Discos Críticas

Reseña y crítica de ‘Zero per infinit’, álbum debut de Óscar Peris.

…un artefacto musical claramente influenciado por el genio de Duluth que, en la madre lengua de los valencianos, ha facturado una firme y consistente promesa de cantautor…

Sí, ya sé que existen muchos cantautores en este país, que hay períodos en los que están más de moda, que algunos son ensalzados precipitadamente, que otros pasan injustamente inadvertidos, que si no utilizas la lengua castellana todavía lo tienes más difícil en el Estado español… El caso es que, tal y como sucede en todos los géneros musicales, siempre salen caras nuevas y cautivadoras propuestas que actualizan tanto a los compositores con intenciones críticas o poéticas como al resto de intérpretes o bandas en los diferentes estilos.  

Óscar Peris podría encajar perfectamente en el atrayente grupo de solistas con tradición folk acústica. Se trata de un joven de 25 años oriundo de Llaurí, un pequeño municipio valenciano de La Ribera Baja que, después de especializarse en el saxofón dentro de sus estudios musicales, vivió en Holanda, donde depuró su aprendizaje y su ilusión por componer canciones.

Óscar Peris - Zero per infinit (2020) 2
Óscar Peris

En el año en que Dylan ha facturado su trigésimo noveno álbum del que medio mundo parece que esté hablando para bien o para mal, nos llega este «Zero per infinit«, grabado en Gate 24, un estudio de sonido ubicado en Santa Perpètua de Mogoda, localidad próxima a Sabadell y Barcelona. A grosso modo nos hallamos ante un artefacto musical claramente influenciado por el genio de Duluth que, en la madre lengua de los valencianos, ha facturado una firme y consistente promesa de cantautor, un debut del que podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos que posee una lírica de notable alto y que desde la primera audición ya supone una gratificante sorpresa.  

El influjo de eternos clásicos como «The times they are a changin», «Forever young«, «Blowin in the wind»… está latente desde el inicio de una «Tornaria« donde se desmenuza a la perfección el dicho de «si volviera a ser joven sabiendo lo que sé», o en «Passant la vida«, tan vitalista como ilusionante frente a las adversidades. 

Por su parte, el uso de la armónica se acentúa al comienzo de «L’escola«, una brillante cantinela en la que reivindica la buena enseñanza frente al materialismo social que nos atrofia, en las más espirituales «Ànima bessona«, en «Passat incert« y en la que da título al disco, donde hay una mirada más contemplativa y mística, más de abstracción.

Hay dos canciones que rompen con el tono sereno y acústico del álbum gracias al acompañamiento percusivo. Una es «La faula de les èlits«, ingeniosa quimera a modo de parábola en la que se reclama el poder de la palabra frente al sistema de control que nos atenaza y oprime. Y la otra «Diari d’un immigrant«, excelente balada folk con el mundo rural como protagonista. Visto lo visto, y escuchado este punto de partida hacia el infinito, habrá que estar atento a la evolución de este discípulo dylanita. 


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