacos de edad, con 38 años de trayectoria musical a sus espaldas y con 27 notables álbumes de marcado carácter independiente al frente de The Bevis Frond, debería ser objeto de estudio o, como mínimo, de reconocimiento unánime y generalizado.

Supongo que, teniendo en cuenta ese extenso currículum, puedo parecer muy exagerado si afirmo que estamos ante uno de sus mejores trabajos discográficos, a la altura de mis favoritos “New River Head” de 1991, “Vavona Burr” de 1999… o incluso el portentoso predecesor Little Eden de 2021 que brillantemente recomendó aquí en el Exile mysuperfriend Jorge García con su correspondiente reseña. Sea tanto, sea más, o sea menos, es de justicia admitir que estamos ante otra demostración de lo prolífico, incombustible, iluminado y talentoso que es este genio oculto, poseedor de una verdadera varita mágica melódica y que, sin embargo, sigue siendo un gran desconocido y un enorme patrimonio para una minoría selecta.

The Bevis Frond
The Bevis Frond

Del londinense sabemos que, constantemente, está componiendo, puliendo letras y generando abundante material, de ahí esa “mala” costumbre (o buena, según se mire) de que los álbumes sean tan extensos en cantidad de piezas incluidas y en el tiempo de duración. Para el caso que nos ocupa, sin resultar en ningún momento cargante, son setenta y cinco minutos repartidos en 19 canciones. Por otra parte, aunque parezca lo contrario, no es un álbum conceptual, solamente posee como línea común el reflejo del estado de ánimo compositivo de cada momento.

Eso sí, respecto al mencionado disco anterior, que se gestó en solitario con el encierro por la pandemia, existe la gran diferencia de que esta vez se ha grabado con su banda actual, formada por Bari Watts y Paul Simmons a las guitarras. Louis Wiggett al bajo y Dave Pearce a la batería.

A tener muy en cuenta también la participación de Debbie Wileman, con estupendísimas armonías vocales en la energética “Empty”, en la impresionante y muy favoritísima mia “Wrong Way Round”, o en los dos temas que fueron seleccionados como avanzadillas, el que da título al álbum “Focus On Nature” o “Leb Off”, curioso título que guarda relación con un término británico de la posguerra, una especie de advertencia a los ocupantes ilegales de casas abandonadas que en las mismas no había electricidad.

Del mismo modo, y puesto que el álbum no tiene ni un milígramo de desperdicio, podríamos citar todas y cada una de las canciones que constituyen esta maravilla, pero voy a destacar aquellas que más me han tocado la fibra sensible, como esa portentosa inicial “Heat” con su fuego cruzado guitarrero y con esa crítica subyacente a negacionistas o aquellos que no abordan el problema del cambio climático mientras mantengan sus chollos económicos, y la adictiva “Vitruvian Man” con ese personaje que está a la vez en todas y en ninguna parte, entre una espectacular carga melancólica y unas oportunas teclas de piano a cargo del mismísimo Saloman.

Por supuesto también “A Mirror”, que representa perfectamente todo el poderío melódico de lo mencionado anteriormente, así como la monumental carga sentimental que desprende “Mr Freds Disco” y que puede evocar a Neil Young & Crazy Horse en sus más de ocho minutos de duración o, por supuesto, esos himnos marca de la casa que, como tales, podrían considerarse “Here For the Other One” y “Big Black Sky”.

Dicho lo cual, tanto para seguidores, adeptos, profanos o desconocedores dispuestos a dar un paso adelante con el gran Nick Saloman, estamos ante un espectacular cóctel que engloba psicodelia sixtie, folk clásico, powerpop melódico, art-punk y rock alternativo, donde podemos hallar conexiones con referencias importantes y de reconocido prestigio en el mundillo. Sí, las comparaciones son odiosas y ya sabemos cómo es la justicia y la ecuanimidad musical, pero si hubieran grabado un disco así nombres como Teenage Fanclub, Lemonheads, Dinosaur Jr, Pavement, Paul Weller, Neil Young…, serían aclamados por la crítica y por los aficionados.

Por cierto, he leído u oído que se despide, también de los escenarios y de los directos en la próxima gira en abril con tres fechas por estos lares (12 de abril en Barcelona, Sala Sidecar, 13 de abril en Madrid, Wurlitzer Ballroom y 14 de abril en Bilbao, Kafe Antzokia). Si eso es cierto, habría un motivo extraordinario para asistir, como es el que alguien que tantísimo nos ha dado pueda recibir el afecto y el apoyo de los suficientes.


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