…una suerte poder disfrutar de unas cuantas buenas nuevas canciones de los Jayhawks ¿puede que de las doce canciones haya cinco a la altura de su leyenda? puede, con que no se salgan de su canon ya entregan un disco muy disfrutable…
Ya tenemos aquí el nuevo y esperado disco de The Jayhawks. Onceavo de su carrera y cuarto disco desde que volvieran con Mockingbird Time hace nueve años. Además de los inumerables chistes que ha despertado un título no muy afortunado como XOXO (en este país la burla y la desaprobación es lo que mejor se nos da), los medios más profesionales del mundillo musical alrededor del globo, especializados o no, han dado por lo general un notable y han alabado este disco como uno de los grandes discos de su carrera, aunque yo no sé si estamos o no estamos ante uno de sus mejores discos, afirmación que cualquiera con dos dedos de frente se pensará dos veces. Pero ay! a estas alturas no necesito una obra maestra para disfrutar cada nuevo disco de una banda que por estilo, saber hacer, armonías, guitarras, tonadas, melodías… me encandilan casi siempre, con todo a cada nueva escucha tengo más claro que estamos ante un disco con entidad propia dentro de su discografía.
Llegado al disco, lo primero que me llama la atención es la democratización de las composiciones de la banda, pues entre las co-escritas entre Louris y alguno de ellos, todos los miembros aportan sus canciones, algo que marca el carácter de este disco y que quien ha querido lo ha cogido como una falta de inspiración de Louris y quien ha querido ha visto otra manera de seguir adelante para reiventarse sin traicionar su particular esencia a base de melodías melosas marca de la casa.
Evidentemente lo suyo no es la intensidad rockera (para eso ya tenemos a Dan Baird y allegados), ni seguir los caminos tradicionales de la americana, menos mal!!!. Eso si, pueden marcarse un power-pop americana digno de los mejores tiempos de Golden Smog en tonadas como Dogtown Days, excelente este primer aporte de Tim O’Reagan. Por suerte mantienen su querencia hacia el pop más clásico que denota su amor por los Kinks en algunas tonadas pongamos por caso la crónica de actualidad digital de Living On A Bubble (esos Kinks que en sus tiempos fueron apedreados por críticos de relumbrón con obras como de Village Green), evidentemente algo debería filtrarse de aquel Americana de Ray Davies. La voz de Louris está en muy buena forma, él es más de McCartney que de Hank Williams y las armonías vocales como siempre suenan celestiales, eso por no hablar de la técnica refinada a las séis cuerdas con líneas de sabor a clásico como en This Forgotten Town, par de canciones iniciales que ya valen la edición de este disco. Hay mayor protagonismo del teclado de Karen y las baladas de su puño y letra subrayan esa otra vertiente muy cercana a cantautoras de principios de los 70 en Laurel Canyon y que a muchos les ha venido de perlas para tachar de aburrida, válgame Dios!!!!, me parece una delicia y una suerte que se hagan hoy en día canciones como Ruby y Across My Field, favoritas de esta rodaja. Hay que añadir que lo que Tim O’Reagan ya demostraba en los directos, o sea, un buen contrapunto vocal a Louris a falta de Olson, en este disco se confirma por un aporte vocal más protagonista que me parece muy acertado, además anotar que la composiciones de Marc Perlman como es el caso de Down To The Farm me parecen de un gusto exquisito, que buen gusto tienen siempre para hacer que las acústicas se entrelacen con sencillez y maestría. Homecoming es puro revival sixty pasado por el filtro de Louris, que maravilla! Y es que esa segunda cara menos directa es la que se abre paso como un tesoro a descubrir con maravillas como Illuminate, crescendo y entrelazado de voces mediante, la setentera Little Victories me maravilla y que queréis que os diga, joyas acústicas de pop curativo como Better Pill dignos de manual de autoayuda me encantan sobre manera y me alegran el día tanto como en su día lo hacían tonadas como Save it for a rainy day. Manías de uno. Cierra este disco Looking Up Your Number, una delicada y crepuscular balada acústica a cargo de Tim O’Reagan que me parece mejor a cada escucha y que muestra a O’Reagan como una buena fuente de composicones al servicio del espíritu dulzón de los Jayhawks.
De momento soy un escriba amateur que nada más lejos de disponer de la verdad absoluta está rendido a este nuevo disco menor de los Jayhawks titulado XOXO, el tiempo ya dirá más allá de culos y opiniones, pasaremos por caja, no?.
Por Chals Roig
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Si Chals lo dice, va a misa. Pasaremos por caja. Gracias amigo.
xoxo
je je je! si el bolsillo lo permite sin dudarlo.
Abrazos Manolo!!!!
Podríais hacer una crítica del concierto de Jayhawks en la sala BARTS de BCN?
Salí con la sensación de haber sufrido el peor concierto de mi vida y querría saber si soy yo que sólo pude apreciar positivamente de todo el concierto la sonoridad del espacio y la compañía o es que realmente no había por dónde cogerlo.
Gracias!
Hola Bernat, seguramente si hubiera asistido haría la crónica. No ha sido el caso. No sería la primera vez que los Jayhawks en directo no apasionan, en ciertas publicaciones musicales ponen cierto énfasis cuando así sucede. Yo te puedo hablar de mi experiencia las veces que los he visto y que me han gustado mucho, cosa que creo que guarda relación con que 1) soy un incondicional y me podrían dar mierda y me gustaría 2) esos conciertos tuvieron un buen día. De todas maneras cualquiera puede tener un mal día y cualquiera puede opinar si lo tuvieron o no.