Lia Ices vuelve a la naturaleza, a la sencillez y a la falta de pretensiones, a dejar ir el mundo para abrazarlo de nuevo en un viaje musical acompañados de buen folk y pop.
¡Qué cosas! A Lia Ices no la conocía y lleva con este Family Album cuatro discos y estoy absolutamente empanado con ella. Un disco que me llega a través esa pizarra mágica y maravillosa que tiene Javier en su Calle 51 y que trae maravillas todos los meses. Como me decía el otro día, este año vamos a tener unos cuantos disquitos en los que la combinación folk, pop y jazz vienen de manos femeninas y con mucha enjundia, como fue el caso de Cassandra Jenkins reseñada hace bien poco en este exilio.
En el caso de Lia Ices, el elemento jazz está mucho menos presente por no decir nada, más apegada al folk y al pop de piano de la escuela de Carole King, pero con un poso más pastoral y campestre que urbanita. A mi modo de ver consigue su mejor trabajo hasta la fecha por como las canciones fluyen naturales y sin aparente esfuerzo, vamos, un caramelo!
Y es normal si no te suena su nombre porque la verdad es que siete años es mucho tiempo como para no pensar en este disco como un nuevo inicio, una puesta a cero o como queráis llamarlo. La cantautora explica que para ella ha sido un regreso en diferentes aspectos, como el de volver a sentarse delante del piano y recuperar sus influencias más lejanas.
Lia Ices explica que para ella ha sido un regreso en diferentes aspectos, como el de volver a sentarse delante del piano y recuperar sus influencias más lejanas.
Aunque lo que da a esta colección de canciones su carácter es a la vez lo que acaba conviertiéndose en una protagonista silenciosa, pues puede sentirse la tranquilidad de la vida en la montaña y el deseo de encontrarse con la solitud de la naturaleza lejos del bullicio de la gran ciudad con total y dulce desapego, que no despreocupación.
Olor a pinos que se filtra desde su inicial Earthy a voz y piano. Sí se trata de descalzarse en mitad del bosque y perderse mientras suena la etérea Anywhere at All grabada con exquisito gusto, acústica, flauta sección rítmica minimalista y una voz que se eleva entre nubes de reverb. Y es que además una canción como Hymn está destinada a ser la que haga que este disco tenga alguna posibilidad de perdurar a largo plazo en nuestra memoria musiquera, normal que la eligiera como muestra hace ya algunos meses, igual que Young on the Mountain bien puede valer la edición de este disco.
Quizás por todo ello este bonito Family Album de Lia Ices me parece un regreso al Laural Canyon de las cantautoras rebeldes y empoderadas de los 70 y a la vez a la sencillez y a la falta de pretensiones de los hermitaños de la canción…
Y como no acordarse de Carole King con temazos como Careful of Love, favoritas de cancionero anual. Pero es que además tiene delicias como Beauty Blue digna de figurar entre lo mejorcito del folk pastoral de los últimos años o la que cierra Our Time a solo piano y voz tal y como empieza el disco. Nueve canciones dulces pero que no empalagan, delicatessen.
Quizás por todo ello este bonito Family Album de Lia Ices me parece un regreso al Laural Canyon de las cantautoras rebeldes y empoderadas de los 70 y a la vez a la sencillez y a la falta de pretensiones de los hermitaños de la canción, un dejar ir el mundo para abrazarlo de nuevo en la naturaleza en este viaje musical acompañados de buen folk y pop. Una aunténtica maravilla que encantará a todos aquellos que disfrutan de voces femeninas y dulces melodías.
Lia Ices – Family Album (2021)
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